—¿Cómo te sientes ahora de verdad? —preguntó Camila, comiendo un sándwich cogido de la gran bandeja que había traído un camarero a su camarote.—Muy delicada... pero mejor —replicó Lauren, que todavía se sentía demasiado frágil para compartir la comida con su amiga.
—¿Quieres hablar de ello? —preguntó Camila entre bocado y bocado.
—¿Tengo que hacerlo?
—No si no quieres.
Lauren suspiró.
—¿Qué quieres saber?
—¿Cómo es que eres virgen a los treinta años?
Lauren miró a Camila, esperando ver señales de desprecio o burla, pero no había nada.
—Cuando era jovencita, adolescente, me enganché a la idea de esperar al hombre adecuado, esas cosas románticas. Soñaba con héroes y heroínas, con matar dragones, luchar contra maleantes, rescatar princesas, todas esas tonterías que te hacen creer de niña.
—¿Querías rescatar princesas?
—Sí, supongo que sí, pero en esos sueños me quedaba mirando, sonriendo mientras se la entregaba al príncipe que me había enviado a la misión.
—¿Siempre emprendías misiones?
—Sí, ya entonces quería ser soldado. Luchar por el bien contra el mal.
—¿Estás segura de que no quieres uno de estos? Están muy buenos —preguntó Camila, ofreciéndole a Lauren la bandeja de sándwiches.
—¿De qué son?
—Hay de todo, carne en lata, queso, gelatina.
—No, no me apetece, cómetelos tú.
—Todo eso sigue sin explicar lo de que seas virgen —dijo, dando un bocado a otro sándwich.
—Me entró la idea de que yo era la guerrera que llevaba a cabo los rescates, nunca la que era rescatada o la que devolvían a alguien. Durante el colegio y luego la universidad, nunca conecté con nadie que encajara con mi ideal de compañero. Y estaba segurísima de que no me iba a entregar a cualquiera. Cuando me alisté en el ejército, me dediqué de lleno a mi carrera. Todo el que se me acercaba salía rebotado tan lejos y tan deprisa que no lo volvía a intentar.
—¿No te sentías sola?
—Entonces no lo pensaba, lo único que deseaba con todas mis fuerzas era recibir una invitación.
—¿Una invitación?
—Para ir Hereford. Ésa era mi meta principal, no había nada más que me importara.
—No lo entiendo, ¿qué tiene que ver Hereford con todo esto? Es un lugar de Inglaterra, ¿no?
—Es el cuartel general del SAS.
—¿Y por qué lo deseabas tanto?
—¿No sabes lo que es el SAS? —preguntó Lauren sorprendida.
Camila se encogió de hombros.
—Una especie de escuadra antiterrorista o algo así.
—Algo así. Es la élite de la élite, la flor y nata del ejército británico o de cualquier otro.
—¿Como los Seals?
Lauren resopló.
—Sí, más o menos, pero esos son bastante blandengues en comparación.
—Lo dirás en broma, he visto la película de Demi Moore, son unos tíos durísimos.
Lauren sonrió.
ESTÁS LEYENDO
LA COBARDE (CAMREN)
FanfictionLauren, una detective privada que nunca ha tenido una experiencia amorosa en su vida. Camila, una niña mimada de papá que necesita ser cuidada y protegida y recurre a Lauren en busca de ayuda y quizás, poder conquistarla. ¿Encontraran el amor estas...