Capitulo 4; Acabo de empezar

85.3K 4K 244
                                    

Elena se miro al espejo y sonrió, hoy era el día  La doña estaba allí y demostraría el poder que tenia y el que podía llegar a tener.   Salio de la habitación y se encontró con Roberto en el pasillo.

-¿Qué tal dormiste? –El se acerco a ella sonriente

-Como un angelito –Elena le guiño un ojo –Y desperté como un demonio

-Pues bajemos a desayunar, los Barquero ya estarán desayunando –Roberto señalo las escaleras y juntos se dirigieron hacia allí

Los murmullos de los hermanos Barquero y su padre se oían desde fuera de la sala, no se distinguía con claridad lo que hablaban  Pero no era necesario, la doña

-Buenos días señores –Roberto entro a la sala y tras el Elena

-Buenos días –Ella camino hacia el lugar en que Roberto la esperaba y se sentó en la silla que el retiro

-Doña –Gonzalo asintió con la cabeza al mismo tiempo que tomaba su taza de café, los tres hermanos permanecieron en silencio observándola

-¿Esta todo organizado para la inauguración del hotel? –Elena ignoro a todos y fijo su vista en Roberto

-Todo perfecto –El asintió mientras comenzaba a tomar su desayuno –La Hacienda la Chusmita esta en venta, no entera, sino dos hectáreas que limitan con nuestras tierras

-Cómpralas –Elena respondió y todos fijaron la vista en ella, menos Roberto que simplemente asintió –En cuanto todo este preparado, que trasladen la valla

-Bien –Roberto sonrió -¿Vas ahora al pueblo?

-Quiero ir a visitar la parroquia –Elena se quedo pensativa –Después al faraón, tengo que dejar claro con Ariadna los cambios que vamos a hacer 

-¿Quieres que te acompañe? –Roberto miro de reojo a Leonardo Barquero que mantenía la vista fija en ella y no comía

-No, necesito que llames a Marcos, para que venga a darle el visto al bar –miro su reloj y se levanto de su lugar –Y a ver si mañana ya esta aquí mi auto

-Arreglare todo –Roberto asintió

-Hablando de mañana –Elena fijo la vista en Gonzalo Barquero –Quiero ver el informe y facturas de la hacienda.   Todas las cuentas para mañana.  Supongo que no habrá problema ¿no?

-No –Gonzalo trago saliva despacio y asintió –Ninguno

-Bien –salio del salón rápidamente

-Es de mala educación mirar fijamente a una persona –Roberto poso la mirada en Leonardo -¿Tanto te sorprende verla aquí?

-Eso no es de tu incumbencia –El se levanto molesto de su lugar y se marcho

La DoñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora