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Había pasado un largo tiempo desde que Jungkook portó un arma por última vez , la observaba detenidamente, su fino acabado plateado relucía con los últimos rayos de sol emergentes de la ventana del cuarto de Virginia. Jin había puesto al día al menor de la repentina mudanza de la pelirroja a su casa, se encontraba sentado en el borde de la cama mientras que con su mano libre acariciaba una blusa con estampado floral perteneciente a su querida novia.

Miró la mesita de noche, en ella se encontraba un marco de fotos donde relucían los dos unas grandes sonrisas en una de sus primeras citas. Se llevó la blusa a su rostro y aspiró su aroma, era su aroma, el aroma a ella, le embriagaba y le llenaba por dentro, era dulce como ella.

-¡Jungkookie vamos a rescatar a tu princesa!- Grito Rapmon desde el comedor donde todos se armaban de armas y munición listos para salir.

Jungkook volvió a mirar la foto de la mesilla de noche y esta vez la cogió, observándola más detenidamente, una tímida sonrisa se le escapó al observar a la pelirroja.

-Voy a por ti cariño- Dijo antes de besar el sonriente e inmóvil rostro de Virginia en dicha foto.

Se levanto de la cama y abrió el cargador de su pistola, comprobó que estaba bien cargada y se la escondió detrás del cinturón de su pantalón.

Suspiró, estaba listo.

******

Se trataba de una urbanización abandonada en la periferia de la ciudad, casas y casas deshabitadas, ocupadas por mendigos o, como en ese caso, habitadas por gente indeseada.

Recorrían las calles en silencio, concentrados en llegar al número 33 de esa calle, según la información de Rapmon tenían a la pelirroja en el garaje de dicha casa.

Jungkook miraba al resto con el semblante serio no podía evitar sentirse culpable por arrastrar a sus amigos al mismo hoyo que él. Miro a Suga el cual armaba de balas su revolver magnum 500 ajeno a sus compañeros, era como si hiciera esto todos los días, estaba tranquilo, sosegado, incluso andaba con cierta parsimonia.

Jungkook dirigió la mirada a Jin, él no debería estar aquí, pero estaba. Sabía perfectamente que lo hacia por él pero no podía evitar sentirse mal, era el único que había podido escapar de todo eso y si hoy la fastidiaba, y si hoy salía algo mal, y si les pillaba la policía, y si Jin acababa con un tiro entre ceja y ceja.

Jungkook no pudo más, miles de pensamientos rondaban su mente y se paró en seco.

-¿Qué haces? Vamos Jungkook- Le animó Suga.

-No quiero.

-Pero que dices, anda Kook vámonos- Insistió Suga a la vez que tiraba del brazo del menor.

-No, he dicho que no quiero.- Todos observaban a Jungkook impacientes- Como bien ha dicho Tae esto es problema mío, no tenéis porqué venir conmigo, no quiero que nadie salga herido así que dejarme solo.

Jungkook se adelantó a ellos a paso rápido hasta que notó que alguien le amarraba la camisa y tiraba de ella, lo último que sintió antes de que le llovieran los insultos fue un puñetazo en su mejilla izquierda cargado de rabia.

-Eres imbécil o que - Empezó a decir Suga, tan sutil como siempre- Escuchame maldito crio de las narices ,vamos a ir todos a rescatar a tu querida novia quieras o no, y quien se oponga me puede ir comiendo los cojones ¿esta claro?- El rubio miró a todos para acabar posicionando la mirada en el menor el cual seguía frotando la rojez de su mejilla, Suga puso la mano encima de su hombro y se acercó a su rostro- Vamos a ir contigo porque eres nuestro pequeño bebé, y sabemos que solo no serías capaz de hacer una mierda.

Were in danger. (Jimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora