Capitulo 17

2.1K 129 1
                                    

Capitulo XVII

Tenía a mis labios dibujados en sus ojos como punto fijo y entreabría los suyos desando capturar a los míos, ¡Como disfrutaba torturarme de esta manera! Llegaba a ser cruel y no me quejo, lo estaba disfrutando, quizás con impaciencia, pero en el fondo si lo disfrutaba.

Mordí deseosa mi labio inferior, ¿Por qué no me besaba y ya? Sabía que la tortura también le jugaba en contra.

—Jesy… Jesy esta en la casa —Susurré ahogando lo agitada que me sentía en esos momentos.

—No lo arruines —Susurró otra vez y mi cuerpo tembló por completo al sentir la vibración de sus labios sobre los míos.

De una buena sola vez tomó mi rostro entre sus manos y con euforia besó mis labios. Su carnosa y exquisita lengua no dio tiempo a esperar para adentrarse sin cuidado, pero con sensualidad y placer en mi boca. Esta vez, sintiéndome más entregada a él y sin la timidez que alguna vez hubo, tomé sin temor ni mayor temblor sus manos para arrastraras por mi cuello, pechos, vientre hasta llegar al inicio de mi remera y pronto hundirlas bajo ella. Sus grandes y calientes manos daban los más deleitables masajes en mi piel y a pesar de que cada vez se iban volviendo más profundos y serios, no dejaban ese suave cariño y ternura… No tenía idea de cómo lo lograba, pero era magnifico y nada podría compararse con aquello que me entregaba.

— ¡George! ¡¿Estás ahí dentro?! —Y todo ese mágico, placentero y exquisito momento, desapareció con la chillona voz de su muñeca cuando apareció al otro lado de la puerta, dando suaves golpes que temblaban en mi espalda.

—Dios… —Susurré sin evitar una terrible expresión de miedo ¡Estábamos encerrados! ¡Atrapados!

George aún mantenía sus ojos bien abiertos, ni uno de los dos sabía que hacer, estábamos estáticos.

—Eh… ¡Linda! ¡Voy enseguida, estoy cambiándome de ropa! —Exclamó luego de alejarse ciertos pasos de la puerta.

Tomó de mi mano y comenzó a girar desesperado buscando el lugar que me escondiera a la perfección.

—Perfecto —Lo escuché susurrar.

Abrió un closet, sacó algo de ropa y la dejó caer sobre su cama.

—No hagas ruido, prometo sacarte lo antes posible de aquí —Sonrió dejándome en una posición no muy cómoda dentro del gran mueble.

Solo asentí, no había ni otra opción.

— ¡George! Demoraste bastante… ¡Y andas con la misma ropa! —La escuché ingresar a la habitación.

—Estem… ¡Si! ¿Ves toda esa ropa tirada en la cama? Bueno, pensaba ponerme algo de eso, pero no encontré nada mejor, así que… opté por lo que…

La habitación quedó en silencio de un momento a otro, ¡detestaba que hubiera silencio! Pasaban miles de imágenes por mi cabeza. Siendo cuidadosa entreabrí unos pocos centímetros la puerta del closet y me preparé para observar sea lo que sucediera.

Era de esperarlo, no me encontré con mejor escena que a la barbie sobre George, ¡Dios! ¿Estaba desesperada o qué? Se que George desencadena un montón de cosas inexplicables y uno no sabe como actuar, que hacer, pero por lo menos se que tenía algo de dignidad y delicadeza para hacer las cosas…. Jesy parecía ser totalmente lo contrario; Tiraba de la remera de George de una manera impresionante, mientras que él estaba quieto devolviendo el beso sin problema alguno, pero aún así… había algo que no lo comparaba a como tocaba mis labios, quizás era idea mía o por el simple hecho de que George tuviese presente de que estaba en el interior de la habitación y posiblemente como espectadora.

—Jesy… Jesy —Lo escuché pronunciar con dificultad en medio del eufórico beso que la muchacha proporcionaba.

— ¿Qué sucede? —Pronunció ella alejándose centímetros para poder mirarlo a su comodidad.

—Es que… —Balbuceó.

— ¿Dónde esta _______? — ¿Yo? ¿Por qué preguntaba por mí?

—En… en… se fue a su casa —Musitó visiblemente nervioso.

—Entonces… no hay de que preocuparse… —La escuché con dificultad, estaba susurrando— ¿George?

— ¿Si?

—Hazme tuya esta noche —Se quejó sensual. ¡QUE ZORRA ERA!

jυѕт ғrιeɴds~ George Shelley~ TERMINADA~ AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora