-¿Se puede saber que te ha pasado? –Gonzalo frunció el ceño mirando a Leonardo -¿Te peleaste con alguien?
-No es nada –Leonardo apretó la mandíbula furioso
-Fue un buen gancho –Lorenzo sonreía fastidiando a su hermano
-Cierra la bocaza –Leonardo subió a su caballo -¡Bernardo!
-¡Vamonos! –Lorenzo subió al suyo y miro a los trabajadores que les estaban esperando, entre ellos Oscar
Cabalgaron todos hacia la cerca en la que se encontraba el ganado y después lo guiaron hacia el norte, dirección al arrollo para que las reses pudieran refrescarse.
Cuando todos llegaron al riachuelo, cada uno desmonto su caballo y observaron como los animales pastaban y se refrescaban.
-Oscar –Bernardo observo al muchacho de reojo -¿Tienes idea de lo que le ocurrió a Leonardo?
-No –El frunció el ceño, observo a un jinete que se acercaba y sus ojos se abrieron al observar el rostro de Lucas ¿Golpeado? –Creo que hay esta la respuesta
-¡Hermanito! –Lorenzo rió al ver la cara de Lucas cuando este desmonto -¡No me digas que fuiste tu el que se peleo con Leonardo!
-Olvídame –Lucas paso ante su hermano y se acerco al lago, todos observaron como Leonardo miraba a su hermano fijamente
-¡Se acercan jinetes con ganado! –Uno de los hombres aviso gritando
Todos observaron como Luís Ronzal se acercaba a ellos, seguido de sus hombres y guiando a su ganado
-¡Lárgate de aquí! –Leonardo se planto ante ellos -¡Nuestras reses estan usando este lago!
-¡Podrías haberlas llevado al otro! –Luís lo observo molesto -¡Sabes que este es el mas cercano!
-¡Pues se lamenta! –Lorenzo sonrió mordaz -¡Llevaos esos bichos apestosos de aquí!
-¡Elena me cedió el paso a sus tierras! –El desmonto de su caballo para encararle
Gonzalo y Oscar observaban sin saber muy bien como reaccionar exactamente
-¡Es cierto! –Para sorpresa de todos Lucas se posiciono junto a Luís -¡Elena les dio permiso para traer el ganado!
-¡¿Y tu que te crees que estas haciendo?! –Lorenzo lo miro furioso
-¡Os dije que dejarais tranquilos a mis invitados! –Elena se apareció ante ellos montando su caballo -¡¿Acaso os cuesta tanto acatar una simple orden?!
-¡Nuestras reses estan en el lago! –Leonardo la miro con recelo -¡No se pueden mezclar!
-¡Bernardo! –Elena le miro fijamente
-¿Si? –El avanzo hacia ella
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La Doña
RomanceEl pequeño Pueblo de Palmer, no era muy grande y menos conocido Nadie podía pensar que alguna persona importante se interesara en el. Pero así sucedió, una mujer, que poco a poco se fue adueñando del pueblo. Los Barquero, los patrones del puebl...