El Destino: Miradas de amor, Cristian y Anastasia (3 T)

Capitulo 15: No existiría

POV CRISTIAN

-¿para qué quieres eso? Ella no único que nos ha traído son problemas- digo enojado.

-Cristian ¿Cómo estarías tú, si alguien te negara a tu familia, a tus hijos?- dice Ana desde la puerta.

-no me gustaría y me sentiría mal pero es distinto- gruño. No la quiero cerca.

-Cristian, yo ya la perdone. Ella cometió errores pero es humana. Es algo común en los humanos errar. Mi padre también se ha equivocado y yo siempre lo he perdonado, ¿Por qué tu no? ¿Acaso, quieres vivir con ese peso siempre?- me dice. Busco la ventana, necesito mirar mi tierra.

-no lo sé. Asumí que tenía que seguir sin ella. Ana, ella nos hecho de su lado y nos dejó solos, prefiriendo en dinero. Yo no quiero cerca a una persona que lo único que provoca en nosotros es problemas. No quiero- digo mientras cruzo mis brazos.

Siento como se acerca a mí. Por unos segundos estoy tentado en darme vuelta para que está haciendo, pero luego siento sus brazos rodeándome y luego su frente queda afirmada en mi espalda.

-Cristian, tú no sabes lo que yo daría por tener un solo minuto con mi madre. Poder hablar con ella, abrazarla y darme muchos besos en sus mejillas pero no la tengo. Tú la tienes aquí, en este mundo a unos cuantos kilómetros. No te estoy pidiendo que hagas parte de nuestra vida, si no que conozca a sus nietos. Ella solo conoce a Lily pero cuando era una bebé con solo meses de nacida. Mi pequeña ya está por cumplir su primer añito y el par de dos tiene casi 4 meses- me dice.

-tengo miedo- le digo.

-lo sé. Tienes miedo a que te haga daño pero yo solo quiero que conozca a sus nietos, nada más. Nunca me perdonare el hecho que ella nunca los pudiera conocer. Al final, ellos llevan su sangre. Sin ella tu no existirías y nunca nos hubiéramos conocido- ella coloca su mano sobre la mía y me da la vuelta para que la puede ver.

-Ana-

-sin ella no existiría un nosotros, no existía ni los gemelos ni Lily. Puede que no sea la mejor madre del mundo pero es la que te toco. Y debes amarla con todo y sus defectos. Yo no estoy pidiendo que venga a vivir con nosotros y que sea una madre mejor, no puedo porque no me considera la mejor madre, solo una que lo hace lo mejor que puede, dale esa oportunidad- me abraza escondiendo su rostro en mi pecho.

-solo para que los conozca, nada más. Yo no quiero hablar con ella y que ella me hable a mí. Lo que había entre nosotros se acabó. Ella lo dejo muy claro. Yo no quiero nada de ella- le digo en modo de gruñido.

-no lo hagas por ti, hazlo por ellos- Ana indica a nuestros pequeños. Los tres. Los gemelos están afirmados en su abdomen mientras mueven sus pies de manera brusca. Uno de los cachorros duerme plácidamente mientras uno de los bebés lo ocupa de almohada.

Lily por su parte está de pie en la cuna. Ella ya se para pero no camina. Hay días en que casi lo hace pero algo la detiene. Pero sé que tarde o temprano comenzara a caminar y eso si será un problema.

-está bien. Me pondré en contacto con ella para que venga. Ahora hay que pensar el cumpleaños de Lily. Quiero una torta grande de color rosado con flores moradas. Quiero globos pero no tengo ni idea de que es lo que le voy a regalar. El cachorro ya se lo regalaron- le digo pensativo.

-¿torta grande? Cristian, ¿no crees que estas pidiendo mucho? La torta ya está lista y Lara ya tiene la decoración. Mi regalo para ella es ropa es lo único que se hacer y tu... mmm... puedes regalarle... un caballo...- dice Ana.

-Ana es muy pequeña y puede lastimarse- le gruño. Veo que sonríe.

-no ahora. Puedes escoger a un semental con una de las yeguas pura sangre que tienes. En un año más nacería un potrillo o potrilla, se criaría para que fuera manso. Así cuando nuestra pequeña tenga unos cinco años o uno menos, tú saldrías a montar con ella y le enseñaría. Sería como un regalo a largo plazo- me dice. Cuando me lo explica así, es buena idea.