Capitulo 26

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Capitulo XXVI

Sonrió y besó mi frente. Entrelazó sus dedos con los míos y salimos del baño.

—Rayos, esta casa de un verdadero laberinto —Rió caminando de un lado a otro. Maldita escalera, se había escondido o nosotros teníamos pésimo sentido de orientación.

Logramos dar con una escalera, pero no era la que buscábamos, esta subía y siendo larga y angostaba… daba un aspecto escalofriante.

— ¿El entre techo? —Preguntó pisando el primer escalón.

Sujeté con fuerza su mano e hice que mis pies se apegaran al suelo, no era el mejor plan subir, era muy miedosa y con todas esas películas de terror, mi imaginación volaba alto.

— ¿Qué? —Preguntó volteándose a verme, yo solo sonreí nerviosa— ¡Oh! Ya veo, tienes miedo —Me miró con los ojos traviesos… se burlaba.

—No. Te desafío a que subas, cobarde —Rió y se apegó a la pared, seguramente dándome espacio.

Entrecerré a mis ojos, detestaba que hiciera eso.

— ¿Y que es lo que gano? —Me crucé de brazos, tenía que haber algún tipo de recompensa, o si no… no.

—A ver… Te llevo al cine por tres fines de semanas seguidos, yo invito — ¡Oh! Que tramposo era, sabía que el cine era una de mis debilidades— Más chocolate por una semana —Rió.

— ¡Perfecto! —Reí y comencé a correr escaleras arriba con los ojos fijos en los escalones, la luz no estaba prendida y debía tener cuidado.

Sentía los pasos de George atrás y como carcajeaba viendo mi intento, por primera vez desafiaba al miedo, era una ganadora y todo por películas y chocolate.

Llegué a la puerta y la abrí sin pensarlo, tenía que vencer.

Apenas di tres pasos y me apoyé en mis piernas para recuperar el aire… ¡Cuantos escalones!

George reía detrás de mí y yo rogaba para que prendiera la luz, ya no aguantaba tanta oscuridad, menos si estábamos donde era típico un asesinato en las películas, donde aparecían fantasmas y se escondían los cadáveres. Gracia al cielo, terminó prendiéndola en segundos.

—No sabía que eras tan valiente —Carcajeó acercándose y antes de mirarlo observé todo mi alrededor, habían cajas, sillones viejos y todo tipo de artefactos llenos de polvo.

—No… tienes… idea que es… lo que puedo hacer… por chocolate… y películas —Reí jadeante.

Él seguía riendo y descubriendo cosas en la habitación.

Mientras parecía un niño pequeño explorando un salón de juegos, me dediqué a observarlo, maldición, el no merecía que una chica le hiciera tal daño como Jesy lo había hecho.

—George —Musité sin acercarme a él.

jυѕт ғrιeɴds~ George Shelley~ TERMINADA~ AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora