Capitulo 21

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Jim:
Sabía que lo nuestro no funcionaría, eres la persona menos indicada que conozco para una relación seria. Yo te quería, y te aseguro que aún lo sigo haciendo. Pero tu me engañaste, con una perra. Y cagaste todo rastro de relación que había en cada palabra o sentimiento que teníamos. Te entregue todo. Mi confianza. Mi lealtad. Mi amor. Y eso es lo que más me duele, que yo te di todo, y tu me lo devuelves engañándome con una zorra, en plena fiesta, en la que tú sabias, que yo estaba. Habíamos ido juntos, tu mismo me ofreciste ir juntos. Y todas mis esperanzas cayeron al suelo, al vacío, al centro de la tierra. Mi mente quiere olvidarte, pero mi corazón sigue contigo. Duele. Claro que duele. Me siento herida, humillada, traicionada. Tu eras mi razón de vivir. Yo te necesitaba, pasábamos la mayor cantidad del tiempo juntos. Era simple, sencillo, simplemente funcionaba. Y nos complementábamos tan bien, que sólo necesitábamos una pizca de amor para que fuera perfecto. Pero tu no me querías. Tu amor faltaba para que fuera perfecto. El tuyo. No se si en algún momento me quisiste, o si jugaste con migo. Pero ahora ya no se que pensar, ni hacer. Estoy destruida. Y tú sabes de eso. Sabía todo de ti, me contabas cada cosa que pasaba por tu mente. O al menos yo creo que era real. O soy tan estúpida que no me di cuenta de que me estabas humillando. Siempre creí en ti. Que eras buena persona, que eras buen hombre. Que eras un hombre honrado.
Espero encuentres alguien que valore todo lo bueno que tienes, pero que no se entere de tus malos hábitos de idiota.
Tu 'amiga',
Kate Winkle.

Me desperté desesperada y me senté rápidamente en la cama. Mire la hora, diez de la mañana.

¿Porque soñé con el pasado? ¿Acaso haber visto a Jim, me hizo pensar en los malos momentos de mi vida? No lo sé. Pero esta noche la pasé muy mal soñando con el y cuando le escribí esa carta que nunca envíe. Por miedo a ser rechazada y o, ser humillada de nuevo. Pero prefiero seguir con mi vida a pensar en el pasado y quedarme estancada allí. Jim siempre será mi primer amor, si se lo puede llamar así. El fue importante para mí, pero no se si yo para el. Desde que me engañó no podía dormir, y empecé a tener esas horribles pesadillas dos semanas después de que terminara con Jim. Después esos sueños feos se fueron y pude dormir, durante dos meses. Hasta hace unos días que esas pesadillas volvieron. Tal vez fue un presentimiento de que me iba a encontrar con el. Tal vez ese era el pie para que Zack llegará a mi vida. O tal vez me equivoque. No lo sé.

Tocan mi puerta. Bostezo.

Yo solo lo ignoro y me vuelvo a meter en la cama, deseando no volver a soñar con eso.

Siento como alguien se acuesta a mi lado en la cama. Hize un amague para abrir los ojos, para ver quién era, pero lo descubrí, cuando sentí unos labios cálidos sobre los míos.

Sonreí.

- Zack - dije con los ojos aún cerrados.

- Hola - susurro tan cerca de mis labios, que el aire que exhalaba chocaba contra ellos.

- ¿Que haces tan temprano por aquí? -

- Vine para verte y tus hermanos me dijeron que estabas en tu cuarto -

Abrí los ojos de sorpresa - ¿Mis hermanos saben que estás aqui? -

- Si - dijo el frunciendo el ceño.

Me levanté de la cama y fui hasta el placar. Agarre un jean roto y una remera negra sin mangas, con cuello alto. Tomé unas zapatillas, con unas medias bajas, y un saco largo hasta los pies. Hoy llovía.

Lo dejé sobre la cama y Zack se sento.

- Voy a bañarme - le avisé - ¿me esperas aquí o bajas? - pregunté con una sonrisa.

- Bajo, así tienes un poco de privacidad - se paró de la cama y se acercó a mí.

Yo lo tomé de las mejillas y le di un tierno y lento beso. Me dio una sonrisa y salió de la habitación. Fui hasta la ducha y me bañé durante cinco minutos. Luego, al salir, me lave los dientes y me cepille el pelo. Me puse mi ropa y me maquille. Los labios de color piel, delinee mis ojos y les puse rímel. Me los pinte de un color grisáceo y me puse muy poco rubor en los cachetes.

Agarre mi celular y me mire por última vez al espejo. Mi pelo había crecido, unos cinco dedos más arriba de la cintura, ahora mi color castaño era más tirando a rubio, por el sol. Mi piel estaba bronceada, y me encantaba.

Abrí la puerta de mi habitación y me asomé. Escuché voces, la mayoría masculinas, y en eso alguien toca el timbre. Bajo para abrir, pero al llegar, James ya está abriendo la puerta. Me sorprendo y la ira recorre cada centímetro de mi cuerpo, al ver a la persona que se ha dignado a venir y tocar el timbre.

Jim.

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Holahola! Final abierto! Amo los finales abiertos. Dejan con mucha intriga.
¿Que hace Jim ahí?

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Me harian muy feliz!!

Besos sensuales,
Andy..
Kiisses!!

El amigo de mi hermano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora