Capitulo 34

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Capitulo XXXIV

Corría en la oscura noche bajo la lluvia, sin dirección alguna y sin protección, estaba sola, tan sola como me quedaría el resto de mi vida por haber confesado el secreto más grande. Era una gran lección; Hay secretos que eran mejor guardarlos para siempre.

Ni la lluvia lograba cubrir el llanto y al girar mi rostro, me vi parada en medio de una calle vacía, oscura y el miedo comenzaba a inundar mi cuerpo.

Entre el llanto, la desesperación, la angustia y la tenebrosa sensación de peligro, tomé mi teléfono celular y llamé a mi hermana con urgencia, atendió enseguida, quien al escuchar mi voz quebrada y al notar lo cual destrozaba estaba, no tardó en aparecer en la calle.

—Dios, Con que papá y mamá se enteran de esto, te matan ¿Sabes? Y pierdes para siempre la oportunidad de salir a fiestas locas —Dijo divertida. Tenía dos opciones; Una: No se había percatado de mi deplorable estado y Dos: No sería entrometida por primera vez en la vida— ¿Vas a decirme que es lo que sucedió? ¿No creas que soy inocente y no me doy cuenta de lo que te sucede? —Ahám, como lo pensé.

—No quiero hablar —Expresé mas seria que nunca y hasta me asusté cuando vi mi rostro de un verdadero cadáver en el reflejo del vidrio.

Apenas entré a casa, corrí a mi cuarto, cerré la puerta y dejé que el llanto me absorbiera una vez más, ¿Cómo pude haber sido tan inútil? ¡Lo había perdido todo! ¡A mi mejor amigo y a la persona a quien más amaba!

Las fotos pegadas en uno de mis muebles no ayudaban nada, caras divertidas de George y mías, cumpleaños, cenas familiares, paseos al campo… una infinidad de actividades cual no serían las mismas con la ausencia de uno.

Mis parpados comenzaban a caerse producto al cansancio, las lágrimas me habían vencido, cuando mi no muy moderno celular comenzó a sonar con imprudencia. Debía de ser George y para asegurarme, estiré el brazo y agarré el aparato entre mis manos indecisas.

Stacy.

—Hola —Musité con la voz más apagada que nunca. ¿Por qué diablos había contestado? No deseaba hablar con nadie.

— ¡_______! —Exclamó en un doloroso sollozar.

— ¡Dios! Stacy ¿Qué es lo que sucede? —Me senté en la cama, los presentimientos iban y volvían… y cada vez eran más desagradables.

—_______… George…George… — ¿George? ¿Stacy llorando? ¡¿Qué diablos estaba pasando?! No me agrada como escuchaba y todo empeoró cuando pronunció su nombre.

jυѕт ғrιeɴds~ George Shelley~ TERMINADA~ AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora