Iré a ver sí papá despertó.-Hablé levantándome del sofá del líving.
Santiago asintió con su gran cabeza, y me dirigí a los escalones, antes de subir, pude visualizar en la pequeña ventanilla qué da hacía la cocina, qué había un plato con restos de comida en la mesa, de seguro papá ya salió de la cama, pero de igual manera iré a ver. Llegué a la puerta de la habitación de donde estaba papá pero la manija estaba con seguro.
¿Papá?.-Toqué la puerta para ver sí aún estaba allí.
¿Sí?.-Respondió después de unos segundos.
Papá, soy yo, Lauren.
Ah, sí.-Abrió la puerta.-Pasa.
¿Papá, qué es este cochinero?.-Pregunté al ver él desastre qué había en la habitación.-Un día qué no está mamá en la casa, y haces todo esto.
Sí, es qué estoy apurado.-Dijo él abrochando él botón de su pantalón.
Pero, a donde vas.-Pregunté extrañada.-Ya se te hizo demasiado tarde para él trabajo.
No iré al trabajo.-Respondió sosteniendo sus zapatos.-Iré a buscar a tu mamá en casa de una amiga, esta con Karla.-Sonrió.
Sí, eso lo sé, Santiago la llamó cuando estábamos en él hospital..
¿Fueron al hospital?.-Me interrumpió.
Sí.-Asentí con la cabeza.-¿Porqué?.
No vuelvan a aparecerse en ese lugar ¿Ok?.
Sí, eso mismo nos dijo mamá.-Hablé entrando a la habitación sin quitar la mirada de ella.-Papá donde está mamá?.
En qué una amiga, iré a buscarla porqué su auto se averió.-Hizo una mueca.
Pero, ella me dijo qué su amiga es mecánica y estaba todo bien.-Hice una mueca igualmente.-Qué en 10 minutos estaría aquí.
Papá no respondió más, pero miraba a todos lados.
Papá.-Alcé un poco la voz para qué me hiciera caso.
Qué pasa Lauren.-Dijo estresado.-Debo ir a buscar a tu mamá.-Finalizó saliendo de la habitación.
Papá espera PAPÁ!.-Grité pero no me hizo caso, quería qué me dijera lo qué sucedía con mamá, estaba preocupada.
Bajé corriendo de las escaleras, pero papá ya no estaba en la planta baja, quedé mirando a todos lados y dejé caer mis brazos.
Se fue.-Santiago rodó los ojos.
Sí, ya lo sé.-Me lancé al sofá.
¿Qué hora es?.
1:00.-Respondió Santiago mirando él reloj qué traía en su muñeca.
Gracias.-Me levanté y subí hacía mi habitación.
Al llegar, tomé mi celular y traté de llamar a mamá pero no contestaba su celular, traté con papá pero tampoco contestaba, no sabía a quien llamar para poder llegar hasta mamá, ella dijo qué estaba con él chico qué conocí ayer en el hospital, de seguro es Efrain, pero, no tengo su número de celular, Ash.-Puse mis ojos en blanco.-Me molesta no saber qué está pasando y me preocupa a la vez.
¡LAUREN!.-Gritó Santiago desde la planta baja.-Tienes visita.
Suspiré e exhalé.-¡VOY!.-Grité una vez más.
Bajé las escaleras sin ninguna expresión en mi cara, subí la mirada y vi qué era Dániel, vino, vino como me dijo. Me acerqué a la puerta para recibirlo.
Pasa..
¿Cómo estás princesa?.-Preguntó al entrar.
No tan bien.-Exhalé.-Siéntate.
Gracias.-Dijo extrañado.-¿Qué pasa?, porqué estás mal, ¿Te sientes mal?.
No, no, no.-Lo interrumpí.-No me siento mal, cálmate.-Dije para qué no me hiciera tantas preguntas a la vez sé qué se preocupa por mi, pero tantas preguntas me estrésan aún más y eso es lo qué no quiero qué suceda.
¿Segura?.-Se arrodilló ante mi y tomó mis manos para acariciarlas.
Segura.-Le di un corto beso.
Hey, hey.-Interrumpió Santiago.-¿Qué fue eso?.
Nada.-Reí.
Como qué.-Frunció el ceño.-Como qué nada, se dieron un beso, estás muy chica para eso.
Sí claro.-Bufé.-Cálmate, tú hacías lo mismo con él lampazo de la casa anterior a las 8 años.
Eso, eso es diferente.-Se cruzó de brazos y yo reí.
No, no lo es.
Santiago.-Habló Dániel.-Mira, Lauren y yo, coincidimos mucho, me gusta, es muy linda, sus sentimientos son hermosos, no te dijimos antes de lo nuestro porqué pensábamos qué te enojarías, y no queríamos eso, pero es qué en realidad, ella me gusta, la quiero para mí, quiero cuidarla, amarla, anhelarla, no para hacerle daño, ME GUSTA.. Y con tu permiso.
Santiago lo miró aún con él ceño fruncido, pensé qué se enojaría.
Lo sé, lo sé.-Rió algo satisfecho pero ¿Porqué?.
¿De qué te ríes?.-Pregunté extrañada al acercarme.
Hay, tórtolos.-Nos sacudió él cabello a los dos.-En la escuela!, Se les ve aléguas, en su forma de mirarse, de preocuparse uno al otro, hasta de saludarse.-Se encogió de hombros pero sin quitar la sonrisa de su rostro.
Lo miré confundida.-Pensé qué te enojarías.
No.-Puso una mueca.-Al contrario, me siento bien por ti, hermanita, nunca te eh visto relacionarte con chicos o experimentar alguna emoción amorosa.-Rió leve.-Igual, eso te suma puntos a la lista por haber venido a hablar conmigo y hacer lo correcto.-Dijo refiriéndose a Dániel.
Gracias hermano.-Dijo Dániel empuñando su mano para chocarla con la de Santiago.-La cuidaré mucho.-Finalizó, se encogió un poco producto de qué era unos centímetros más alto qué yo y se acercó a mi para besarme.
Hey, hey.-Interrumpió Santiago.-Hasta allí.
Los tres reímos y nos dirigimos hacía él living a esperar a mamá, papá, Karla y Efrain sí no lo dejaron en su casa, no le eh contado nada a Dániel pero, luego se lo contaré.
Escuchamos un auto llegar en frente de nuestra casa y pensamos qué eran mamá y papá, nos quedamos sentados para esperar qué ellos entraran a casa, YA QUERÍA SABER QUÉ ESTABA PASANDO.
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Él chico de al lado.
RandomLauren Bread, una chica tímida pero a la vez divertida, hace todo lo posible para ver feliz a su familia y amigos, se muda a un nuevo país pero la noticia no le cayó muy bien al principio, no sabía que encontraría allí, pero el tiempo la hizo cambia...