Todo aquello que sentimos.

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Pov Taekwoon.

Mis ojos permanecían fijamente en aquel hombre serio tan parecido a mi... Más tan diferentes a la ves. Mis ojos presenciaban aquella "ceremonia" donde le daba fin a su vida de soltero. Creía que al verlo así, tan comprometido y enfocado en alguien me alegraría infinitamente de el, que estaría orgulloso por su aquel gran logro, más mis pensamientos y sentir era otro en este momento, tan lejos de lo que creí sentir.

"Ante a mi solo podría apreciar un Leo doblegado, sacrificándose por algo..."

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Tras terminar aquel último ensayo todos los presentes desaparecieron veloz, claro, aún había cosas por hacer. Vi como nuestro padre aún le reclamaba y sus futuros suegros se quejaban sólo haciéndome sentir aún más peor "todo esto lo había provoc loado yo..."

-si pudieran ya lo hubieran colgado, pobre...- escuche a alguien hablar a mi lado y al girar me me encontré con un Ken mirando lo mismo que yo, igual o más pena.
-gracias... Tu igual lo acompañaste, no?- lo mire avergonzado logrando me me mirara serio. Me miró con "pena" para después soltar un gran suspiro. Confundido sólo lo observé en espera de su respuesta.
-descuida, para eso soy su mejor amigo, para los malos y buenos... Momentos...- lo miro de nuevo negando una ves mas.
-perdón. Les e causado problemas, no es así?
-descuida, ya te lo dije, en las buenas y en las malas, algo así como el matrimonio sólo que sin comprometerme tanto, tu sabes. - palmeo mi hombro regalándome su divertida y pícara sonrisa tras sus palabras, siempre con aquel humor. Si Leo lo escuchara estoy seguro que lo golpearía tras aquellas "vergonzosas palabras"- por cierto, ambos son lindos. - susurro con una sonrisa apretando su agarre en mi hombro, mis mejillas se sonrojaron al saber de qué hablaba. - oh~ tan parecido como su guapo padre~

Soltó divertido para después irse a otra parte, sonreí alegre con su " elogio " para después negar con la cabeza "parece un madre grande"

-que sucede? - alce rápido la cabeza encontrando ala pareja de prometidos igual o más seria.
-nada... - mi alegría se esfumó logrando sólo que la atención pasada creciera aún más. - Leo...- quería disculparme y preguntar por ellos más su mirada aguda me hizo callar.
-vámonos ya, es tarde.

Pronunciando aquello tomo la mano de Hakyeon para después salir de aquel gran salón de hotel.

Los tres en silencio caminamos hacia el estacionamiento encontrando un auto ya esperando por nosotros. Y en silencio partimos de aquel gran y lujoso hotel a alguna parte.

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Los minutos pasaban y mi impaciencia igual al no saber a dónde íbamos y también por no saber el paradero de mi familia.

-Leo... -rompí el silencio en el auto ganando me las miradas de todos.
-están en nuestra casa, no me dijiste si tenías algún lugar para ellos, fue en lo único que pude pensar, pueden quedarse por lo mientras ahí, no lo estamos ocupando aun. - sus palabras salieron serias y sin emoción alguna más la incomodidad de Ken me intranquilizaba un poco.
-a que hora llegaron? - la duda de mi cuñado me hizo verle encontrando su rostro emocionado.
-eso de las 5:30pm...
-estupido y no pudiste decirme algo?! Que habías mandado a Leo a buscarlos!- un manotazo fuerte dio contra mi brazo esperando una respuesta más al no obtenerla siguió golpeándome.
- no quise causar tantos problemas...- era todo lo que podía decir a mi favor ya que igual yo sabía que aquel "castigo" me lo merecía.
-tenían que ser hermanos... Dejaran de parecerse. - un bufido salió de sus labios continuando con sus reclamos.

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-oh! Podemos pasar a verlos?! Hace tanto tiempo que los vi~- un entusiasmado N miraba ansioso tras la ventanilla del auto que se detenía frente aquella gran casa.

MI PRIMERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora