"C6: Peleas"

4 0 0
                                    

Era lunes, había pasado un día desde mi cumpleaños, Leo no me llamó, ni envío un mensaje, ni nada. Descubrí gracias a las fotos subidas por Rebecca que estaban en una casa de campo de los padre de Rebecca.

Llegué a la escuela, con el auto que papá me había regalado, al estacionarme vi el auto de Leo en el estacionamiento. Al ver el auto volvieron a mi todo el enojo que sentí el domingo por la mañana.

Era la hora del almuerzo, caminaba entre los estudiante, y algunas mesas, vi a Leo hablando con sus amigos del equipo de Fútbol. Alguien me tomó del brazo, giré mi cabeza, era Rebecca con una gran sonrisa en su rostro.
-Hola Amber - dijo ella. - Supe que el sábado fue tu cumpleaños.
-Si ¿que hay de nuevo con eso? - dije y moví el brazo para que me soltara.
-Lamentó que Leo no estuviera, lo entretuve. Lo siento.
-Seguro... - iba a decir algo pero me detuve y reí.
-¿Que es tan gracioso? - dijo ella con el seño fruncido.
-Lo cómico que es verte creer que realmente le importas a Leo - dije, moví los hombros, su rostro cambió por completo. - Cuando terminé de usarte, te votará cariño.

Ella me golpeó en la mejilla, dejándome la mejilla roja. -¡Oye Rebecca! - dijo detrás de mi Leo. -¿Por que diablos hiciste eso? - Leo parece molesta.
-Ella dijo...
-No me importa, no debes pegarle - dijo el, callado a Rebecca. -Vamonos Amber. - tomó mi brazo y me moví bruscamente haciendo que me soltara.
-No me toques - le dije. Y el estaba confundido, pestañeo varias veces.
-Hey ¿que pasa?
-Olvidaste mi cumpleaños, idiota - dije.
-Tenemos que hablar de eso...  - tomé un vaso con jugo de un compañero y se lo arroje a Leo. -¡Amber, ¿que diablos?!

Salí del lugar con algunas personas murmurando, y riendo. Entré al baño de chicas, me encerré en unos de los cubículos. Las lágrimas comenzaron a caer de mis ojos, escuché entrar a algunas chicas, subí mis pies sobre la tapa del inodoro.
-Rebecca es una tonta - dijo Lucy. Identificaba sus tonos de voz donde quiera.
-Todas sabemos que no debemos meternos con Amber. - dijo Mia.
- Amber es como la hermana menor de Leo. - dijo Megan. Escuché como abría y cerraba su maquillaje. -Leo será mío de nuevo. 

Escuché como la puerta se abrió y se cerró. En todo lo que ella dijo era cierto, Leo siempre me ha tratado como su hermana luego que creció mucho mas alto que yo, que en vez de grasa tiene músculos, y tiene muchas chicas detrás de el.

Esta triste, me sentía muy sola, no se en que momento pudimos cambiar tanto, quisiera volver al año pasado, y seguir siendo los mejores amigos de siempre dónde yo te cuido y tu me cuidas.

Eran las ocho de la noche, estaba en medió de una tarea, alguien toco la puerta. -Entre - dije y dejé mis  deberes y me giré sobre la silla para ver mejor la persona de la puerta, era Leo. -¿Que haces aquí?
-Tu mamá me dejó entrar.- dijo y cerró la puerta.
-Mamá deja entrar a cualquiera, no te emociones - dije y volví hacia mis deberes. 
-Oye, Amber lo siento. - habló el - Se que fue estúpido, pero los chicos me convencieron, creí que llegaría a tiempo.
-Pudiste llamarme,  Alexander Graham Bell invento los teléfonos, genio. - dije sin dejar de ver mi cuaderno.          
-Lo sé, pero Rebecca tuvo mi teléfono todo el fin de semana. Ella es algo posesiva - dijo el como excusa.
-¿Y quieres que me crea eso? 
-¿Que quieres que haga para que me creas? - dijo me hizo girar y ahora lo tenía pegado a mi.
-Nada, Leo. Sigue tu vida cómo hasta ahora.
-Tu eres mi vida... - mi corazón comenzó a latir muy rápido, mis manos sudaban, me sentí un poco mareada. - Siempre has estado conmigo, eres mi mejor amiga en todo el mundo y no te cambiaría por nada en el mundo, tonta. - lo empuje y lo mire mal. 
- Te odio, odio no poder estar enojada contigo por mucho tiempo. - dije y el solo rió - me debes algo muy grande. 
-No me gusta pelear contigo. Este año solo hemos peleado. - dijo y se acostó sobre la cama - Oh, cierto. Tu regaló.- se puso de pie, sacó una pequeña caja de sus bolsillos. Y me la entregó, volvió a la posición que estaba antes.

Era una pequeña caja blanca, con un lazo rojo. Desate el lazo, al abrirla encontré un collar con la letra "L". -¿En serio? ¿Leo? - el se río. Entró la mano en su camisa cerca de su cuello, sacó de ella un collar con la letra "A".
-De ahora en adelante, las chicas sabrán que hay una mujer en mi vida que nunca podrán superar. - dijo y reí.

Abbey abrió la puerta, corrió hasta dónde Leo. -¡Leo! - dijo ella alegré.
-Hola pequeña - dijo y ella miró el collar.
-¿Una "A"? ¿De Abbey? - pregunto ella y Leo me miró.
-Claro, amor - dijo el, Abbey se subió sobre la cama y comenzó a saltar.
-No Abbey - dije y me acerqué a ella, la bajé de la cama.
-Le diré a mamá - dijo y salió corriendo. Leo me tomó de la muñeca, me halo y caí sobre la cama a su lado. Ambos reímos.

Todos parece que esta volviendo a su normalidad.

"Best Friends"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora