♡Capitulo cinco♡

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Croos∆.

Me encontraba sentado en el comedor esperando el desayuno. Hoy planeaba marcar a Candas.

- ¿Dónde esta Candas?. - Le pregunté a una sirvienta.

-Ella no quiere bajar amo.- Respondió bajando la cabeza.

Sentí como la sangre dejaba de drenar en mi cuerpo, mi lobo quería salir, estoy seguro que me estaba poniendo rojo de coraje. Subí con una increíble velocidad que ni yo mismo conocía. Abrí la puerta y ahí estaba Candas viendo la ventana tranquilamente.

-¿Cómo esta eso de que no quieres comer?.- Le pregunte tratando de ser sonar calmado.

-No tengo hambre.- Bien se acabo la tranquilidad. Camine hacia dónde ella estaba y la tome bruscamente del brazo, comencé a caminar sin soltarla, bajamos al primer piso y la senté de golpe en la silla.

-¡Vas a comer, quieras o no!.- Le grité y la solté del brazo, unas cuantas lágrimas caían de su bello rostro... Digo rostro.

- Sí, está bien.- Dijo y bajo la cabeza.

-Eso pensé, y apúrate porque me acompañaras a un lugar.

Ella solo me observó y comenzó a comer su desayuno.

(•••).

- ¿A dónde vamos?. - Me preguntó Candas mientras salíamos de la casa.

- A donde pueda matarte sin que nadie te escuché gritar. - Ella me miro con miedo, o al menos eso se veía. - Tranquila, no puedo matarte porque eres mi mate, bueno por ahora.- Dije haciéndola temblar un poco.

Ella ya no dijo nada. Íbamos caminando tranquilamente por el bosque hasta que llegó Bruno.

-Alfa, ¿no necesita nada?.

Estaba yo por responderle pero al ver su estúpida sonrisa dirigida hacia Candas me hizo enfucerme. Volteé la mirada hacia ella y la muy cínica también le sonreía, ambos estaban coqueteándose en mi cara.

-Si, tal vez podrías dejar de mirar a MI MUJER. - Dije gritándole. - Lárgate de aquí y recibirás un castigo ejemplar por mirar a la mujer de un alfa.- Bruno salió huyendo del lugar y yo me gire para ver a Candas, no tenía planeado golpearla pero cuando menos me di cuenta mi puño estaba impactado en su cara, fue tan duro mi golpe que la tire al suelo haciéndola sangrar.- ¡ERES UNA PERRA!. - Le grito y de un momento a otro la sujeto del brazo y la levanto violentamente. - ¡COMO TE ATREVES A MIRAR A OTRO HOMBRE QUE NO SEA YO!, ¿ME VES CARA DE ESTÚPIDO?. - Ella comenzó a llorar.

-M-e e-ee-estas lll-ass-timando.- Me dice y eso me enfurece más.

- No lo hago para que te de risa.- Le digo y la jalo recargandola en el tronco de un árbol. - Planeaba hacer esto despacio pero por zorra te haré sufrir.

Comencé a desprender mi olor de lobo, mis dientes comenzaron a alargarse y a ancharse, mis ojos se tornaron rojo, me acerque a su cuello y la mordí. Enterré todos mis colmillos y deje que toda mi escencia la absorbiera y que mi olor invadiera todo su ser . Ella comenzó a gritar lógicamente por dolor, tengo entendido que este proceso es muy dolorosa para la chica. Cuando al fin termine saque mis colmillos y me aleje de ella, en cuanto la solté ella cayó al pido completamente desmayada.

Me acerque a ella y tenia el mismo olor que él mío. Un extraño sentimiento de querer abrazarla y hacerla mía surgió en mi, mis ojos recorrieron todo su cuerpo, me siento como todo un acosador, mi vista se detuvo, en su cuello, mi marca seguía ahí, pero poco a poco se formo una luna.

La tome delicadamente y la cargué en mis brazos, olía tan delicioso que podría pasarme mi vida oliendola.

(°°°).

💔Candas.💔

Abrí mis ojos, mire a mi alrededor y me encontraba en la habitación de la casa. Intente pararme pero me dolía todo, sentía como si me hubieran matado a golpes, bueno la diferencia es que seguía viva. Sentí un terrible dolor en mi cuello, por instinto lleve mi mano hacia donde sentí el dolor.

-No te lo toques. - Me dijo Croos mientras entraba con un jugo y fruta.

-¿Qué me hiciste?. - Le pregunté enojada.

-Calmate.- Dijo y caminó hacia mi, yo me arrime hacia el otro lado de la cama y él puso su la fruta y el jugo en la mesita, soltó un leve suspiro. - Sólo te marque como MÍA.

- Pero si yo no soy tuya.- Él se dispuso a observarme sin mostrar alguna emoción.

-Desde el momento en que te vi por primera vez te convertiste en mi propiedad. - Se puso de pie y camino hacia la ventana sin mirarme.

-Pero yo no quiero ser tuya.- Él volteó su cabeza y me observo, en cuestión de segundos estaba frente a mi.

-No me importa si quieres o no.- Cerró los ojos y respiro profundamente. - Eres MÍA y punto. - Se volvió a parar y camino hacia la salida dejándome sola.

En cuanto Croos salio corrí al espejo y me analicé, no había cambiado nada en mí, me mire de arriba a abajo, mis ojos se detuvieron en mi cuello, tenia una horrible marca, era como un chupetón pero con marcas de dientes, extrañamente se podría observar una luna llena, apenas comenzaba a formarse pero se podía ver ya la forma. Me volví a tocar con las manos y en cuanto mis dedos rozaron esa parte dolió horrible, dolió tanto que solté un grito.

Después de analizarme, camine hacia mi armario, busque entre el mascadas, playeras, suéteres, bufandas o algo que pudiera cubrirme el cuello. No le daría la satisfacción de lucir esa horrible marca.

Mi madre siempre me decía que una mujer tenia que darse ella misma su propio lugar y jamás dejarse manipular o humillar por un hombre.

Hablando de mi madre, ¿Cómo estará?. Probablemente desesperada y yo aquí sin poder hacer nada.

Aleje esos pensamientos y guarde los accesorios que cubrirían mi cuello.

Tocaron la puerta y era una sirvienta.

-Señora, la cena ya esta lista, el amo ha pedido que baje de inmediato. - Dijo con un tono de mucho respeto hacia mí.

Estaba por decir que no tenia hambre, pero de todos modos Croos me obligara a bajar.

-Sí, vamos.- Cuando estaba a punto de salir recordé la marca.- Espérame unos segundos afuera.- Ella asintió y salió de la habitación.

Camine hacia el cajón y saque una mascada color morada, me la acomode y salí.

Cuando llegamos al comedor sólo estaba Croos y los platos de comida servida. Cuando él se percató de mi presencia voltio y me sonrió, su sonrisa desapareció cuando me vio mi cuello. Camino rápido hacía mí .

- ¿Por qué demonios te cubriste el cuello?. - Me pregunto gritándome.

-No quería lucir esa horrible marca, no es un orgullo llevarla.- Él me observo y en unos segundos su puño golpeó mi mejilla.

- ¡NUNCA VUELVAS A DECIR ESO! VUELVES A DECIR ESO Y JURO QUE TE MATÓ. - Me grito y yo solo sobe mi mejilla intentando detener mis lágrimas. Él ya me había hecho llorar mucho,no puedo seguir así.

-P-e-erdon.- No sé ni porque dije eso, sólo se que lo dije.

-Tirare toda la ropa con la que te puedas cubrir mi marca, aunque de todos modos no servirá que te la cubras, después de todo ya tienes mi olor.

El camino hacia la mesa y yo solo lo seguí como estúpida.

-Primera y última vez que te cubres el cuello.

Alce mi cara y lo observe, sus ojos estaban rojos, me miró como si quisiera transferirme miedo, y desgraciadamente lo logró. Una sonrisa de satisfacción inundo su rostro y sus ojos se tornaron nuevamente normal.

Hasta la eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora