Capitulo 24

139 7 0
                                    

Mi teléfono empezó a sonar, despertándome del hermoso sueño en el que me encontraba. No tenía ganas de contestar, pero cuando termino de sonar, volvió a sonar de nuevo, así que pensé que tal vez era importante.

Llamada:

- ¿Hola? - pregunté con la voz ronca.

- ¿Kate? - pregunto la otra persona, con la voz preocupada.

- Si, ¿que pasa? -

- Zack.. Zack -

- ¿Que pasó con Zack? - pregunté yo, ahora con la voz preocupada - ¿quien eres? -

- Kate,..Zack esta en el hospital -

Corte la llamada. Zack esta en el hospital. Lágrimas empezaron a caer por mis ojos. Zack.

Me paré rápidamente de mi cama y agarre lo primero que encontré en mi closet, que era un jean negro roto, con un top amarillo, y unos zapatos bajos con plataforma.

Salí corriendo de mi cuarto y baje las escaleras como un rayo. Las lágrimas no dejaban de caer. Mi familia estaba en la sala, junto con Michel, Brad y Ken. Yo pasé corriendo, aún con las gotas de agua que caían por mis ojos y puedo jurar que se notaba. Me miraron con cara de preocupación, pero yo lo único que hice fue salir de la casa y subirme al auto de James.

No tengo ni licencia de conducir todavía, pero algo se. Sólo quiero llegar lo más rápido al hospital y ver a Zack o que demonios esta pasando.

Si lo pierdo, mi vida está arruinada. Yo, yo lo amo y este hombre me cambio de mil maneras diferentes. Me enseñó a valorar la vida que tenemos y no sufrir por cualquier cosa. No llorar cuando tú ex novio aparece en tu casa, porque hay personas que en ese mismo momento están en la calle o ni siquiera tienen familia y no lloran cada dos traspiés. Porque la vida es difícil, pero si aprendes a vivirla, se puede hacer simple. Así que no hay que perder tiempo sufriendo por cosas insignificantes, hay que vivir la vida a pleno. Eso, eso, me enseño Zack Collins. Por eso lo amo y no quiero perderlo.

Tras diez minutos en el auto, tenía diez llamadas perdidas de mis padres y mis hermanos. Llegué al Hospital de Miami y estacione rápido, como pude, y baje corriendo hacia la recepción. Donde me encontré con una señorita con lentes en la punta de la nariz y un rodete bien tirante.

- Hola, busco a Zack Collins - dije entre llantos.

- Si, señorita, le voy a pedir que se tranquilize - me dijo -, respire hondo y ahora buscaré la habitación del paciente - empezó a teclear en su computadora el nombre de Zack.

Traté como pude de limpiarme un poco la cara, ya que debía parecer un desastre.

- Señorita, esta en la habitación 357, en el segundo piso -

Salí corriendo al ascensor y al entrar, la gente que estaba ahí me miraban preocupados. Marqué el número 2 y el ascensor, comenzó a subir.

Al abrirse las puertas salí disparada hacia el pasillo de las habitaciones. Estuve unos cinco minutos hasta que la encontré. Por un lado tenia miedo, de lo que me podía encontrar tras la puerta. ¿Que le pasó? Es una pregunta que nunca me hice. Quiero verlo.

Empecé a abrir la puerta con un poco de miedo. Al abrirla por completo, encontré a una mujer de unos cuarenta y cinco años más o menos, sentada en una silla al lado de una camilla donde descansaba el cuerpo de Zack. Estaba lleno de moretones en la cara, razguños y también en los brazos.

La mujer, al oírme llorando levantó la cabeza hacia mi.

- Tu debes ser Kate - yo no podía hablar -, soy Melanie, la madre de Zack -

Su madre. Era su madre.

- ¿Que le pasó? - pregunté.

- Se,.. peleo con un chico anoche y así quedo -

- ¿Sabe que persona era? - pregunté un poco confundida.

- Creo que es el chico que está en la habitación de al lado -

Me acerqué a la camilla y al verlo tan mal, solté un sollozo. Me senté junto a él en una silla y tome su mano. Pasé mis dedos por sus lastimaduras del brazo y el miedo recorrió todo mi cuerpo. Me levanté bruscamente de la silla y salí de la habitación. Sólo había una puerta al lado de la de Zack. Quería ver quien era el desalmado que lo había lastimado.

Abrí la puerta y al ver a la persona viendo televisión y con las mismas heridas que las de Zack, tal vez peores, el odio y la desesperación se sintieron en todo mi sistema.

Era Jim. Estaba de lo más tranquilo mirando el televisor.

- ¿Que fue lo que le hiciste? - gruñi.

- Kate, puedo explicarlo - trato de levantarse un poco.

- Jim, ¿porque te cuesta tanto olvidarte de mí? Y heriste a la persona que amo - sisee, haciendo que más lágrimas salieran de mis ojos -, y se que el no es capaz de hacer esto, hací que por favor, alejate de mi Jim -

Salí de la habitación y la cerré de un portazo. Me tranquilize un poco y volví a entrar a la de Zack. Mire la hora, 9:00.

Su madre ya no estaba, sólo estaba el. Me senté en la silla al lado de la camilla y nuevamente tome su mano. Apoye mi cabeza en la camilla y empecé a llorar de nuevo.

--

Mire la hora, 6:00 de la tarde. No comí. No hable. No me moví de mi posición. Solo lloré. Lloré y lloré. Zack no se movió. Sólo respiraba. La madre de Zack no ha vuelto.

- Kate - dijo una voz que venía de la puerta.

No alce la vista.

Esa persona me abrazo. Yo solo seguía llorando.

- Oye, tranquila, todo estará bien -

Tras diez minutos esa persona se fue. Nunca supe quien era.

--

Una semana entera pasó. Doctores me pedían que me vaya, cuando terminaba el horario de visitas, mi familia vino muchas veces a decirme que tenia que ir a casa, que ya era hora de volver a California, pero no me importaba. Zack no se ha movido. Y eso me pone muy mal. Estoy desesperada, triste, estoy sufriendo. Pero se que el saldrá de esta porque Zack es mi vida y sin el, yo también moriría. Mi vida depende de el.

--

Hola!! Capítulo muy triste, me costó escribirlo.

Voten y comenten que me hacen feliz por favorrr!!

Besos sensualones,
Andy..
Kiisses!!

El amigo de mi hermano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora