Capitulo 10; Una recompensa

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Elena camino por la habitación aun con su camisón puesto, miro el reloj, apenas eran las siete de la mañana.  Se dirigió al baño y abrió el grifo dejando que la bañera se llenase, después se asomo a su balcón para ver como sus trabajadores iniciaban sus labores.  Definitivamente la suerte estaba de su lado ¿o no? Ahora no estaba tan segura

En el instante en que salio al aire frescor y poso sus ojos en el patio de la Hacienda lo primero que vio fue a Oscar, desnudo de cuerpo para arriba y con un simple pantalón de trabajo.  Cargaba el heno hacia los establos, pero entonces dejo de caminar y levanto la cabeza para mirarla, pronto volvió a su trabajo y ella lo agradeció ¿Por qué se había sentido tan incomoda?

Regreso al interior de su habitación y se sentó en la cama pensativa, la noche anterior había logrado averiguar todo lo que se propuso.

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-Te agradezco que pusieras fácil el tema del ganado –Luís la miraba desde el otro lado de la mesa –Estoy seguro de que si no hubieras aparecido aquello habría terminado en una masacre

 

-¿Por qué esa mala relación con los Barquero? –Y al fin tras una comida hablando de su vida como modelo y de la infancia de Luís logro tocar el tema que quería –Y no me digas que no existe tal mala relación porque por lo poco que escuche, prácticamente te estaban echando a patadas

 

-Gonzalo Barquero no me soporta y sinceramente yo tampoco a el –El rostro de Luís se contrajo

 

-¿Y puedo conocer el motivo? –Elena le sonrió

 

-Cuando decidí comprar la Hacienda vecina a la tuya, digamos que a Gonzalo Barquero no le agrado –Luís negó con la cabeza –Trato de impedir de todas las formas que yo me hiciera con las tierras, le propuso otra oferta al dueño, incluso hablo con el jefe civil

 

-¿Por qué? -¿Con el jefe civil? Por supuesto, hasta ahora ambos se han apoyado, por el contrario ahora el trabajaba para ella

 

-Muy simple, Los Barquero querían esas tierras, pero en aquellos tiempos ya no estaban en disposición para pagar por ellas –El sonrió triunfal –Y yo conseguí quedarme con ellas

 

-Sin duda una buena inversión –Elena asintió mirando como el camarero les traía el postre

 

-Dime una cosa –La mirada de Luís se volvió suspicaz -¿Que exactamente te llevo a comprar la Hacienda Barquero? Porque si no tengo mal entendido, lo que se vendía eran parte de las tierras, pero tu compraste prácticamente todo, incluyendo la casa. Y no solo eso, además les tienes trabajando para ti

 

-Digamos que es una vieja deuda que tienen que saldar –Elena lo miro fijamente –Y yo siempre cobro mis deudas

 

-¿Entiendo que no lograre mas información? –Luís sonrió divertido

 

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