"Best Friends"

"C13: Mejores amigos ¿de nuevo?"

Habían pasado algunos días lejos de la escuela, de los exámenes, del estrés. Ahora tenía una pequeña vacaciones de la escuela, por la Navidad y demás. Leo, había enviado cientos de mensajes, otras chicas de la escuela me enviaron otros, sobre el día de la graduación, en las redes sociales sólo se hablaba de eso, ese video se repetía una y otra vez, habían video de cuando Tobby me había llamado zorra. Cerré la lapto, y saqué mi cuaderno de dibujo, me distraje en eso como una hora.

Salí de mi habitación, por algo de comer, pero algo me hizo acercarme al balcón en ma sala de arriba, miré hacía el parque, Leo estaba allí, sobre los columpios, vi como temblaba del frío.
-Le dara hipotermia - dije para mi misma. Volví a mi habitación, tome una de las matas más calientes, mi abrigo y una botas. Luego que estaba vestida para salir, tome una taza de café que mamá había hecho. Salí a la calle, cerré la puerta detrás de mi, crucé hacía el área se juegos para niños. -Morirás - dije, el se sobresalto y me miró.
-Amber... - dijo, le di la manta y se cubrió con ella, y luego el café.
-¿Que haces aquí? - dije luego de unos segundos de silencio.
-Sólo pienso - dijo el, ambos nos sentamos en uno de los columpios.
-He estado haciendo eso, también - moví mis pies un poco para moverme en el columpio.
-Lo siento...- habló luego de unos minutos - Realmente, lo siento. Arruine tu relación con Tobby.
-No te disculpes, yo también te bese - dije, era la verdad. Esos segundos, no solo el me beso, también lo hice y me gustó.
-Este año comenzó mal - dijo el.
-No todo. - dije, el me miró con el ceño  fruncido. - Al final del camino, siempre terminamos tu y yo.
-Eso es cierto, desde los ocho años. ¿Recuerdas la primera vez que hablamos? 

-Si... Esos chicos te molestaban, y tuve que arrojarles agua - dije, y una sonrisa apareció en mi rostro.

-También, cuando estábamos en sexto y soltamos a la rana de la clase.
-Si... - reí - Nos castigaron por días.
-Oh cuando mamá, nos atrapó llevando a Max- Max, es un perro que encontramos y decidimos llevarlo a casa de Leo. - a casa, mamá se enfureció.
-Si - dije animada - Fueron buenos tiempos.
-Los mejores... - dijo el. Nos quedamos en silencios unos minutos, pensaba en nuestras niñez, y todo lo que nos ocurrió en estos últimos días. -¿ Sabes cuando me empezaste a gustar? - dijo el de la nada.
-En Halloween - dije, el negó con la cabeza, el sonreí. -¿Entonces cuando?
-Estábamos en sexto grado, era un día muy caluroso, los profesores no querían dar clases, todos en el salón estábamos molestando menos tú, estabas sentada, dibujando, tu cabello estaba corto detrás de tu oreja, mordías tu lápiz, ese día me gustaste. Ese día ninguna chica me importaba, solo tú.
-¿Por qué nunca dijiste nada? - dije asombrada de que recordaba que hacía ese día.
-No lo sé, miedo tal vez. Creí que si te decía que me gustabas solo ibas a dejar de ser mi amiga, así que solo me conforme con verte todos los días. -lo miré, el bajo su cabeza aún con una sonrisa en sus labios. - Pero luego, no sé que paso, te gustaba otro chico y otros más, y me di cuanta de que no tenías ojos para mi, así que me rendí y las chicas comenzaron a aparecer.
-Lo siento...
-No te disculpes, me quedé con la chica... Tu nena - dijo el, y me miró. En ese momento, no sabía ni que hacer ni que pensar, mis sentimientos hacía el no eran claros. No estaba segura si eran las hormonas o eran mi corazón.
-¡Leo! - dijo una niña desde lejos, ambos giramos y estaba Abbey. Corriendo hacía nosotros, Michael la veía corre hacía nosotros. Leo se puso de pie, y la atrapó entre sus brazos para luego levantarla y hacerla reí.
-Mi pequeña princesa - dijo el, y ella se sonrojo.
-Sabes que esto te convierte en un pedófilo - dije, el sólo río.
-¿Que es pedófilo? - dijo ella curiosa.
-Una cosa mala - dije, y hice una mueca.
-Pues Leo no es eso. El es bueno - dijo ella defendiéndolo. El río victorioso.
-Vamos a casa - dije, y caminamos hacía la casa.