Diez

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Al pasar las puertas, la sala de espera esta repleta de persona y yo estoy tan desesperada que sin quererlo empujo a algunas personas mientras intento llegar a la recepción. Carol me sujeta por los hombros y me obliga a mirarla.

- Cálmate, todo esta bien- niego mientras suelto una risa amarga.

- Ross esta internado, ¿que se supone que esta bien? - vuelvo a negar y me aparto de ella con brusquedad-, es obvio que no esta bien si esta en este maldito lugar. digo alterada, Carol sujeta mi mano y la aprieta con fuerza, aunque se que intenta hacerme sentir un poco mejor, no lo voy a estar hasta saber como esta Ross, él es todo lo que importa en ese momento. 

- Déjame hablar a mi- asiento porque estoy segura de que yo no podría hablar mas que incoherencias. De un momento a otro mi mente se sumerge en una batalla intentando averiguar que es lo que siento pero no logra nada, porque no tengo una respuesta exacta a eso, es confuso. Fueron muchas cosas las que pasaron entre el y yo, mucho tiempo el que pasamos juntos, así que no hay una manera diferente para actuar- Habitación 414, en el ala 2 del tercer piso- Carol me arrastra con pasos firmes hacía el ascensor en el que marca el numero 3 al entrar - ¿Estas bien?

- No, nada lo esta- es lo único que logro decir, el ascensor se detiene y ahora soy yo quien la arrastra a ella hasta que puedo ver la habitación en un pasillo, no lo pienso mucho o mejor dicho nada cunado aro la habitación. Las lagrimas adornan mi rostro rápidamente mientras me acerco hasta poder verlo mejor. Su piel ha empezado a tornarse grisácea y el contorno de sus ojos esta rojo.

- Casi puedo sentir la muerte en este lugar- por el tono que utiliza se que intenta bromear, pero no me parece gracioso asi que la miro de mala manera a lo que ella levanta sus manos en señal de inocencia.

- Déjame sola con él- pido casi en una orden que ella obedece, de inmediato escucho la puerta cerrarse y estamos solos.

Acaricio su cabello y lentamente paso mi mano por su mejilla, cierta electricidad recorre mi cuerpo haciéndome sentir tranquila.

- ¿Como te sientes?- pregunto sin dejar de tocarlo.

- Estoy en un hospital, si pudiera saltaría de felicidad- su tono es débil pero su sarcasmo es mas fuerte que nunca.

 - No es gracioso- digo seria, intento apartar mi mano de su rostro pero él la sujeta.

- No te vayas- pide en un susurro débil y lastimoso.

- Solo quiero saber la razón por la que estas aquí- suspira y me suelta. Me acerco hasta la parte baja de la cama y leo la descripción que hay en la tabla- Drogas. ¿Esto es enserio? - al volver a su lado tengo los brazos cruzados. Él abre el los ojos por primera vez desde que entre.

- ¿Spice girls?, las odias- ruedo los ojos. ¿Problemas, discusiones?

- No es mía.

- ¿Estabas con Mike antes de venir aquí?- asiento, su rostro se torna serio y se perfectamente lo que debe estar pesando- Deberías volver con él entonces- su tono es tan falsamente desinteresado que casi quiero sonreír, pero no lo hago, me limito a mirarlo sin expresión alguna en mi rostro.

- No- digo firme- no hagas esta estupidez, no te comportes asi cuando estoy tan preocupada por ti, no lo hagas, porque no te lo permito- respiro para tranquilizarme- Enserio drogas, ¿por que?

- Laura, una sobredosis no es algo que no pueda manejar por mi cuenta, asi que puedes quedarte tranquila e ir a terminar lo que sea que hacías- deja de mirarme. Ese es él, el típico Ross comportándose como el idiota que es.

Air |RAURA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora