Él chico de al lado.

Capítulo 1

Todo comenzó una mañana, todos dormían en sus habitaciones aun, yo estaba en la mía pero no había podido dormir en toda la noche, estaba nerviosa creo que era porqué hoy me mudaría, sólo estaba recostada en mi cama mirando el techo de mi habitación, luego de unos minutos me senté en la orilla de mi cama me coloqué mis pantúflas y me levanté abrí un poco la cortina y a penas salía el sol, me encantaba esa posición y decidí salir, subí hacía el ático, me dirigí hacía una pequeña ventana que dirigía hacía el techo subí y me senté allí junto a mi diario a ver el amanecer.

Me llamo Lauren Bread, tengo 16 años, acabo de mudarme a España-Madrid junto a mis padres, mi hermano mayor Santiago Bread tiene 18 años recién cumplidos y mi mejor amiga Karla Devries tiene 16 años de edad, somos inseparables, ella vino con nosotros a España para quedarse dos largos años junto a mi familia o más, sus papás fueron de viaje a México y no tuvo más opción que venirse con nosotros. Papá quería estar en un trabajo mejor así que el gobierno de Chile donde vivíamos antes lo trasladó acá, para mi hermano ah sido difícil adaptarse a la noticia pues tenía toda su vida social allá, pero luego se adaptará. Mañana iremos los tres a una nueva escuela no sé como es su nombre exactamente, no sé lo que encontraría aquí, pero tampoco sabía que aquí comenzaría una nueva vida feliz.

Estaba en mi nueva habitación sentada en una vieja silla que había dejado la familia que vivía allí anteriormente, sólo jugaba con mis manos mirando a todos lados, sólo pensaba en que me encontraría aquí. 

¿Qué haces?.-Preguntó Karla mientras caminaba a su habitación cargando una caja que contenía sus cosas.

Ah, nada.-Dije volteando y frunciendo los labios.

Hey lauren, no te preocupes, se que para ti fue dura la noticia de venir a vivir a otro país y dejar todo allá ¡Pero hey!, alégrate hagamos pros y contras.-Dijo ella dejando su caja en el pasillo y acercándose hacía mi, tomó un cuaderno y un lapicero de sus cosas y empezó a escribir.

Mira.-Dijo ella apuntándome con el lapicero a su cuaderno, a ver veamos pros: Puedes hacer nuevos amigos y quien sabe, de casualidad encontrar el amor.-Dijo ella parpadeando rápidamente con voz burlona.

Si, Claro.-Bufé.

Déjame hacer mi trabajo.-Dijo ella poniendo su mano en su pecho como que "Yo soy la que sé". Y contras, no hay ninguna por ahora.-Dijo ella encogiendo los hombros.

Yo tengo algunas cuantas.-Dije alzando mi mano para opinar.

No, dije que por ahora no hay.-Dijo ella cerrando su cuaderno con fuerza, no te preocupes.-Dijo ella abrazándome.

Está bien.-Suspiré y Exhalé.

Karla tomó sus cosas y salió de mi habitación, luego de unos minutos de silencio empecé a mirar toda la habitación y vinieron ideas a mi mente de como decorarlas. Bajé rápidamente a la planta de abajo ya que la casa era de dos pisos, cuando bajé estaba mamá caminando dejando las cosas en la cocina.

¿Que tal hija?.-Preguntó mamá sacando una botella de agua fría para refrescarse.

Bien, iré a buscar mis cosas en el camión adiós.-Dije casi trotando.

Salí de la casa directo al camión de mudanzas, tomé las cajas y las subí a mi habitación una por una luego de estar todas arriba, empecé a sacar las cosas y empecé a decorar, luego de unas horas calculo dos por lo menos terminé sólo faltaba que la trasladarían papá y Santi, cuando estaba uniendo las cajas calló una foto de una de ellas. Miré y era una foto de mis abuelos yo. Ya habían muerto la tomé y me senté en la silla de él tocador, la miré por varios segundos y pasó Santi.

Veo que ya tienes todo listo.-Dijo él mirando toda la habitación.

-Sacudí mi cabeza y suspiré levantándome de la silla.-Si, sólo falta mi cama y está todo listo.-Dije metiendo mis manos en los bolsillos traseros de mi pantalón, ¿y tú?, como vas?.

Recién comenzando.-Dijo él suspirando.

Y cuando piensas acabar.-Pregunté.

Ahora mismo empezaré.-Dijo Caminando hacía su habitación.

Sin responder tomé la foto de nuevo y la colgué con un retrato en la galería de fotos que tenía en la pared posterior donde pondrían mi cama. Salí de mi habitación y me dirigí a la de Karla Estaba guardando su ropa.

¿Que tal, como vas con eso?.-Pregunté sonriendo.

Bien su supongo, termino de arreglar la ropa y está todo listo.-Respondió ella doblando su polera favorita.

Te ayudaré.-Dije sentándome a su lado para ayudarla.

Empezamos a conversar y bromear de una que otra cosa, luego de que terminamos Karla propuso salir a conocer la cuidad. Fui a darme una ducha con agua fría para activar mis músculos, luego de salir de la ducha sequé mi cabello y lo arreglé un poco, me vestí sencilla (Jeans claros, una polera de mi equipo favorito "Barcelona" y unos tenis blancos), me maquille un poco y tomé mi celular vi en la pantalla eran las 5:30, escuché el camión prenderse y me asomé en la ventana vi que él camión ya se iba luego desvié la mirada hacía el otro lado y vi a un chico (Alto, buen mozo, rubio, blanco como vampiro y llevaba la misma polera que traía yo) iba con su celular tecleando algo rápidamente pero no le presté atención, cuando me volteé estaba Santi.

¿Que tanto observas?.-Pregunto él dudoso.

Nada.-Respondí yo algo nerviosa.

Mm, si claro te conozco y se qué es algo.-Dijo el caminando hacía la ventana a ver que era, por suerte él chico ya había desaparecido.-Que manera tienes de distraerte.-Dijo él saliendo de la habitación.

Mi hermano es algo sobre protector.

Idiota.-Me dije a mi misma suspirando, bajé las escaleras mirando mi celular respondiéndo un mensaje de texto de una amiga de mi antiguo país, alcé la mirada y estaba Karla esperándome en el living sentada en el sofá con su celular tecleando.

Estoy lista.-Dije saliendo de casa.-Vamos.

Karla y yo salimos da casa a conocer la ciudad, era hermosa pero aun faltaban muchos lugares por conocer.