Camila se despertó, con los ojos hinchados y el pelo revuelto, sin saber dónde estaba. Lo recordó todo dolorosamente cuando torció ligeramente la espalda, al incorporarse.
-¡Ay, ay, ay, ay, aaaayyyyy! -se quejó, tocándose con cuidado el esparadrapo que le tapaba los puntos. Apartando la mano, sintió alivio al no ver sangre. También recordó el dolor y la rabia que había sentido cuando Lauren, firme pero cortésmente, cerró cualquier puerta que esperaba que pudiera haberse abierto entre ellas.
-Ja, que le den por saco a ese puñetero robot. ¡Ella se lo pierde! -rezongó.
Entró tambaleándose en el cuarto de baño adyacente y fue recibida por un espejo de suelo a techo. Gimió y dio la espalda a la horrenda visión que le devolvía la mirada.
-Vale, no se pierde gran cosa -murmuró, meneando la cabeza de mal humor.
Al salir del cuarto de baño, recién lavada y con una sudadera varias tallas demasiado grande para ella, fue recibida por el olor a café. Lauren estaba sentada ante su escritorio, contemplando la pantalla del ordenador.
-¿De dónde ha salido el café? -preguntó Camila.
-De un tarrito.
-¿Ah, sí? ¿Quién lo habría pensado?
-Sí, es una chulada, sólo tienes que quitar la tapa y ahí está.
-¿No habías dicho que no tenías café?
-No lo tenía entonces. Lo tengo ahora.
-Has ido a comprarme café. Me conmueves.
-Los robots tenemos que servir para algo -dijo Lauren, sin apartar la vista de la pantalla.
Camila tragó.
-Lo... estooo... lo has oído, ¿eh? -dijo, ruborizándose.
-Mmm.
-¿También tienes pinchada la habitación de invitados? -preguntó Camila hoscamente.
-No.
-¿Entonces cómo?
-Una de mis muchas habilidades, me temo. No sólo tengo un trasero estupendo, sino que además también tengo muy buen oído -dijo Lauren, no sin cierta soberbia.
-¿Hay algo en lo que no seas perfecta?
-Mmmm, a ver... todavía no hablo español bien del todo, pero estoy en ello.
-¿Y supongo que te las arreglas con todos los demás idiomas?
-Con muchos. Los importantes, en cualquier caso.
-¿Sabes montar a caballo?
-Sí.
-¿Hacer una tarta?
-Si no me queda más remedio.
-¿Luchar con cocodrilos?
-Ya es un poco tarde para pedirme credenciales, ¿no? -preguntó Lauren, apartándose por fin de la pantalla y mirando a Camila directamente.
Dios, qué ojos... olvídate, Cabello, ya ha dejado muy claro cómo están las cosas. Para ella no eres nada más que un cheque. Pero Jesús... qué ojos...
-¿Pasa algo? -preguntó Lauren.
-Oh, eeeh, no... nada. Bueno, ¿estás ocupada con mi caso o estás haciendo otra cosa?
-Hemos hecho progresos con el ataque al menos. Mientras dormías, he ido a ver a unos amigos del trullo local. Luego he ido a ver a una persona que conozco en las tripas del Standard.
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LA COBARDE (CAMREN)
FanfictionLauren, una detective privada que nunca ha tenido una experiencia amorosa en su vida. Camila, una niña mimada de papá que necesita ser cuidada y protegida y recurre a Lauren en busca de ayuda y quizás, poder conquistarla. ¿Encontraran el amor estas...