-¡Oh, vamos!- me queje mirando a Scott quien seguía con los brazos cruzados. Tensó su mandíbula y yo gruñi.
-¡No Dana, no! ¡Es una trampa! Estoy más que seguro de que el hijo de puta los va a utilizar a nuestra contra.- gruñe. Suspire mientras me giraba para tranquilizarme, estaba tensa, molesta, y sabía que no iba a pasar nada malo.
-Confío en mi instinto, se que no pasará nada, oh, espera, si que pasará algo.- Asenti mientras pasaba mi mano por mi frente.- Nos desharemos de ellos, los mataremos, conoces el exilio del Ancla? Leí sobre ello, sabes? Creé un echizo junto a Jina, sé como mandarlos a pudrirse, sé como hacer para que ellos no vuelvan. Sé cerrar el libro Scott, hacer que el pasado no vuelva.- Mis ojos se encontraron con los suyos y me acerqué pasando mi mano por sus brazos.- Te amo, y tienes que confiar en mi. No te arrepentirás, te lo aseguro.- Murmure, su mirada se suaviza y asiente.
-Voy a estár en guardia, no voy a relajarme Dana.- Se inclina y presiona sus labios con los míos para luego separarse. Un suave ruido hizo que nos girasemos, para recordar que estábamos en mitad del bosque junto a todas las manadas y más personas, muchas más. Habían ido llegando más lobos, me sentía segura alrededor de ellos. Todos se estaban preparando, la luna llena saldría mañana, y dentro de tres semanas y dos días saldría la luna dorada. Estaba más que ansiosa y asustada. Temía perder, temía llevar a todos ellos hacia un suicidio en masa. Presté atención al moreno que estaba a unos dos metros de nosotros. Varios ignoraron nuestra discusión mientras seguían luchando, unos cuantos estaban en lo más profundo del bosque en su forma animal.
-Perdón por interumpir Alfa, pero, tenemos que mantener la guardia, las brujas..- Su boca se cerró y se aclaró la garganta.- La magia es lo que nos creó a todos, lo sé y se que usted es una bruja.- Asintió.- Pero, los hijos de la brujería, creados con magia negra, no son muy fiables.
-Y tendremos cuidado, yo me ocupare de echizarlos. Lo cual me recuerda que tenemos que hablar con Jina luego. No te preocupes por eso, sólo intenta no morir en la lucha.- Bromeé, varias personas de rieron al oir el comentario. Tomé la mano de Scott y me dirigí hacia un lugar más apartado, éste me siguió sin decir nada y al llegar a uno de mis árboles preferidos, el más viejo que había en ese bosque me apoye en el. Lo había encontrado hace unos días cuando estaba luchando con una de las chicas. Fue divertido, aunque todos lo vieron mas salvaje que otra cosa, pero así eran las peleas.
-¿Sabes que descubrí?- sonreí mientras daba un pequeño salto de felicidad, él se rio al oirme y pasos sus brazos por mi cintura.
-¿Qué a descubierto mi hermosa chica?- Alze las cejas al oírle y negué dejando pasar ésas palabras.
-Descubrí como recuperar a Alec y a Andrea.- sonreí, su sonrisa de borro y alzó las cejas, pareciendo sorprendido y no muy convencido.
-¿Cómo?- preguntó.
-Fácil, la noche de la luna de oro, como solían llamarla, puedo hacer un echizo y con la ayuda del Ancla y la aprobación de varios espíritus pueden volver. Sólo hay un pequeño problema, las almas, con almas se pagan.- me encogi de hombros, sus labios se entreabrieron para protestar pero lo detuve.- Con almas lo pagaré, las de Damian, Madeleine y la 'madre' de Daniela.- Hice comillas con mis dedos.- Ellos son los que harán que vuelvan.-
-Has dicho tres nombres, ¿Sofía?- Preguntó con una leve sonrisa, yo asenti.-
-Mhm, la echo de menos, y necesitaremos su ayuda, ese echizo te deja sin fuerzas.. No creo poder luchar, así que ten cuidado con lo que hacéis.- Señale, él se inclinó hacia mi y dejó un leve beso en los labios.
-A las órdenes Ferwin, pero sigo diciendo lo mismo, cuidado con los Sin nombres.
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Eran las cuatro de la tarde, después de dos horas hablando con Amanda, me intenté dirigir hacia casa, pero se quedó en un intento quando me encontré a Damien. Insistió en invitarme a comer y yo tuve que aceptar, recordando lo que él intentaba hacer. Después de cuarenta minutos en una 'cita' con él, una cita bastante decente para no tener el título. Esta vez sin interupciones y sin hambre, sólo con ganas de tumbarme en el sofá con mi novio me dirigí hacia el piso, donde estaban seguramente Daniela y John.Amanda iría mañana a hablar con Daniela, debía de decirle a John que mañana pasará todo el día con ella, sin separarse. Suspire y pase una mano por mi pelo, todo eran problemas que había que solucionar, es genial ser una bruja que puede hacer todo lo que quiera con la magia. Pero si eso implicaba guerra no me hacía gracia. Subi los shorts negros que llevaba y note el móvil vibrar en mi bolsillo trasero, lo tome y contesté a la llamada, al ver que no salía ningún número en específico.
-¿Si?- Pregunté ante el número desconocido. Una voz ronca se hizo presente y me pareció conocida.
-Los dichos hablan sobre los errores, los errores hablan sobre lo que no se debe de volver a hacer.-
-¿Cómo?- Alze mis cejas al oir las palabras.
-Lo entenderás, Dana, lo entenderás.- unos pitidos siguieron el sonido y supe que colgó. Confundida casi corri para llegar a casa, saque las llaves y abrí la puerta. Al estar dentro me dirigí hacia la sala y me encontré con Vic escribiendo en el móvil.
-Hey.- saludé ella alzó la mirada y sonrió devolviendome el saludo.
-Hola preciosa.- Scott dejo un beso en mis labios y sonreí tomandolo de la camisa para profundizarlo. Al oír las burlas de los idiotas, los ignore unos segundos más para luego separarme.
-¡A callar!- señale sacándoles el dedo medio.
- ¿Que tal te fue con ella?- murmura entrelazando nuestras manos. Me encogi de hombros.
-Digamos que mañana John tiene que estar apoyando a Dani todo el día.- bostece besando su mejilla.
-Está bien, entonces ve a avisar a John, está con Daniela en el cuarto. Dave está intentando cocinar pasta, tienes hambre?- pregunto señalan do hacia la cocina donde Dave parece moverse con familiaridad.
-Oh, no, Damien me invito a comer, su plan de conquista comenzó.- rode los ojos, sentía la presión en mi mano y la mandíbula de Scott tensarse.
-¿Y tu aceptaste?- sus cejas de alzaron y yo me reí.
-Debía de aceptar, y me llegó una llamada muy extraña porcierto, no se de quien, pero me era familiar, como si ya la hubiese escuchado ante.- admiti mientras intentaba evitar el primer tema.
-¿Qué te dijeron?-Pregunta.
-No lo entendí, pero, creo que.. Oh dios! ¡El viejo de la tienda!- salté al recordarlo.- Era su voz, el del papel de la habitación del hotel!- exclamé mientras Scott me seguía mirando confundido.- Descubrimos la fecha de la Luna dorada por sus palabras.-El pareció reaccionar ante las últimas palabras y fruncio el ceño.
-¿Quien es ese viejo?- Me encogi de hombros ante sus palabras y de golpe él los abrió, como si hubiese recordado algo importante.- No intentes cambiar de tema! ¿Te pidió una cita y fuiste?- Casi gritó, las palabras, el timbre de la puerta sino y le sonreí.
-Salvada por la campana!- indique mientras me dirigi a hacia la puerta a toda prisa. Era divertido ver a Scott celoso, sobre todo si era una tontería como ésta. Al llegar a la puerta, gire el pomo y ante mi aparecieron un hombre y una mujer, con una sonrisa y una bolsa cada uno. Alze las cejas al reconocer al hombre castaño. La voz de Scott retumbo por la entrada, y de golpe los pasos se detuvieron
-Oye, no intentes... ¿Mamá? ¿Papá?- el parecía tan sorprendido como yo.
-Hola hijo, ni siquiera llamas.- la mujer parecía sería, pero de golpe se rió como si estuviera bromeando y el señor McDaniels la abrazo por los hombros.
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Dedicado a octa_24
#LoSientoPorNoHaberActualizado
#NoMeMaten.
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Internado de Pijos [Corrigiendo.]
Teen FictionSiempre es "chico malo y chica buena" o "chica mala y chico bueno". ¿Pero qué pasa cuando envían a Dana Ferwin, la hija de uno de los hombre mas ricos, al internado exclusivo de Londres? El mismo internado donde está Scott McDaniels, el diablo en pe...