-Gaby?
Natali se dio cuenta enseguida de quien se trataba y sin cambiar su expresión de sorprendida, me dio un pequeño empujón y cerró la puerta detrás de mi para dejarnos solas.
-Si, perdón por aparecerme acá es que fui a tu casa y no había nadie. No quise ser molesta pero hay algo que necesito decirte para acabar con esto de una vez por todas aunque tal vez ya sepas que es...- hizo una pequeña pausa silenciosa.- Te amo Ale, te amo y no puedo perderte, no quiero perderte. Te necesito este tiempo sin vos ha sido lo mas difícil que me toco vivir.- dijo un poco atorada en sus palabras.- y yo... necesitamos estar juntas Ale por favor decime que aun me queres... y que todo este tiempo separadas ah sido tan horrible como lo fue para mi. Sé que cometí errores pero ahora lo único que quiero es recuperarte para no volver a dejar que te vayas... por eso vine y te busque y...
Antes que dijera mas tome su cara y la besé. En un segundo después creí que había sido un error pero cuando entreabrí mi boca dejando pasar su lengua unos segundos después de que ella procesase el momento, no quise estar en ningún lugar en el mundo que no fuera ahí. Entre sus brazos abrazados a mi cuerpo y mis labios entre los suyos, mas íntimamente mi lengua con la suya. Era un sabor tan rico y que extrañaba tanto sentir un beso de amor, los cuales saben mejor que los otros, mucho mejor aun asi viniendo de la misma persona.
El beso era infinito, solo por el hecho de que no se cortaba nunca, era incontrolable besarla y sabia que también lo era para ella. El beso desesperado llevo a caricias por el cabello y la espalda hasta casi bajar un poco mas, parecíamos olvidar el echo de que estábamos en plena vía publica, asique solo me separe de ella para tomar su mano y llevarla a casa casi corriendo.
Entramos a mi habitación y la senté en mi cama, lo mas rápido posible y estábamos ambas en ropa interior entre besos y caricias desnudándonos una a la otra. Acomode todo mi cabello sobre mi hombro derecho para que no estorbara y volví a besarla, mas suave pero con la misma intensidad mientras se acostaba ligeramente y yo me ponía encima de ella acorralándola contra la cama.
Bese sus hermosos labios y su alrededor, su cuello, la línea de su mandíbula dándole pequeños mordiscos mientras sus manos recorrían mi cuerpo de arriba abajo. Se sentó en un momento y quede encima de ella abrazándola con mis piernas, tomo mis muslos para acariciarlos sin dejar de besarme y lentamente se giro para dejarme a mi sobre el colchón, como era su costumbre al tener sexo.
Mordía y chupaba mi cuello ahora yo estaba a su disposición y podría hacerme lo que quisiera las veces que quiera, bajó en un camino de besos desde mi cuello, se detuvo varios minutos para comer mis pezones, para jugar con mis pechos, para comerme lentamente, me estaba derritiendo. El camino de besos y mordiscos continuo hasta en mis caderas, desde aquí bajo hasta mis muslos para pasar su lengua ,lo cual hizo que me estremeciera un poco y me diera cosquillas, pero solo me miro y sonrió para seguir haciéndolo. Mojó su pulgar con saliva para pasarlo por mi centro y a continuación, sentí su lengua recorrerlo de abajo hacia arriba un par de veces cada vez mas lento haciendo énfasis en mi clítoris con el cual jugaba moviendo su lengua o chupándolo.
Dios esta mujer me va a matar! Mis pequeños gemidos inundaban toda la habitación, mientras mas intentaba callarlos mas inútil era. Con una mano acariciaba la suya que estaba mas cerca, en mi muslo casi a mi cadera y con la otra me era completamente necesario sujetarme de las sabanas o pasar mis dedos por mi cabello sujetándolos con fuerza. Llegue a dar los pequeños espasmos que marcaban mi orgasmo dejando todo en su boca, subió a mis pechos mientras yo intentaba normalizar mi respiración, sentada ligeramente separándome de las sabanas donde había dejado el sudor de mi espalda baja.
Subió a comer mis labios no sin darme antes una mirada hambrienta a mi boca la cual la hizo sonreír y a mi, saber cuanto me deseaba solo me calentaba mas. Quedó de rodillas en la cama y yo entre medio de sus piernas abrazando su cuello con mis brazos y su cuerpo con mis piernas.
ESTÁS LEYENDO
Enséñame a amar (historia lésbica)
RomanceEl amor puede emerger de donde menos lo esperas, un amigo conocido o quizás alguien que jamás has visto en tu vida, pero si es el verdadero el destino va a juntarlos porque así debe ser, rompiendo cualquier tipo de barrera. Esta vez el amor surge e...