"C1: De vuelta a casa"

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Esta historia comienza a las afuera de California, Estados Unidos. Era un día caluroso, llegaba de Canadá de visitar a mi padre, Liam Roy. Había pasado todo el verano con él y su familia, son buenas personas.

Vi a mi madre de lejos, Olivia Parker, junto a mi padrastro, Michael Parker y a Abbey Parker mi hermana menor. Caminé hasta ellos y mamá me abrazó.
-Hola cielo - dijo ella ente lágrimas.
-Hola mamá, también te extrañe. - dije y me soltó, Michael colocó su mano sobre mi brazo y me sonrió, también le sonreí. -Hola Abbey.
-Hola hermana. - dijo y me abrazó. Ella tiene diez años de edad. Es una niña muy alegré, simpática, inteligente, incluso va a una escuela para genios mientras yo voy a una pública.

Michael tomó mis maletas, y caminamos hasta el Jeep color azul, que habían comprado a principio del verano. Guardo las maletas y subimos al auto, Michael era un persona muy recta, ambos nos mostrabamos respecto, aunque el llego a mi vida cuando solo tenía ocho años nunca lo llamé papá, pero el nunca me forzó a acerlo y estaba agradecida.

Luego de una hora en el camino, llegamos a nuestras casa, tiene dos niveles, de color azul y blanco, al entrar te encuentras con las escaleras, al lado izquierdo esta la sala con un televisor, detrás de las escaleras, esta la cocina, y una puertas de cristal para salir al jardín. A mi lado derecho, un baño de visitas y una puerta para salir al garage.

Al subir la escalera hay tres habitaciones, la primera al subir los escalones esta la de mi mamá y Michael, con su baño. Luego al lado derecho esta la de Abbey, también con su propio baño y al lado izquierdo la mia, también con su propio baño, detrás de la escaleras, una area de televisión con un gran sofá en forma de "L", y un balcón, que daba vista a la calle.

Entre a mi habitación, esta como la había dejado, mi cama estaba pegada a la pared, al lado del baño, dejando un gran espacio en el centro de la habitación, al lado de la puerta a su izquiera estaba mi espejo con una silla y mesa, y mi armario. Al entrar lo primero que ves es la ventana, debajo de ella esta mi escritorio, de dibujo. Pegados en la pared hay todo tipo de dibujo, de animales, flores, creaturas de mi mente y Leo, mi mejor amigo.

Nos conocemos desde hace diez años, nos conocimos cuando tenía ocho años, cuando nos mudamos a esta ciudad y mamá conoció a Michael. Recuerdo que conocí a Leo, por que unos niños lo molestaban por su peso y yo lo defendí, cuando era niño esta muy gordo, pero al pasar los años bajo mucho de peso, con dieta y mucho ejercicio, y debido que es parte del equipo de Fútbol de la escuela.

Desempaque mis cosas, algunas la guardé en su lugar mientras otras la lleve al cesto. Encendí mi computador, en una pagina social donde todos estabamos, todos subían fotos del verano pero ninguna de Leo. Cerré el computador, y baje la escalera, estaba dispuesta a salir cuando mamá me llamó. -¡Amber!
-¿Si mamá? - dije en la puerta.
-El no esta en casa - dijo ella.
-¿Y dónde esta? - dije y caminé hasta la cocina.
-En Italia - dijo ella.
-¿Como sabes eso y yo no? - dije y me senté esperando su respuesta.
-El te envío un mensaje, pero no le respondiste así que vino a mi - dijo ella.
-Mi teléfono se rompió - dije
-¿Cómo? - entró Michael a la cocina.
-Estaba arriba de un árbol y se calló.
-¿Y que hacías allá arriba? - dijo mamá y dejo lo que hacía, colocó ambas manos en su cadera - Tu padre no estaba allí.
-Si estaba, pero el no me tenía con una correa como ciertas personas - dije refiriéndome a ella, ella me miró mal. Y volví a mi habitación, pero me quedé dormida.

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