*Narra James*
Hace un rato la ví, la ví irse con Bryan, me dieron ganas de golpearlo hasta su último aliento pero no, me controle porque ella no es nada mío, ella no me pertenece, una vez leí por ahí que no hay nada más doloroso que aquellos celos que sientes pero de los que no tienes el derecho de pedir justificación y cuanta razón le doy a el o la que se tomó el tiempo de escribir eso.
Lo que ella no sabe, es que entre juegos y juegos yo he ganado mucho, y no me gusta perder. No me puedo dar el lujo de detenerme a querer a alguien. Hoy me desperté como siempre, normal, con la hermosa simplicidad de ser normal, en lo que básicamente soy eficiente, ni tan amargo como el café sin azúcar, ni tan dulce como el resto de ustedes. Pero saben que siento ahora? siento que el café sin azúcar no es nada en comparación a mi amargura, siento que ustedes son tan dulces que empalagan y siento que sólo soy un peón en el tablero y no el rey.
Que me pasa? como falla uno en su propio juego? yo invente las reglas, como puede alguien ganarme en un juego que yo creé? Esta mal, muy mal -Discutía con mi subconsciente- Pero no sé qué.
Aún no puedo creer la injusta idea de que Bryan ganará, me las estoy jugando todas, este es el momento en el que dudo. Sigo en el juego o me doy por vencido?...Soy sólo un cero, si, un cero; el primer número, sin embargo olvidado por que todos usan el uno y lo peor, justo al lado del último. Pero no se preocupen que mi autoestima es alta lo que tengo bajo es la irrealidad, porque hablando en verdades como pocos hablan, soy sólo un cero. No entiendo porque los vicios siempre son de cosas que hacen daño, tanto así que esto ya me mató. Mi maldito vicio por este juego, ya me mató ahora entiendo porque dicen que todo en exceso hace daño y he sobrepasado el exceso...
*Tum tum tum*
Escucho mi puerta sonar como si alguien quisiera derribarla con todas las fuerzas del mundo, bajo corriendo y abro la misma refunfuñando en voz alta:
-Porque tienes que tocar así, estas buscando que te golpee...
-
Cuando ví, ahí estaba ella, tan hermosa como siempre con lágrimas en los ojos, sin dudarlo el yo protector salió de mi, la cargué hasta el sofá de mi habitación cuando me detuve le pregunté con dolor en el alma:-Que te hicieron, bella Emma?
Ella respondió: Pasó otra vez...
-Que te pasó?
-Confie, y las personas como yo no podemos confiar...
-Emma, confía en mí, que te ha pasado?
-Confíe en mi misma, esta vez creí que había salido bien pero al igual que siempre, no fue así, estaba tan confiada, me sentía tan bien cuando escuché aquellas palabras y sentí como atravesaban mi piel y llegaban a lo más profundo de mi, tan heladas como el más frío de los inviernos...
-No cuentes las cosas a medias Emma, termina porfavor me estás matando. Confía en tu y también en mi
-Escuche como me dijeron: No sirves. Y sabes porque dolió? porque en esas palabras hay cierto grado de verdad y yo lo s..
No aguanté, la interrumpí con un beso, con un beso de 1000 x 1000. Un beso distinto.
Y así sin más, sólo salió: Estoy enamorado de ti Emma, y te lo podría repetir una y otra vez.
Vi como su tristeza disminuyó, vi como sus mejillas tomaban un tono más rosado sin embargo también vi como ese momento desapareció en segundos...
No, tú no estás enamorado, dijo ella sin dudarlo; tu sólo estas cometiendo un error.
Emma, te lo digo de corazón.
No, lo dices por confusión dijo fuerte y dejando atrás el sofa, mi habitación y mi casa a paso rápido iba gritando, para enamorarte de mi tendrías que conocerme y tú, tú no me conoces.
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Otro Error, tu.
Подростковая литератураTropezar con la misma piedra debería ser pecado. Del otro lado del mundo pero sin oportunidades? Palabras en las que no creó, pero que me hacen temblar. Nada nunca va a cambiar. Emma Elizabeth Bell Bollini que cosas dices?- Escucho la voz de mi subc...