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Me desperté con el sonido del canto de algunos pájaros desde mi ventana.

Empecé abrir los ojos de poco a poco por la pesadez de los mismos, observé la hora en mi alarma que se encontraba en la mesita de noche a mi lado y faltaban veinte minutos para que sonara. Me levanté perezosa como siempre mandando un mensaje a mi cerebro de que era hora de comenzar a trabajar para poder ir al colegio. Entré al baño y vi el espejo estrellado de ayer, no le quise decir nada a mis padres pero le tendría que decir hoy para que lo remplazaran porque tarde o temprano ellos se darían cuenta del incidente y si pasaba demasiado tiempo, sé que sería peor.

Me duché con toda la calma del mundo, siendo totalmente sincera no quería ir al colegio porque tenía mucho sueño, ya que, ayer no puede dormir nada bien por todas la preocupaciones que tengo en mi cabeza, creo que no duermo desde que todo esto se salió de control hasta ya tengo ojeras del tamaño del planeta tierra debajo de mis ojos, además de unas ligeras bolsas. Salí de la ducha, la cual, no me sacó de los brazos de Morfeo, camine a mi habitación con una toalla enrollada en mi cuerpo, saqué la ropa que me iba a colocar hoy pero la alarma empezó a sonar dándome a entender que aquellos veinte minutos ya habían pasado velozmente, la desactive y volví a lo mío, cuando estaba lista me peiné el pelo y tomé mi bolso, bajé a la cocina para comer llevándome la imagen de mis padres ya comiendo, todavía no me acostumbraba a verlos todos los días en la casa, creo que cuando uan persona se acostumbra a algo, es difícil volver a hacerlo con otra cosa.

-Hola hermosa.- Mi madre habló con una sonrisa, me senté al lado de mi padre y él solo me dedicó una sonrisa que parecía algo rara pero no dije nada al respecto.- Hija, tienes unas ojeras horribles.- Comentó de nuevo mi madre preocupada y tomando mi rostros en sus manos.

-No es nada madre, es que no dormí bien.- Hice una mueca disminuyendo el daño, como siempre hacia.

-¿Por qué no dormiste bien? ¿Pasó algo?- La preocupación salió de la voz de mi padre pero algo en su tono de voz hizo que sintiera que él sabia el porqué de mi mal sueño aunque volví a silenciar mis pensamientos dentro de una caja con llave en mi mente.

Si supieran todo lo que ha pasado en mi vida, se volvieran locos, sin embargo, yo como siempre me quedo callada y mi dolor lo comparto conmigo misma, no obstante, algo parece apuntar a ellos en relación a todos esto pero supongo que si de verdad supieran algo, me lo dirían y no dijeran que mi mente estaba alocada o eso supongo que tiene que hacer un padre aunque igualmente presiento que ellos conocen algo de lo que he estado hablando desde hace tiempo.

-Solo... es que rompí el espejo de mi baño y me sentí culpable.- Mentí, como siempre aunque no era una mentira del todo.

-¿Rompiste el espejo de tu baño? ¿Por qué?- Mi madre ahora se notaba molesta, es que siempre le gusto ese espejo, no sé porqué pero así es.

-Lo siento, es que...- No tenía nada en mi cabeza para convencer a mi madre de algo porque siendo honesta, no hay nada que sea real dentro de los parámetros normales para decirle.

-Es que nada.- Habló colocando mi plato con unos tocinos y huevos en la mesa acompañados con panes tostados pero su acción la hizo de mala gana ocasionando un ruido fuerte contra la mesa de la cocina e hice una mueca sin verla, ya que sentí su mirada atravesando mi piel y todo lo que corresponde a mi anatomía.

-¿Cómo lo rompiste?

Intervino mi padre calmado, todo lo contrario a mi madre que me estaba viendo con su mirada de asesina aunque yo solo empecé a comer, no tenía ninguna idea para engañar a mis padres, mi mente estaba en blanco sin poder encontrar la salida que deseaba.

Sentimientos (Zayn Malik) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora