—Creía que habías dicho que íbamos al sur de Francia, no a este... este tal Southampton —dijo Camila indignada. Estaban en un tren que se alejaba de Londres, rumbo a la costa sur de Inglaterra. Hacía dos días que le habían quitado los puntos a Camila y, al menos en opinión de Lauren, Camila parecía totalmente recuperada y normal. Habían vigilado de nuevo el club la noche antes, pero no había ocurrido nada significativo. La noche en que Camila volvió de los médicos la habían pasado comiendo helado y palomitas —de las que habían hecho buen acopio— y viendo unos DVD en la televisión de pantalla grande de Lauren. Ésta se quedó algo sorprendida al descubrir que lo había pasado en grande, charlando de cine y atracándose de palomitas, cosa que tuvo que reconocer que había hecho aún más agradable la experiencia.—La paciencia es una virtud —replicó Lauren, mirando el paisaje que iba pasando ante la ventana.
—No entiendo cómo se puede confundir el sur de Inglaterra con el sur de Francia.
—No se puede. Bueno, no se debería, dicho así. Una vez leí que un turista creyó que se dirigía a Newcastle, que está muy al norte, desde el puerto de Dover, que está al sur. Cuando la policía por fin consiguió alcanzarlo, había dado unas diez vueltas completas a la autopista de circunvalación de Londres. Así que supongo que nunca se puede subestimar la capacidad de la gente para confundirse.
Camila se echó a reír al oír la historia. Lauren se sintió inexplicablemente contenta de haberla hecho feliz.
—¿Entonces por qué vamos a Southampton y no a Marsella?
—Pues es muy simple, la verdad. Vamos a subir a bordo de un buque en la terminal petrolífera de Southampton que zarpa hacia Port-de-Bouc por la mañana.—¿Eso vamos a hacer?
—Eso vamos a hacer.
—¿Y dónde entra el sur de Francia en todo esto?
—Port-de-Bouc es la principal terminal petrolífera situada a pocos kilómetros de la costa de Marsella.
—Te crees que te lo sabes todo, ¿eh?
—No, estaba todo escrito en lo que nos envió tu padre, que, si no me equivoco, te dije que leyeras y digirieras antes de partir, ¿o no?
—Sí, sí, es que he estado ocupada.
—¿Ocupada?
—Sí, tenía muchas cosas que hacer —dijo Camila a la defensiva.
—¿Como qué?—Oye, ¿eso es una vaca? —dijo Camila, señalando por la ventana.
—Supongo que sí, dado que hace siglos que exterminamos a los osos —dijo Lauren, sonriendo, y cerró los ojos y se arrellanó en el cómodo asiento del vagón de primera clase. Cuando el padre de Camila organizaba las cosas, las organizaba de verdad.
—Bueno, ¿y cuál es nuestra tapadera?—Es difícil, pero creo que nos las apañaremos. Tú vas a hacer de la hija del dueño embarcada en una misión informativa para ver cómo se dirige un barco petrolero y yo voy a hacer de tu guardaespaldas personal. ¿Crees que podremos engañarlos a todos? —En los labios de Lauren flotó apenas una sonrisa mientras se bajaba las gafas de sol de la cabeza.
—Qué graciosa, Jauregui, ja, ja.
—Pensé que te gustaría.
—Jauregui, ¿puedo hacerte una pregunta? —preguntó Camila tras una breve pausa.
—Claro.—¿No me costará una libra?
—Invita la casa.
—¿Qué le dijiste a la doctora el otro día, cuando me fui?
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LA COBARDE (CAMREN)
FanfictionLauren, una detective privada que nunca ha tenido una experiencia amorosa en su vida. Camila, una niña mimada de papá que necesita ser cuidada y protegida y recurre a Lauren en busca de ayuda y quizás, poder conquistarla. ¿Encontraran el amor estas...