ALCANZAR LO INALCANZABLE

16 3 12
                                    

Mi mundo se redujo al azul y al amarillo. Aquella circunferencia era mi Sol, uno que no salía todas las mañanas, uno sumamente caprichoso que me afanaba en alcanzar. Si tan solo pudiera rozarlo con las yemas antes de que su capricho se hiciera realidad y oscureciera mi alrededor... Solo pedía eso, un breve rato de contacto, una forma de salvarlo de su caída y decadencia para que se volviera a alzar majestuoso.

Los segundos discurrían lentamente mientras que mi corazón cabalgaba desbocado, un nudo en la garganta me impedía gritar, mis músculos se resistían agotados, aun así no detuve mis zancadas. Caía y caía, mi Sol iba a impactar, pero no podía hacer nada. Me lancé al vacío, al fin y al cabo la esperanza es lo último que se pierde. Alargué todo mi cuerpo, hasta mi último tendón. Mi cuerpo se estremeció por el impacto. Quedé momentáneamente aturdida, no por el hecho del golpe que acaba de recibir contra el suelo, sino porque antes de cerrar los ojos de dolor pude ver como aquella pelota amarilla y azul alzó el vuelo al hacer contacto con mis dedos. El sonido que produjo me dio un chapuzón de satisfacción.

La había elevado, ahora solo tenía que confiar como mis compañeros habían hecho en mí, aunque fuera diminuta, todavía había una oportunidad que nos podía otorgar la victoria.


~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Nota de autora: En honor a aquellos que juegan a vóley y sobre todo en honor a la pared con la que me estampo cada vez que corro para salvar una pelota, ¿quién pensaría que lo normal es chocarse contra el suelo? En fin, debería dejar de tomar tanto impulso para elevarla, tantos golpes me están afectando a la mente.

ALMA DE TINTA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora