Las sombras se contoneaban a su paso burlonas. Aumentó la velocidad desagradado por la titilante luz de las farolas que ensombrecían la acera. Su aliento salía en forma de un halo blanco que entorpecía aún más su visión. El sonido de sus pesadas botas sobre la nieve desgarraba el sepulcral silencio. Crujido tras crujido avanzó tambaleante, quería llegar ya a su hogar. Se sentía como un estúpido cada vez que giraba apresurado la cabeza creyendo que alguien le seguía, se mordió la lengua deseando encontrarse con alguien, aunque fuera el indigente que solía guarecerse entre cartones cerca de su edificio. Un suspiro de alivio se escapó entre sus labios al llegar al portal. Subió renqueante las escaleras y pulsó en interruptor, a pesar de eso las luces no se encendieron. Masculló furioso y golpeó la pared. Tanteó en sus bolsillos en busca de la llave y pasó una mano por la tosca madera hasta dar con la cerradura.
Abrió sin pudor, al fin y al cabo hacía dos años que vivía solo, quizás en un apartamiento enano y defectuoso, sin embargo estar lejos del estrés que creaba su familia merecía la pena. Cerró la puerta tras él, escuchando el familiar lamento de los goznes. Por pura costumbre acercó los dedos hacia el interruptor. Echó en falta la lisa y fría superficie de plástico cuando sus dedos dieron con piel humana. Si hubiera apretado aquella mano para accionar la luz, podría haberse dado cuenta de que todo se tornaba oscuro y hasta hubiera podido ver el rostro del asesino antes de dar su último aliento.
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NOTA DE AUTORA: Me vino el ramalazo de escribir este relato corto de terror al volver a escuchar el soundtrack de "Dead silence", así que por favor, decirme alguna película de terror que os haya gustado .
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ALMA DE TINTA
De TodoEs una colección de relatos con diversos temas, desde tiernas historias amorosas hasta la más lúgubre presentación. Espero que se os hagan amenos y disfrutéis con ellos.
