-¿Puedo ayudarle en algo? –Leonardo Barquero se paro ante el vehiculo negro que había entrado en su hacienda y miro al desconocido con superioridad.
-Si, puedes –El bajo del coche y señalo el maletero –Saca mis maletas y llévalas a una de las habitaciones
-¿Cómo dice? –Leonardo rió divertido –Me parece que se equivoca, yo no soy un trabajador de esta hacienda. Yo soy el dueño y si mal no recuerdo no le e invitado a ella.
-¿El dueño? ¿Estas seguro de eso? –Una sonrisa perversa se asomo a su rostro –Tu no eres Gonzalo Barquero, así que asumo que eres uno de sus hijos
-El mayor –Leonardo camino hacia el mirándole fijamente
-Así que tu eres Leonardo Barquero –Le miro de arriba abajo y sonrió
-¿Pasa algo? –Lorenzo, el hermano mediano acudió a la ayuda de su hermano -¿Quién es este hombre?
-Yo, soy Roberto Molino –sonrió mirando a los hermanos –El nuevo administración de la Hacienda
-¿Administrador? –Lorenzo miro a su hermano con el ceño fruncido –Papa no dijo nada de un administrador
-Porque el no me mando llamar –Roberto miro su reloj, se le hacia tarde
-¡Muchachos! –Gonzalo Barquero camino hacia ellos acompañado de su hijo menor, frunció el ceño observando al invitado -¿Usted es?
-Dice que es el administrador de la Hacienda –Leonardo contesto furioso y vio como el rostro de su padre se ponía blanco
-Supongo que no hay ningún problema –Roberto levanto una ceja
-No, claro que no –Gonzalo asintió –Llamare a los empleados para que le conozcan
-Ahora no tengo tiempo –Roberto tomo su teléfono –Haga que suban las maletas a mi habitación, tengo asuntos que resolver en el pueblo
-Bien –Gonzalo levanto la mano llamando a un empleado –Lleva las maletas del señor a una de las habitaciones
-Papa ¿Qué significa esto? –Lucas su hijo menor hablo en voz baja, ya que sus hermanos seguían sorprendidos observando
-Tenemos que hablar, seguidme –Gonzalo camino hacia el interior de la casa seguido de sus hijos, entro al estudio y se giro para mirarles –Hace seis meses que la Hacienda comenzó a generar perdidas
-Eso ya lo sabemos –Lorenzo se sentó en uno de los sillones –Pero las cosas ya estan mejor
-Hemos tenido una buena inyección de dinero –Leonardo miro a su padre con el ceño fruncido
-Ese es el tema, ese dinero –Gonzalo camino hasta su despacho –De donde viene
-¿De donde viene? –Lucas entendió que algo iba mal -¿Qué quieres decir?
ESTÁS LEYENDO
La Doña
RomanceEl pequeño Pueblo de Palmer, no era muy grande y menos conocido Nadie podía pensar que alguna persona importante se interesara en el. Pero así sucedió, una mujer, que poco a poco se fue adueñando del pueblo. Los Barquero, los patrones del puebl...