Este sentimiento es ¿amor?~[HyukHae]~

Todo lleva tiempo

~Narra su escritora~

Donghae estaba en casa, con Min. Dormía luego de dos largo días. Dos días en el que no se ha quitado esa imagen de esa chica y Hyukjae.

-¿Quieres comer algo?- Se sentía un egoísta. Hace días que no hablaba con Min; que no le preguntaba como estaba; como estaba su madre, y después le llamaba por que lo necesitaba y él sin importar que esté haciendo llegó a su casa en menos de cinco minutos.

-No tengo hambre- lo escuchó suspirar- Gracias, Min...- Ese "gracias" significaba mucho, tanto a Sungmin como a Donghae.

-No hay de qué, Hae- El mayor miró a su amigo con tristeza. No se podía creer lo que le había explicado Donghae, no podía. Era sospechoso, muy sospechoso. Cada vez que se justaban todos, Hyukjae siempre hablaba de Hae: De lo mucho que lo quería; como le resultaba tan hermoso cuando se sonrojaba; las cosas que le gustaba de él (que era prácticamente todo) y como quería formar un futuro junto a él-  Estaré abajo por si necesitas algo.

Donghae escuchó la puerta ser cerrada. Se acurrucó aún más entre sus cobijas y volvió a cerrar los ojos, con tranquilidad. Agradecía a Sungmin que no preguntara sobre lo sucedido y que le diera su palabra de que si por alguna razón Hyukjae se acercase a su casa: no le dejase pasar. Aunque observó como su amigo dudaba en ese momento, aún así le dio su confianza en ese aspecto.

………

Hyukjae estaba desesperado. Hee no lo dejaba salir, no sabía porqué. Lo único que quería era ir a explicarle a Donghae lo que había sucedido ese día. Intentó alcanzarlo, pero con su pierna enyesada no logró nada, es más, se la empeoró aún más y se llevó unos cuanto golpes de Heechul y un gran sermón del doctor.

Tal vez...si lograba que el mayor saliera en compra de unas galletas que "quería con urgencia" podría salir e ir a la casa de Hae. Era un gran plan. 

-Hee. ¿Podrías..

-Ni lo pienses, mono feo- El mayor sabía muy bien lo que tramaba Hyukjae y no volvería a caer de nuevo como el primer día: Cuando Hyuk le dijo que tomaría un baño y él como el muy buen amigo le fue a preparar la ducha, pero cuando le llamó para avisarle que ya estaba todo listo, no se encontró con nadie en el departamento. Lo encontró en el estacionamiento del edificio, tratando de poner en marcha el auto. Desde ese momento se prometió que no lo dejaría solo por ningún motivo, al menos hasta que mejore su pierna y pueda desplazarse bien.

-Solo quiero galletas- Trató de hacer un puchero que pueda convencer a su Hyung, pero éste no le hizo caso y siguió con la revista vieja que se había leído al menos una diez veces, completa.

-Creo que en la despensa hay de esas galletas de chocolate que tanto te gustan- Le dijo sin mirarlo, viéndose muy pensativo mientras cambiaba de hoja- ¿Las quieres con leche o con café?

Chasqueó la lengua, golpeándose mentalmente por olvidar ese enorme detalle- Con leche, por favor- Se encaminó a su habitación, esta vez murmurando incoherencias por gastar sus fuerzas de gusto y hacerse doler aún más la pierna.

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Ya estaba todo decidido. Donghae sabía muy bien lo que iba hacer respecto a su relación con Hyukjae y, nadie, absolutamente nadie lo haría cambiar de opinión.

Las clases comenzaron, los alumnos tomaron asiento y dejaron de hablar, prestándole atención a la maestra. Unos golpes en la puerta interrumpieron, la profesora pidiendo silencio por completo y dejó pasar al hombre canoso. El señor hablaba con la maestra en la entrada de la sala, sosteniendo un papel blanco que para los ojos de Donghae, era un certificado medico. 

-Muy bien alumnos, sigan escribiendo- Y así lo hicieron, todos escribiendo como si nada hubiera pasado.

………

Hyukjae se encontraba sentado en su sofá; con el termo de Heechul que contenía té, con tres paquetes de galletas y cereales con sabor a frutilla, y como último; encerrado en su propio departamento, con todas las ventanas cerradas y un guardia que rondaba afuera de su sitio por alguna alerta de escape. ¿Heechul? Heechul se encontraba en la escuela, cumpliendo el favor de Hyukjae.

-Encerrado en mi propio departamento. No me lo puedo creer- Suspiró por quinta vez en tan solo un minuto. Siguió tomando de su té y comiendo una que otra galleta.

Esa mañana se había levantado con todos los nervios de punta, arreglaría las cosas con su novio, pero justo cuando se abrochaba la camisa sosteniéndose de tan solo uno de sus dos pies, Hee entró a su pieza, le quitó la camisa y lo acostó. Ahora solo esperaba que Heechul cumpliera con lo que él le había hecho prometer.

………

-HaeHae, por favor escucha, no es lo que tú crees.

-Heechul, te agradezco que intentes ayudar a Hyukjae, pero yo quiero hablar con él. Esperaré hasta que pueda venir al colegio. Y dile que no lo quiero ver en mi casa, por favor.

-Está bien, HaeHae- El mayor lo abrazó y besó su mejilla. Ellos dos no tenían porqué llevarse mal, después de todo el problema era solo entre Hyuk y Hae- ¿Vamos a comer?

-Vamos.

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Hyuk se aferró a los brazos de su hermana, mientras que Heechul le sobaba la espalda, Yesung sostenía la leche de fresa de su amigo y los demás le daban palabras de animo a Hyukjae.

-Ya veras que todo se arreglará, Hyuk. No estés así- Sora limpio con sus pulgares las pequeñas lágrimas de su hermano. Le dolía verlo de esa forma, porque rara vez Hyukjae lloraba de esa forma, él siempre guardaba sus sentimientos y esta vez al fin había sido la acepción.

-N-No puedo...él no...no me quiere ver- Más lágrimas se escaparon y su cabeza se fue posicionado en el regazo de su hermana, siendo acariciada por unas suaves manos.

-Todo lleva tiempo, Hyukjae- Y así se pasó la tarde en el departamento: Entre lágrimas y más lágrimas. 

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