♡Capitulo cuarenta♡

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Croos

— Hogar, dulce hogar — dije mientras jalaba una maleta y entraba a la sala principal — ¿les gusta? — les pregunté a Mía y a Candas.

— Sí, se ve más grande que internet — respondió Mía.

Candas río levemente: — Eso es lógico, internet puede ser engañoso... Pero aún así es un bonito lugar — dijo mientras observaba el lugar.

Acabamos de llegar a nuestra nueva casa en la ciudad, es una preciosa casa de un piso, con un jacuzzi, una alberca y unos hermosos ventanales. Tengo que mencionar que Candas prácticamente eligió el lugar, y no me quejó, sinceramente esta preciosa.

— Bien, ya pueden ir viendo que le van a cambiar, o que muebles van a comprar — dije mientras me tiraba en el sofá.

Candas se sentó mientras Mía seguía viendo el lugar: — Croos, hay algo de lo que tenemos que hablar — dijo tornándose seria y fruncí el ceño.

— ¿Qué es lo que... — tocan la puerta y me pongo de pie.

[...]

Candas

Después de llegar, cenamos y justo ahora estoy con Mía en la sala, Croos se esta bañando y cantando en el baño.

— ¿Ya le dijiste? — preguntó Mía y bebió de su taza de café.

Suspiro y ahora yo bebo de mi café: — No, me da miedo, él dijo que no quería ninguno... — respondo frustrada.

Mía ríe: — ¿Entonces cuando le dirás?, ¿cuándo se te noté?

— No, solo... Al fin estamos bien, no quiero arruinarlo... Al menos quiero disfrutar un poco.

— Como quieras, yo digo que es mejor que le sueltes la bomba ya.

— Tienes razón, le diré esta noche.

[...]

Estoy acostada en la cama, Croos se acomoda en ella y me abraza de la cintura, comienza a besar mi cuello pero yo lo detengo.

— Quiero estrenar nuestra cama... — vuelve a besar mi cuello y yo lo detengo.

— Croos, tengo que decirte algo — digo seria.

Croos frunce el ceño y me mira asustado: — Dime...

Estoy embarazada — digo sin más y Croos me mira aún más asustado, incluso podría jurar que se puso pálido.

— ¿Qué? — pregunta en voz baja.

— Serás padre — repito.

Croos inmediatamente se pone de pie y comienza a caminar: — Estas bromeando, ¿verdad? — pregunta mientras se detiene y me mira.

Me pongo de pie y desde el otro lado de la cama lo miro: — No, no bromeo, de verdad seremos padres.

Croos vuelve a caminar y ahora se jala el cabello: — ¡Te dije que no quería hijos! — grita.

— ¿Estas diciendo que yo solo tuve la culpa? ¡Los hijos no se hacen solo de una! — grito.

— ¡Lo se! — grita y se detiene — ¿qué harás con él? — pregunta más calmado.

Frunzó mi ceño: — Tenerlo — respondo — ¿o tú que piensas? — preguntó con ironía.

— No se...

— No me digas que estas pensando en que lo aborte... — digo mientras me acerco a él.

— ¡No! Solo... Necesito asimilarlo — camina con velocidad hacia la puerta.

Croos

Salgo a toda velocidad de la casa, corro hacia la parte trasera y sin siquiera pensarlo me convierto en lobo. Corro a toda velocidad como jamás lo he hecho. Un hijo, tendré un hijo, una persona que se engendró de mi, alguien que esperara que le de un buen ejemplo... Y yo no tengo nada que ofrecerle.

Estoy demasiado aterrado, tengo miedo, además, aún no me siento listo, sigo teniendo pesadillas que parecen reales. No quiero esto, tengo demasiado miedo, y si no puedo defenderlo, y si le fallo como mi supuesto padre lo hizo conmigo, no se ni que mierda siento, no se nada, tengo demasiado miedo... Tengo miedo de fallarle como lo hicieron conmigo.

Llego a un pequeño jardín en medio del bosque, esta lleno de flores pequeñas y ellas producen un delicioso olor. Me siento y miro al cielo. Si mi mamá estuviera conmigo, las cosas serian diferentes, yo se que donde quiera que ella este debe de sentirse decepcionada de mi, se supone que le prometí que cuando tuviera un hijo no le fallaría, y justo ahora le estoy fallando, se supone que debería de haberme alegrado, sin embargo estoy aquí, intentando huir de mi realidad, aferrándome a un tormentoso pasado que ya no tiene sentido, porque justo ahora... Justo ahora mi realidad es mejor que cualquier fantasía.

[...]

Llego a casa, busco ropa en mi maleta que aún no desempaco, me visto y camino hacia la recámara, es casi madrugada.

Abro la puerta y camino hacia la cama, me recuesto y pongo mis manos en el vientre de Candas, lo acaricio y por muy extraño que parezca ronroneo, escucho sus pequeños latidos, son tan suaves, tan preciosos.

Candas se remueve y abre sus ojos volteandose asustada, mi corazón se oprime cuando veo sus ojos hinchados señalándome que lloro, nuevamente la hice llorar.

Croos — murmura.

— Candas — murmuro — perdón... — me arrodillo sobre el colchón y frente a Candas — perdón, yo... Solo estoy asustado, tengo bastante miedo, las pesadillas no cesan, no quiero que él sufra, que ninguno de los dos sufra — las lágrimas resbalan — yo te amo, yo los amo... Eso nunca va a cambiar, solo necesito dejar de tener miedo, miedo a la felicidad... Miedo de mi preciosa realidad.

Candas me mira, bajo mi rostro para secar mis lágrimas, ella, con sus dedos alza mi rostro, se acerca a mi, y besa mis salados labios, movemos nuestros labios mezclando nuestras lágrimas.

Nos mantenemos así por unos segundos, después nos separamos y juntamos nuestras frentes.

— Lo supuse — murmura Candas.

Sonrió. Ella comienza a conocerme: — Lo se — respondo.

Nos separamos y nos sentamos en la cama, yo siento a Candas sobre mis piernas mientras me retranco en la cabecera de la cama.

Pongo mis manos sobre su vientre: — Así que... Seremos padres — digo con una sonrisa.

Ella sonríe: — Sí... Eso parece.

— ¿Cuándo te enteraste?

— Unos días antes de venirnos a la ciudad.

— ¿Fuiste al médico?

— Sí, tengo casi un mes de embarazo — responde feliz.

Sonrió: — Hay que comenzar a comprarlo ropa, quiero que tenga mucha ropa... Como aún no sabemos que será podríamos comprar ropa amarilla, morada... Del color que quieras, también hay que ir comprando su cuna, carriola... Oh, y su cuarto... Mi hijo o hija tendrá muchos juguetes — dije con rapidez.

Candas río: — Tranquilo, aún falta mucho para que nazca, no tenemos porque precipitarnos.

— Quiero hacer todo con calma, mi hijo o hija merece que lo haga con tranquilidad y amor.

Hasta la eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora