Cap 14: Verdades *parte 2*

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**Notas de la autora**
El capítulo va a ser algo fuerte, no lemon coshinotas, bueno... aun no 7u7, pero si digo fuerte es a otra cosa. Bueno después de avisarle, disfruten el capitulo.
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— ¿Por qué le tienes miedo? —  la muchacha no podía sentir la sorpresa en la voz del castaño.

— Todo era felicidad, yo de verdad lo amaba, daba todo de mi, pero al parecer eso no era suficiente. —  la voz de la muchacha se quebraba por pequeños instantes. El guitarrista estaba mudo, escuchando cada palabra de ella — Para él nada era suficiente, no quería que yo tuviera amigos, no quería que saliera ni a la tienda, empezaba a hartarme, pero yo seguía amándolo, mediados del segundo año todo se volvió un infierno.

— ¿Por qué no lo dejaste antes? — Uruha estaba más que preocupado ante el relato de su amiga.

— No lo sé... suena tonto decir que por amor, yo misma me siento ahora una estúpida, pero era lo que en ese momento yo sentía, ese "amor" — la muchacha hizo comillas con los dedos dándole énfasis a la palabra — no me permitía alejarme... no Hasta que estuve al borde de la muerte.

#FlashBack

Habían llegado la pareja de enamorados de una fiesta en la universidad de él, las copas de más eran notables en ambos, pero había algo más que se notaba. Habían discutido por el simple y ridículo hecho de que ella había estado muy "coqueta" con los compañeros de él.

— Te has portado como una verdadera zorra.  — el muchacho empezaba a molestarse aún más.

— ¡Eso no es verdad!

— ¡UNA CONDENADA PUTA! — fuego líquido corría por los ojos del joven — ¿¡QUE QUERIAS CONSEGUIR COLOCANDOTE ESE VESTIDO DE PROSTITUTA?! — el muchacho se acercó a ella, como de un león a su presa, tomó la tela del hermoso vestido negro que ella llevaba, Hide había comenzado a temblar.

— De...detente Ken — ella ya no podía retroceder más, su espalda chocaba con la pared dejándola sin salida.

Pero el muchacho hizo caso omiso del pedido de su enamorada, estaba furioso y altamente celoso, dejando a la vista la verdadera bestia que esta persona era.

— ¡¿ ACASO BUSCABAS QUE TE FOLLEN?! —  Ken tiró con todas sus fuerzas el vestido haciéndolo trizas y dejando al descubierto el brazier negro de ella. — como una ramera... — susurró en el oido de ella y una corriente de nervios la invadió, estaba asustada.

Ella notó un descuido de él e intento escapar, quiso correr hasta llegar a la puerta pero un tirón brusco de su cabello la hizo caer.

— ¿A donde crees que vas? — la voz que él usaba ya no era dulce como antes, ahora era fría, despiadada.

— Déjame ir... por favor — lágrimas se amontonaban en los ojos de ella, pero en vez de provocar lástima hizo que Ken le diera una fuerte bofetada haciendo que la sangre corriera de su labio, Hide soltó las lágrimas que estaba guardando.

— Las putas no lloran  — se acercó peligrosamente a ella y la besó con furia, con odio, haciendo que el labio de la muchacha sangrara aún más. Ken se dio cuenta que ella no correspondía y la cólera aumentó en él, otro golpe y otro, pero ella no lo miraba.

Ken golpeaba sin ni siquiera tomarse el tiempo de observa el estado de la ya maltratada muchacha.

El ya maltratado cuerpo de Hide estaba marcado en varios sitios, no sólo de golpes si no también de mordidas y chupetones, ella sinceramente pensó que ahí iba a morir, la nariz le sangraba y las lágrimas se secaban en su rostro.

— Así que te haces la fuerte... — Ken posicionó ambas manos en el cuello de ella y hacia presión haciendo que ella abriera la boca en búsqueda de oxígeno, él la besaba tratando de que correspondiera mientras también abusaba sexualmente de ella, pero ni así.

Harto ya, la bestia se levantó y pateó el estomago de ella haciendo que esta viera todo negro y le faltara el aire, lo escuchó vestirse y segundos después escuchó como la puerta de su departamento se cerraba con fuerza.

Desnuda, adolorida, humillada, rota, Hide se encontraba tirada en el suelo de su habitación perdiendo sangre tanto por su nariz como de su boca, se sentía totalmente sucia pero no tenía ni fuerzas para levantarse, aun creía que iba a morir ahí.

La muchacha lloraba recordando y contándole al guitarrista lo sucedido, no sabia ni el porque se lo contaba, ni Kyoya sabía toda la verdad como ahora lo sabia Shima. El guitarrista estaba totalmente sorprendido, ofendido, con ganas de llorar, mientras que la muchacha miraba a la nada bebiendose lo poco de sake que le quedaba en el vaso.

— Él... no se como, pero ha conseguido mi número de celular y me llamó justo cuando conversaba con Takanori.

— ¿Él también lo sabe? — Uruha aún no sabia como reaccionar.

— ¡No! ¡Tampoco quiero que nadie se entere, Shima, debes prometerlo! — ella lo miraba alarmada, Uruha asintió repetidas veces y sintió la necesidad de abrazar a ese pequeño cuerpo que fingía ser fuerte.

No lo dudo ni un segundo, la abrazó con fuerza, ella abrió grande los ojos, se sintió débil y por primera vez no tenia miedo de llorar con alguien mas que no sea Kyoya, gritos y sollozos desgarradores salieron de su garganta rota, se abrazó fuerte al delgado cuerpo de Shima.

— Tengo miedo, tengo mucho miedo, Shima — al fin lo reconocía delante de alguien, no podía callar el terrible miedo que sentía de tan solo pensar que Ken se acercara a ella.

— Nadie te hará más daño, pequeña — susurró el castaño acariciando los ahora rojizos cabellos de ella .

— Taka también dijo lo mismo, ¿sabes? — ella sonrió al recordar al vocalista.

— Al chibi le gustas... aunque, el no lo reconocerá, antes muerto que reconocer que dejó de amar a su Miluska — sonrió sin dejar de acariciar el suave y largo cabello de ella.

Hide en medio de sus lágrimas sonrió bobamente y a la vez se sintió culpable al sentir algo por Ruki que al principio la había tratado tan mal y dejar un poco de lado los sentimientos del baterista...

Pledge.  (Fic De the GazettE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora