22: "La misma mierda."

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No'ones POV.

No podía negar que su mente era un torbellino violento, cientos de ideas cruzaron por allí, hipótesis descabelladas y a su vez algunas acertadas, incertidumbres y dudas que no podía responder a menos que él quisiera hacerlo. No podía mentir y decir que confiaba plenamente en su inocencia, no podía arriesgarse y poner sus manos en el fuego por él... Porque muy en el fondo sabía que acabaría quemándose. Había llegado a la conclusión de que su vida no fue más que una farsa, un cruel engaño donde la única que no sabía dónde estaba parada era ella.

Años viviendo detrás de sus mentiras, siendo pasiva partícipe de sus atroces crímenes sin notarlo, apoyándolo y amándolo incondicionalmente... confiando en él, en esos ojos miel que conseguían hipnotizarla al punto de dejarla atontada. ¿Quién era más idiota de los dos? ¿Ella que había confiado ciegamente en un delincuente? ¿Él arrastrando a su infierno a la única mujer que valió la pena en su vida? No había encontrado respuesta a ello aún, pero estaba segura de que tampoco tenía interés en saberlo.

Había dedicado a Jason tantos años de su vida que ahora no sabía si arrepentirse por vivir en un engaño o alegrarse por haber tomado lo mejor de él... ambas situaciones eran patéticas, pero entre ambas alguna debía ser mínimamente positiva. Su tristeza no era mérito de él solo sino de Kourtney también, había confiado en esa rubia como si fuera su hermana, había llorado entre sus brazos y confesado sus temores más profundos descubriendo ahora lo más frustrante: ella también ayudó a que viviera en una burbuja.

Sería absurdo considerar que había sido una simple conspiración en su contra, aún a pesar de que desde cierto ángulo eso podría ser una opción, estaba lejos de pensar en ello. Más no podía vivir en el pasado, no quería hacerlo, quería seguir adelante, era malditamente joven, tenía potencial, era bella, podía fácilmente iniciar una vida nueva ¿El problema? Jason estaba enterrado hasta el fondo en su corazón, en su mente, sus sueños y sus pensamientos. Y el mayor obstáculo en ello era ver cada día a su réplica física exacta.

No podía desquitar la frustración, que sentía por Jason, con Justin... Aún a pesar de ser idénticos por fuera sabía que eran mundos opuestos cuando se trataba de intensiones y sentimientos, ninguno tenía un punto en común con el otro y estaba segura de que no lo tendrían jamás. El problema central de su día a día era que vivía bajo el mismo techo que el cobrizo, podía distinguirlos a la perfección solo bastaba que Justin hablara con su usual calidez para notar que no era ni sería su chico malo.

—Barbie ¿Dónde estás?— Y hablando de diferencias evidentes allí estaba una de las más poderosas: Jason la llamaba Ángel, Justin la llamaba Barbie.

—Aquí ... en la cocina..— Exclamó. Estaba sentada sobre la mesa de mármol, con la vista fija en la pequeña ventana que dejaba ver la nieve cayendo sobre la acera, las copas de los árboles se movían a un mismo compás y el viento hacía un sonido extraño, similar a un silbido. Sus manos rodeaban una taza de café humeante, no estaba de ánimos para nada y Justin había notado eso desde el minuto uno. Él sabía de la situación, se lo había contado la noche anterior mientras era un mar de llanto y desconsuelo, cuando todo estaba en su garganta formando un doloroso nudo y no podía hacer más que sentirse frustrada, incluso ultrajada, por el amor de su vida.

—¿Todo va bien, nena?— Sus pasos lentamente llegaron a ella. Su mirada había bajado al suelo, era incapaz de verlo, no quería golpearse de frente con el cruel reflejo de sus fracasos, porque eso había sido su historia con Jason: un fracaso absoluto y total.

—Absolutamente.— Su voz sono casi automática, como si se tratara de una simple máquina repitiendo su grabación. Justin, claramente, no iba a dejar las cosas allí.

—¿De verdad harás esto, Charlotte? ¿Vas a dejar de verme a los ojos como si tuviera la culpa de lo que te hizo?— Soltó una amarga carcajada y le quitó abruptamente la taza de las manos, un jadeo suave salió de los labios de ella mientras escuchaba el ruido de la cerámica contra el lavaplatos. —Contéstame.— Escupió.

—No es así, yo no...—

—¿NO ES ASÍ? ¿Y cómo demonios es, Charlotte? Porque desde que el cabrón está en prisión huyes de mí como si fuera su estúpido fantasma.— La alteración en su tono de voz la hizo flaquear, jamás se había sentido asustada con Justin al lado... pero el radical giro de su temperamento en el último tiempo la tenía desorientada. ¿Qué sucedía con el dulce chico de abrazos y palabras de aliento? Se había convertido en un volátil jóven siempre al borde de la explosión.

—L-Lo siento, Justin-yo..— Sus ojos se inundaron de lágrimas sin poder contenerlas demasiado tiempo, no mentiría diciendo que estaba asustada... pero se sentía angustiada, agobiada quizás y el cambio brusco de su mejor amigo la ponía más enferma.

—Carajo.— Murmuró entre dientes, subió sus manos para jalar de los extremos de su cabello cobrizo y finalmente lanzó un suspiro profundo. —Lo lamento, Barbie. Joder, sabes que no era mi intensión.—Sus manos capturaron la pequeña cintura de Charlotte para hacerla deslizar sobre el mármol, abrió sus piernas e hizo que rodeara su cintura con ellas. —¿Por qué demonios piensas tanto en él? Charlotte, es absurdo está preso por..—

—Sé perfectamente por qué está preso, Justin. ¿Qué pretendes? ¿Que lo olvide de un día al otro? Lo lamento, el amor no funciona de ese modo. De todas formas no lo entenderías.— Gruñó.

—Oh, créeme, lo entiendo. Llevo cinco malditos años como un imbécil detrás de una chica que prefiere a mi réplica en versión criminal. —Ella bajó la vista tragando en seco y eso le dio pie a él para continuar. —Deberías ser más inteligente.—

—Lamento decepcionarte, Justin. No eres Jason.— La angustia se había hecho cargo de inundar cada recoveco de su sistema y los impulsos que defendían a Jase eran involuntarios.

—Todo fue impredecible, sin previo aviso él llevó ambas manos a su cintura, presionó sus dedos haciéndola jadear y la deslizó en el mármol para atraerla bruscamente a su pecho, dedicándole una fría mirada maquiavélica que por un segundo hizo que recordara a McCann.— Puedo ser la misma mierda que él si lo que te gustan son los criminales. —Escupió.—


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¡Ángeles!

Andaré medio ocupadita esta semana, pero calculo que mañana empiezo a escribir  ya el martes termino si me da el tiempo y subo♥ 

¿Qué les parece? #TeamJustin o #TeamJason 😱😱

Comenten mucho y voten que me hacen feliz <3<3


xoxo.Ann.

» Abusive ━Jason McCann. [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora