- Una sirvienta.
- Si, es cierto.
- Oh.
- Se celebra la eliminación de los asquerosos brujos. - Explico mientras juego con un mechón de su cabello.
- ¿Eliminación?.
- Hace siglos los brujos y los lobos eramos uno sólo, pero los brujos nos traicionaron con los vampiros, hubo una enorme guerra, pero al final los lobos ganamos, lógicamente nuestra rivalidad entre los asquerosos chupa sangre y los repugnantes brujos se hizo más grande, ahora no nos podemos ni ver. En fin por eso se hace esta pequeña feria en la aldea... - Hablo mientras suelto su mechón de cabello.
- ¿Y sólo se celebra en tu aldea?.
- Sí, hace siglos esta era la única aldea, es por eso que el condado esta cerca...
- ¿Para qué es el condado?.
- Somos miles de aldeas alrededor del mundo, algo que nos caracteriza a los lobos es nuestra unión, pero aún así no podemos estar comunicados siempre y a veces las demás manadas necesitan el apoyo de otras, es por eso que se hacen las asambleas en el condado...
- Oh, ¿y a está feria vendrán todas las manadas?.
- Por supuesto, cuando una manada tiene una celebración todos las manadas están invitadas.
Candas baja su cabeza y la acurruca más en mi pecho, se acerca más y sus pechos rozan contra mis costillas provocándome una nueva excitación, la cual trato de evadir.
Ella se aleja un poco de mí y se acomoda en la almohada privándome del excitante roce.
Candas me observa y baja su cabeza, parece como si quisiera preguntarme algo pero no se atreve.- Dilo. - La ánimo.
- Ah, yy-oo mm-me preeguntabaa ssii iría a la feriaa. - Hablo y bajo la cabeza.
Reí. No lo había pensado, se supone que ella como luna de la manada más importante debería de estar colaborando con la feria, pero yo me niego. El sólo imaginarla conviviendo con otros hombres me enfurece.
Gruño, y me enojo más al pensar que ella tiene que estar forzosamente en la feria.
Respiro profundo: - Sí. - Digo y me pongo de pie. - Es pasado mañana. - Tomo unos boxers del cajón de al lado y me los pongo, saco un pans y también me lo coloco.
- ¿Puedo ayudar en algo?.
La miro. Mis posesivos celos de alfa salen a flote.
¿Por qué demonios quiere ayudar?, ¿acaso quiere ver a los hombres de la manada?, ¿quiere huir?, ¿qué acaso no siente la enorme atracción?.
- ¡¿PARA QUE QUIERES AYUDAR?!. - Camino velozmente hacia ella y la tomo del cabello.
Sus manos viajan hacía las mías intentando soltarse, pero lógicamente no lo logra. Sus lágrimas ya bajan por su suave rostro y la leyenda se cumple: Candas logra controlar a la bestia que llevó en mi.
Sin más la suelto y salgo de la habitación extrañamente calmado; bueno mi instinto lobuno esta calmado, pero mi lado humano esta furioso.
Camino hacia mi oficina y me
tiro en mi silla.La leyenda dice que todo lobo tiene que encontrar a esa mujer que logrará controlar su más fuerte instinto animal, si no la encuentra corre el peligro de que se quede con su lado bestial.
La puerta se abre y mi padre ingresa a la oficina.
- ¿Qué pasa?. - Pregunta mientras se sienta en una silla frente al escritorio.
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Hasta la eternidad
LobisomemÉl solo quería ser normal, odiaba ser un monstruo, y ella, ella era parte de esa tortura que a él tanto lo consumía. Ella no tenía la culpa de nada, aún así, él le hizo pagar. Créditos de la portada: @Editorial_21