Capítulo 26.

1.6K 105 14
                                    

PDV Omnisciente.

Luke tomó del brazo a Megan, estampándola contra el frío suelo, una y una otra vez. Humillándola, como de costumbre.

En el suelo de encontraba ella, llorando y suplicando que parara, que ya no la lastimara, pero era en vano.

Los golpes le dolían, pero haberse enamorado de ese monstruo le dolía aún más.

[...]

Megan gimió al sentir el frío contacto con la crema, aún le dolía y los moretones eran muy notorios. Tenia varios moretones y hematomas alrededor de su estómago, brazos y piernas. Sin contar el gran moretón que tenía en su mejilla izquierda.

Era lunes. Ella había faltado al instituto, no podía ir así. Estaba rota, tanto cómo por dentro y cómo por fuera. Ya no era aquella persona tan sonriente y feliz. Ya no lo era. Sólo era un títere manejado por su novio. Él había logrado lo que quería, la destruyo por completo. Pero aún así no estaba satisfecho, aún le quedaba algo para sacarle, aún quedaba algo para destruirle.

El timbre sonó y ella rogó que no fuera él. Caminó lentamente hacia la puerta. Encontrándose con la persona menos esperada.

—¿Thomas? —.

—Hola Meg, la profesora me mandó a que te mande a decir que mandó una tarea que va a pedir la clase que viene. Pide que todos los tengamos y por eso te la mandó — el rubio le sonrió— Creo que no lo redacte muy bien.

—Gracias Thomas, no tenías que venir hasta aqui—.

Él asistió
— Eso es todo, adiós, linda—.

Ella se sonrojo y lo saludo con la mano. Pero no se había dado cuenta que tenía los brazos descubiertos. Thomas miro hacia allí y vio sus hematomas. Eran muchos y muy notorios. Megan quiso taparlos pero ya era tarde, él ya los había visto.

—¿Qué es eso?—

Mencionó, mientras tomaba el brazo de la chica. Ella intento esconderlo, pero era ya no tenía sentido mentirle, además ¿de que serviría?
Ella ya no tenía fuerzas para mentir. Ya no tenía fuerzas para vivir.

—Dime que eso no te lo hizo el estúpido de tú novio — ella se encogió de hombros— Dios, Megan ¿qué paso?—

—N-a-da, na-d-a— dijo quebrándose—.

—¿Nada? ¿Acaso no ves esas marcas? ¡Megan, por favor, miraté!—

—No es nada. Sólo vete, por favor—.

—No me iré. ¿Crees que soy idiota? ¿Crees que no veo cómo te trata tu novio? ¿La forma en la que te controla? ¡Él esta enfermo, esta obsesionado!

—Thomas, por favor, vete—.

—Me iré, al parecer Luke no es el único enfermo aquí —.

Y así se fue, dejándola aún peor que antes. Sufriendo más que antes.

[…]

Luke sonrió al sentir las caricias de Sussie alrededor  de su pecho. Él estaba sentado en una de las sillas del bar donde había concurrido, no estaba ebrio, algo que sus amigos no podrían decir. Había conseguido una diviersion esa noche, una morena de ojos oscuros y cuerpo bien entrenado. Al parecer el muchacho de ojos celestes no recordaba que tenía una novia. No recordaba cómo la había dejado y todo el dolor que le producía a ella. O quizás sí, pero no le importaba ¿Entonces por qué estaba con ella? ¿Que tan rota tenía que estar Megan para que él sea feliz?

¿Por qué no la dejaba? Él podría estar con cualquier chica que quisiera.

Pero,

él la quería a ella


Aun qué al parecer no tiene muy bien el concepto de querer ¿la quería y por eso la golpeaba? ¿Eso era amor para él?

Y para ella ¿qué es el amor? ¿Luke le daba amor? Obviamente no.

Ojalá ella lo pudiera ver.

Obsessed-l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora