POV ANASTASIA
Hoy es un día muy importante para mí y en realidad para todos. Mañana Lily cumple 1 año y mis pequeños están por cumplir casi 4 meses. Dios cómo pasa el tiempo. Todos están cada vez más grande y más inteligentes. Los perros están gigantes pero aun así no se separan de ellos.
Estos niños gatean más rápido que nadie y fue una excelente decisión hacerle el cajón que quedo en la cocina. Mide 1,5 metros de largo y 2 de ancho. La base esta compuesta de madera y un colchón blando que está cubierto con una manta de polar.
Los pilares son de madera pero están cubiertos por goma espuma y forrada con tela de polar. Nos demoramos bastante en construirla y terminarla pero el resultado es el mejor. Todos, incluyendo a los tres cachorros caben a sus anchas, incluso si lo perros tuvieran el tamaño adulto cabrían.
Estoy terminando de organizar todo para mañana. Viene toda la familia y aunque suene raro he estado preocupada por alguien. Ha pasado tiempo desde que no sé nada de la madre de Cristian y eso me preocupa. Al final está sola y puede que haya sido dura con ella pero este es el temor de toda madre y creo que me estoy poniendo en sus zapatos y no me está gustando lo que estoy sintiendo. Tengo que hablar con Cristian de esto.
Los bebés están en la cama cuidados con una barrera de almohadas y cojines. Estoy solo con una bata, ya que estoy esperando que Cristian llegue para que los vigile por unos minutos. Desde el día que fue papa por más de 10 horas consecutivas, ha disminuido las horas de trabajo y pasa más tiempo con ellos.
Eso ha hecho que los bebés lo conozcan más y también lo acepten en su mundo. Me encanta cuando ríen y esa risa es por culpa de su padre. Los pequeños cada vez se dan más con él y cuando no está durante el día, lo extrañan pero cuando llega en la tarde se lo comen a besos y no lo dejan solo por unas cuantas horas.
-¿en qué piensas?- dice Cristian cuando entra en la habitación. Esta vestido de manera más informal y se ve muy pero muy sexy. Muerdo mi labio inconscientemente. Desde que nacieron los niños no hemos tenido relaciones y yo estoy que quemo mis bragas. Me hizo adicta a su cuerpo y es su culpa. Veo que sus ojos se oscurecen y se acerca a mí para soltar mi labio.
-no hagas eso. No cuando llevamos tanto tiempo sin sexo. He hablado con tu padre y mi hermano para que se queden con los niños pero nadie quiere quedarse con tres niños pequeños y necesito tenerte en mi cama y desnuda- dice en un susurro.
-Cristian esta los niños presentes, no podemos hacer nada- le digo. Dios como lo deseo pero me tengo que controlar.
-eso tiene solución- me toma de la mano y me lleva al baño. Corre un mueble y este queda justo al lado de la puerta donde él puede mirar a los niños.
-Cristian esto está mal- digo cuando me toma en brazos y me deja en el mueble. Abre mi bata y la deja caer a mí alrededor. Solo llevo sujetador y bragas. Su mirada se oscurece a un mas y puedo ver que sonríe maliciosamente.
-no está mal. Somos un matrimonio que no tiene tiempo para estas cosas, por ende hay que rebuscarlas. Además los tengo justo bajo mi mirada y los puedo vigilar. Además unos minutos no nos hará mal- sé que debo negarme pero esta abstinencia no está matando a los dos.
-está bien pero que sea rápido. Créeme que si nos demoramos más, el trio dinámico que está en la cama vigilado por sus secuaces perrunos. Dios ¿Qué hicimos para tener una vida tan complicada pero feliz a la vez?- digo. Mientras hablo el abre mi sujetador. Le costó porque está en la parte delantera el gancho.
-yo también me he preguntado lo mismo y he llegado a la conclusión que esto está pasando porque nos amamos. Y cuando uno ama como lo hacemos nosotros, la vida se vuelve un poco más difícil pero feliz. Si no estuvieras a mi lado, no existieran esos preciosos pequeños y una hermosa pequeña. Eres mi mujer y también mi consejera y amiga. Eso es lo que le faltaba a mi vida. Hemos peleado, discutido y mandado todo a la mierda pero aun sigues aquí- dice.
Con cuidado deja un camino de besos húmedos desde mi cuello hasta la separación de mis senos. El comienza a jugar con mis pezones y cuando los aprieta con sus dedos una gota de leche sale y corren por mi seno. Mis mejillas se tornan rojas ya que me es vergonzoso.
-no hagas eso- el lame el líquido banco que broto de mí y me mira.
-¿Por qué?-
-porque es para tus hijos- le digo. El sigue con el juego. Pero de vez en cuando mira a donde están los pequeños.
-¿ni un poquito para mí?- dice en tono puchero. Yo niego. Se acomoda entre mis piernas. Una de sus manos está en mi cadera y la otra jugando con el elástico de mi braga.
-pues si no hay de eso, ¿puede haber de esto?- dice acariciando mi clítoris por encima de la tela. Suelto un jadeo y mi cuerpo tiembla. Asiento con la cabeza ante su pregunta.
-me gusta esa respuesta- hunde uno de sus dedos en mi interior y gimo.
-no emitas ningún ruido, mira que los que están en el cuarto tienen buenas orejitas- dice y me besa –no puedo aguantar más. Necesito estar dentro de ti- y si más, corre mis bragas a un lado y entra en mí con una facilidad que me sorprende.
Al tenerlo dentro de mí una vez más, me fascina. Dios como estaba esto. Su cuerpo con el mío, unido por la más simple unión que se pueda imaginar. Lo bueno es que estado tomando pastillas para controlar mi periodo, ya que después de mí embarazo mis hormonas quedaron en cualquier estado menos que el anterior.
Cuando dijo que iba a ser rápido, no imagine que tan rápido. Sus movimientos son tan perfectos y precisos. En una de esas embestidas se clava tan adentro que hubiera soltado un grito si no es porque me calla con un beso. El sigue con ese juego. Tres embestidas suaves y una precisa que me lleva cada vez más cerca del cielo. En una de esas embestidas hace que mi cuerpo convulsione.
-santo... cielo...- digo apenas.
-cariño, si quieres puedo ser tu cielo... pero... de santo... no tengo nada...- dice mientras sigue con su juego. Unas cuantas embestidas y llegue hasta el cielo. Muerdo su hombro para callar mi grito de placer y el gruñe cuando se corre dentro de mí. Deja su frente pegado a mí y sus ojos están abiertos y observando a los pequeños.
-como extrañaba esto- dice en un susurro.
-yo también- digo cuando tengo la respiración más calmada –debo bañarme y tu cuida a lo bebés mientras lo hago- el me besa y me ayuda a bajar. Corre el mueble al su lugar y desaparece del cuarto de baño.
A los minutos estoy bañada y comenzando a vestirme cuando agarro sufriente valor para decirlo, lo digo.
-Cristian- lo llamo. Está jugando con los bebés en la cama.
-dime- no me ha mirado.
-quiero... que Grace conozca a sus nietos- digo con voz firme. Veo que su cuerpo se tensa y luego me mira. Sé que está sorprendido.
-¿Qué?- dice.
-quiero que Grace conozca a sus nietos- vuelvo a repetir. ¿Tan mala es mi idea? Pues yo creo que no.
UN CAPITULO MAS...
ESTOY INTENTANDO ESCRIBIR MAS SEGUIDO PERO NO CUENTO CON MUCHO TIEMPO...
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO...
LAS QUIERO Y NOS LEEMOS PRONTO...
P.D.: ¿QUE LES PARECE LA DECISIÓN DE ANA DE QUE GRACE CONOZCA A SUS NIETOS?
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El Destino: Miradas de amor, Cristian y Anastasia (3 T)
De TodoDos hombres heridos y de gravedad. Una mujer desesperada por su gran amor Tres bebés que vienen en camino que tienen un futuro incierto. Una madre que impedirá a toda costa que su hija siga sufriendo ¿Sera capaz el amor ganarle a la muerte? ¿Sera q...