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Were in danger tonight

-Vale... Si... Vale, gracias por avisarme Rapmon... No, no necesito tu ayuda, pronto vendrán a por mi así que antes tengo que encontrar a Jimin... No sé lo que haré con él Rapmon...No Rapmon, debo encargarme yo de esto, si las cosas se ponen mal sabes donde encontrarme... Si vale, gracias. Adiós.

Suga colgó su teléfono, suspiró todavía sentado en aquel sofá de cuero, miró a la mesilla de mármol y visualizo su pistola bañada en plata, a continuación miró a su mano derecha, en cuya palma reposaba su zippo negro, lo abrió y rasgó la piedra sobre su pantalón generando así la llama de aquel mechero, se lo colocó delante del rostro, observaba esa pequeña llama con detenimiento, había veces que en lo único que pensaba era en quemarlo todo, acabar con todo de una vez, pero ese no era el día. sopló y apagó la llama, se guardó el zippo en el bolsillo del pantalón y cogió su pistola, la abrió comprobando que estaba totalmente cargada y se la guardó en el cinturón de su pantalón.

Se levantó del sofá y caminó, lenta y pausadamente, hasta el gran ventanal del comedor, miró el jardín, desde donde se podían observar algunas de las casas de la periferia de la ciudad; por supuesto, su casa se situaba lejos de la ciudad, lejos del bullicio, donde nadie pudiera encontrarlo, en lo alto de una pequeña colina que le ofrecía vistas panorámicas de la totalidad de dicha ciudad. Mantuvo la vista en el horizonte, el sol empezaba a caer, tintando de un color rojizo las tejas de las casas, pestañeó todavía con las manos dentro de sus bolsillos, sabía que dentro de poco una veintena de policías armados usurparían su casa pero, para entonces, él ya no estaría en ella.

-Voy a por ti Jimin- dijo antes de dirigirse al garaje para montar en su mejor ferrari.

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Salían de los juzgados a paso ligero, nada parecía haber cambiado en las calles: Los mismos coches, la misma gente, pero ellos habían cambiado su futuro dramáticamente.

Úrsula debía casi correr para estar al paso de Jimin, el cual no dejaba de mirar de aquí para allá con sus finos y rasgados ojos.

-Jimin- llamó su atención y este la miró- ¿qué es eso que te ha dado Tae?

Jimin se saco el móvil del bolsillo del pantalón.

-¿Esto? - Preguntó Jimin y la morena asintió- Es un móvil pre-pago, cabe añadir que tiene más años que tú y yo juntos, sirve para que no nos encuentren fácilmente.

La morena lo miro dubitativa, seguiría a Jimin hasta el mismísimo fin del mundo pero todavía no comprendía que era aquello de lo que tenían que esconderse, no entendía la preocupación de Jimin, ella solo hacia su trabajo: Salvar a su cliente. No entendía en los problemas que se había visto enfrascada indirectamente.

-Jimin ¿de que se supone que nos escondemos? ¿por qué debemos huir?

Jimin la miró, suspiró y trago saliva. Debía protegerla, en todos los sentidos, y eso significarla no decirle ciertas cosas.

-De la gente mala Úrsula.

Dijo mirándola a la cara, no supo que responder pues la dejó eclipsada, sabía que Jimin no iba a soltar prenda, así que desistió. El castaño miró la mano de la morena en la que todavía colgaba su cartera de mano.

Were in danger. (Jimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora