Elena se miro al espejo y sonrió, hoy era el día La doña estaba allí y demostraría el poder que tenia y el que podía llegar a tener. Salio de la habitación y se encontró con Roberto en el pasillo.
-¿Qué tal dormiste? –El se acerco a ella sonriente
-Como un angelito –Elena le guiño un ojo –Y desperté como un demonio
-Pues bajemos a desayunar, los Barquero ya estarán desayunando –Roberto señalo las escaleras y juntos se dirigieron hacia allí
Los murmullos de los hermanos Barquero y su padre se oían desde fuera de la sala, no se distinguía con claridad lo que hablaban Pero no era necesario, la doña
-Buenos días señores –Roberto entro a la sala y tras el Elena
-Buenos días –Ella camino hacia el lugar en que Roberto la esperaba y se sentó en la silla que el retiro
-Doña –Gonzalo asintió con la cabeza al mismo tiempo que tomaba su taza de café, los tres hermanos permanecieron en silencio observándola
-¿Esta todo organizado para la inauguración del hotel? –Elena ignoro a todos y fijo su vista en Roberto
-Todo perfecto –El asintió mientras comenzaba a tomar su desayuno –La Hacienda la Chusmita esta en venta, no entera, sino dos hectáreas que limitan con nuestras tierras
-Cómpralas –Elena respondió y todos fijaron la vista en ella, menos Roberto que simplemente asintió –En cuanto todo este preparado, que trasladen la valla
-Bien –Roberto sonrió -¿Vas ahora al pueblo?
-Quiero ir a visitar la parroquia –Elena se quedo pensativa –Después al faraón, tengo que dejar claro con Ariadna los cambios que vamos a hacer
-¿Quieres que te acompañe? –Roberto miro de reojo a Leonardo Barquero que mantenía la vista fija en ella y no comía
-No, necesito que llames a Marcos, para que venga a darle el visto al bar –miro su reloj y se levanto de su lugar –Y a ver si mañana ya esta aquí mi auto
-Arreglare todo –Roberto asintió
-Hablando de mañana –Elena fijo la vista en Gonzalo Barquero –Quiero ver el informe y facturas de la hacienda. Todas las cuentas para mañana. Supongo que no habrá problema ¿no?
-No –Gonzalo trago saliva despacio y asintió –Ninguno
-Bien –salio del salón rápidamente
-Es de mala educación mirar fijamente a una persona –Roberto poso la mirada en Leonardo -¿Tanto te sorprende verla aquí?
-Eso no es de tu incumbencia –El se levanto molesto de su lugar y se marcho
ESTÁS LEYENDO
La Doña
RomanceEl pequeño Pueblo de Palmer, no era muy grande y menos conocido Nadie podía pensar que alguna persona importante se interesara en el. Pero así sucedió, una mujer, que poco a poco se fue adueñando del pueblo. Los Barquero, los patrones del puebl...