Elena suspiro al oír los golpes en la puerta ¿No pensaban dejarla dormir? Se incorporo y miro su reloj, ¿las seis de la mañana?
-¡¿Qué pasa? ! –miro la puerta con el ceño fruncido
-Tenemos un problema –Roberto abrió y asomo la cabeza –Han robado tu auto
-¿Cómo dices? –Elena abrió los ojos de golpe -¿Es una broma?
-No, no estoy de broma –Roberto negó con la cabeza –Tu coche no esta, se lo llevaron
-Esto es increíble –Elena salio de la cama bruscamente -¡¿Cómo demonios han podido robarme el auto en mi propia hacienda?!
-No lo se –Roberto suspiro –Jou, Richard y Dilan te esperan abajo, para acompañarte a la comisaría
-Ya voy –Elena paso la mano por su frente, en cuanto la puerta se cerro se dirigió al armario. Sin ninguna gana de buscar ropa, escogió un pantalón baquero y una camiseta de tirantes. Después de vestirse cepillo su cabello y se maquillo un poco
-Buenos días –Richard la esperaba al pie de las escaleras –Aunque no son muy buenos para tu coche
-Déjate de bromas –Elena suspiro y se paro ante el -¿Dónde estan los demás?
-Desayunando –El se encogió de hombros -¿La gente se suele levantar tan pronto aquí?
-Si –ella negó con la cabeza –Tienen trabajo que hacer, no como otros
-Jaja, me parto –el paso el brazo por los hombros de ella y juntos caminaron hacia el comedor
En la mesa se encontraban sentados, Jou, Dilan y Roberto, frente a ellos, Gonzalo, Leonardo y Lucas
-Buenas señores –Elena tomo asiento en su lugar y no pudo evitar sonreír al ver como Richard se sentaba frente a ella, tumbado de lado en la silla y cogía una tostada y la metía de lleno en el plato de mermelada.
-Buenos días nena –Jou la miro de reojo –En cuanto acabemos de desayunar vamos a la comisaría
-¿A la comisaría? –Gonzalo la miro sorprendido -¿Pasa algo?
-Algún capullo le ha robado el coche –Dilan cogio la taza de café y la llevo a sus labios
-¿Cómo? –Leonardo levanto la cabeza bruscamente del plato y la tostada calló de sus manos
-¿Pasa algo? –Elena frunció el ceño -¿Parece que no te agrada que me roben?
-A mi eso no me importa –Se noto nerviosismo en su voz
-Espero que lo encuentren –Lucas miro a Elena –En buen estado
ESTÁS LEYENDO
La Doña
RomanceEl pequeño Pueblo de Palmer, no era muy grande y menos conocido Nadie podía pensar que alguna persona importante se interesara en el. Pero así sucedió, una mujer, que poco a poco se fue adueñando del pueblo. Los Barquero, los patrones del puebl...