Elena entreabrió los ojos levemente y lo primero que diviso fueron unas hermosas rosas blancas que estaban colocadas en un jarrón sobre su cómoda. Movió los labios sintiendo la boca seca, noto como algo apretaba su mano giro el rostro para encontrarse con otra mano sujetándola. Siguió el brazo hasta ver el rostro de Jou, sentado junto a ella en la cama y caído hacia delante, dormido. Siguió pasando la vista por la habitación, para ver a Richard junto a su padre, recostado sobre la pared, a los pies de la cama estaba Roberto, sentado en el sillón y caído hacia un lado, tambien dormido. Al seguir mirando el otro lado y se sorprendió ¿Bernardo? La vista tenia que estar fallándole, trato de incorporarse en la cama para poder ver mejor y sintió un fuerte dolor en el vientre, se dejo caer de nuevo en ella soltando un leve gemido
Rápidamente todos en la habitación despertaron al oír el quejido de ella, abrieron sus ojos de golpes y se acercaron a la cama
-Papa –Cuando Bernardo oyó esas palabras de los labios de su hija dio un paso en su dirección, pero su rostro se contrajo al entender que no se dirigía a el. Elena estaba mirando a Jou -¿Qué ha pasado?
-Tranquila nena –Jou le sonrió levemente mientras apretaba su mano –Vas a ponerte bien
-Nos diste un buen susto –Richard se sentó bruscamente en la cama y Elena hizo una mueca al sentir el movimiento
-Voy a avisar al doctor para que venga –Roberto salio de la habitación rápidamente
-Me, ¿me dispararon? –Elena trato de levantarse nuevamente y de nuevo aquel dolor le atravesó el cuerpo –Agh
-Tranquila –Jou la miro asustado –No debes moverte
-Aggh –Elena noto como su estomago se retorcía y de nuevo aquel pinchazo, el dolor era inaguantable y todo comenzó a dar vueltas, hasta que la oscuridad se cernió sobre ella
-¡Elena –Jou la miro asustado
-Hija –Bernardo camino hacia la cama deprisa
Entonces la puerta de la habitación que se había quedado encajada al salir Roberto se abrió rápidamente y Oscar atravesó la habitación a toda velocidad. Se paro junto a la cama y llevo la mano al cuello de ella
-Solo se ha desmayado –respiro aliviado al sentir su pulso, la tomo suavemente del rostro y la acomodo sobre la almohada, después acaricio su mejilla despacio. Al notar la mirada de todos puesta en el alejo la mano rápidamente –Seguramente será por el dolor
-Ya –Richard lo miro de reojo con el ceño fruncido -¿Estabas espiando tras la puerta?
-¡El doctor ya viene! –Roberto entro en la habitación rápidamente -¿Qué paso?
-Se desmayo –Jou suspiro
-Elena –Una voz grave resonó en su cabeza -¿Elena me oye?
-Umm –despacio ella volvió a abrir sus ojos y se encontró con el doctor
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La Doña
RomanceEl pequeño Pueblo de Palmer, no era muy grande y menos conocido Nadie podía pensar que alguna persona importante se interesara en el. Pero así sucedió, una mujer, que poco a poco se fue adueñando del pueblo. Los Barquero, los patrones del puebl...