Capitulo 13

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Capitulo XIII

Sentía su corazón casi tan agitado como el mío, sentía como respiraba con dificultad y trataba de recuperar el ritmo. No estaba en diferentes condiciones que yo.

—Ahora… ahora… ¿Cómo piensas que llegue así a la cena? —Preguntó con la voz aún agitada y solo sonreí ante la pregunta.

Salimos rápido de la ducha, después de todo teníamos que apresurarnos, la familia entera, más la cosa a quien George le llama novia, debían de estar esperándonos.

—Como luzco —Apareció por la puerta del baño con el cabello arreglado y haciendo lucir que nada había pasado.

—Como si nunca hubieras hecho el amor con tu mejor amiga —Musité como si esas fueran las palabras más normales, mientras maquillaba levemente mi rostro frente al espejo. No lo escuché decir nada, seguramente no era la frase que esperaba escuchar. Sentí sus manos en mis hombros y luego encogió su estatura. Apegó su rostro al mío y me miró a través del vidrio reflector.

—Deberías omitir esa clase de comentarios —Sonrió con cinismo.

—Lo lamento —Carcajeé— Es mejor que vuelvas a casa, solo diles que estaré en un par de minutos y que… no se preocupen, no les fallaré.

—Está bien, nos vemos en unos minutos —Dio un fugaz beso en mi cien y salió de la habitación, dejándome acompañada del vapor que aún salía del baño. Apenas escuché el sonido de la puerta chocar con su umbral, suspiré sonoramente. 

Aún no podía creer que era lo que había ocurrido hacia un par de minutos dentro del baño de mi casa, de mi habitación. 

Había estado con George, algo que ni en mis más oscuros pensamientos se encontraba. A pesar de que mis piernas aún temblaban, me puse de pie y con dificultad caminé al armario para sacar alguna prenda que me hiciera lucir mucho más bella que… Jesy, después de lo que había ocurrido, debía prepararme para entrar en juego.

—Lamento haber demorado —Sonreí con inocencia apenas entré en la sala de los Shelley. 

— ¡Al fin! —Exclamó  Tom con la expresión más infantil que podía haber visto— Estoy muriendo de hambre y mamá no quería servir la cena hasta que todos estuviesen presentes —Corrió hacia mí, me tomó en sus brazos y me estrujó en ellos— Mamá ¿Ahora podemos cenar? —Miró a su progenitora con los ojos brillantes.

—De verdad, lo siento —Me disculpé con Tom, la verdad era que su mirada, sus palabras ahogadas me hacían sentir culpable.

Finalmente terminamos todos sentados en la mesa disfrutando de la maravillosa cena que había preparado Toni.

—Yo ayudo —Dije sonriéndole a Toni que se paraba de la mesa para retirar los platos.

— ¡Oh! no querida, quédate con los chicos —Sonrió amistosa.

—Si. ________, no te preocupes, yo ayudo a Toni —Me excusó mi madre. Puse los ojos en blanco y negué repetidas veces con la cabeza.

—No se nieguen, ya lo tengo decidido —Hablé con la voz firme y comencé a retirar los platos junto a mi madre y Toni.

Hacíamos un buen equipo en cuánto a lavar, secar y guardar, mientras que los hombres veían el fútbol y los chicos… vayan a saber que hacían… ¡Ok! Confesaré, que mi repentina voluntariedad era solo para esquivar a George y su novia, me molestaba verlos juntos y lavar los platos más escuchar las graciosas historias que comentaban Toni y mi madre, era un plan mucho mejor.

—Ya está todo perfecto, puedes ir con los chicos —Suspiró Toni sentándose en una de las sillas— Gracias por la ayuda. 

Solo sonreí, no me daba cuenta que ser amable, simpática, cooperadora, con los padres de George, me daba puntos y Jesy… solo obtenía un rotundo y gran cero. 

Salí de la cocina y sin ánimos caminé hacia la habitación de donde provenían las risas y gritos de los chicos. Estaba a tan solo pasos de entrar, cuando una mano me jaló sin delicadeza dentro de un cuarto, el baño.

jυѕт ғrιeɴds~ George Shelley~ TERMINADA~ AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora