No sabía exactamente cuánto de menos había echado sus labios, tocarlos, besarlos, saborearlos, perderse en ellos. Cuanto anhelaba sus labios, cuanto anhelaba su presencia en los suyos, acariciándolos suavemente como si de una ligera brisa primaveral se tratara, haciendo amago de su paso por ellos, mordiendolos, abriéndolos para dejar paso a su lengua en su cavidad, para explorar sin miedo mucho mas allá de esos preciosos labios rosados que en estos momentos se separaban de los suyos.
Jungkook apoyó su frente en la de Virginia y la miró directamente a sus ojos, ella podía sentir la intensa mirada del moreno observandola, retratando en su mente hasta el más mínimo detalle de la pelirroja. Jungkook empezó a acariciar su rizado cabello, observó su mano deslizarse por uno de sus mechones y lo moldeó ligeramente con la gema de sus dedos. Por su parte Virginia posicionaba sus manos sobre la nuca del maknae antes de volver a juntar sus labios en otro ardiente y pasional beso.
Lo echaba de menos, lo echaba tanto de menos. Todo en el lo anhelaba, sus caricias, sus ojos, su sonrisa, sus labios, su cabello, su pequeña peca en el cuello, sus dientecitos de conejo, sus brazos, sus musculadas piernas, sus caricias por debajo de su falda como las que le estaba ofreciendo en ese momento.
Jungkook separó sus labios de los de la chica y volvió a mirarla a los ojos.
-¿Estás segura?
-Te he echado mucho de menos.
Sentenció Virginia antes de abalanzarse sobre él haciendo que cayera de espaldas contra la cama de su cuarto. Besó el cuello del moreno bajando suavemente por su clavícula, desabrochaba los botones de su camisa con cierta parsimonia, quería saborear cada segundo entre sus brazos, temía demasiado que mañana desapareciera de nuevo para no volver en un largo tiempo. En menos de lo que le hubiera gustado se deshizo de su camisa y la lanzó al suelo de la habitación, la pelirroja se incorporó de rodillas delante de un inmóvil Jungkook, observando su abdomen bien definido, sus pectorales marcados, sus brazos musculados y su pequeña cintura. Virginia puso su dedo índice sobre la separación de las clavículas de kook y empezó a bajar, lenta y suavemente, su dedo por todo su abdomen hasta llegar a su ombligo, hundió su dedo en él provocando que el moreno se riera sin control, las cosquillas que tenía Jungkook no eran normales.
Se rieron juntos, pero fue Jungkook al primero que se le borró la sonrisa de la cara para volver a mirar a la pelirroja con esa expresión seria y sexy a la vez. Se alzó y con un rápido y suave movimiento de sus caderas colocó a la pelirroja debajo de él, a su merced, expuesta a todo.
Si el abdomen de Jungkook era una obra de arte su espalda no se quedaba atrás, ancha y fuerte, con esa bonita terminación en V que solo le hacía marcar más los huesos de su cadera. Virginia se aferró a ella como si fuera el único agarre existente entre ella y un vacío imaginario.
Jungkook besó el cuello de la chica empezó a marcarla por diferentes zonas, bajando por su clavícula se deshizo de la camiseta, solo hacía que molestar la intensa tarea de Jungkook. Beso uno de sus pechos por donde la tela del sujetador no llegaba a cubrir, deslizó su mano por su espalda, acariciando sus caderas, hasta llegar al cierre de su sujetador. Como ya era característico en él se deshizo de el en menos de medio segundo y empezó a lamer, en pequeños besos, los pezones de la chica.
Jungkook deslizó su mano por debajo de la falda de la chica, Virginia aprovechó para deshacerse de sus pantalones dejando a kook en boxes, el moreno implantó la igualdad de condiciones al deshacerse de su negra falda, arrojándola al suelo sin miramiento.
Era una lucha desenfrenada por haber quien podía más, quien aguantaba más la dulce tortura de los besos de uno en el otro, Virginia cedió después de darse por vencida ante el dulce beso que Jungkook depositó sobre el lóbulo de su oreja, bajó con ansias los boxes de Jungkook liberando de una gran opresión a su creciente miembro.
Jungkook sonrió, feliz por su victoria, miró a la pelirroja a la cara mientras se deshacía de su ropa interior, inconscientemente se mordió el labio inferior, hecho que solo hizo que Virginia se revolviera por dentro. ¿Cómo narices conseguía ser tan sexy?
Jungkook cogió las muñecas de Virginia y las depositó por encima de su cabeza, amarrándolas con fuerza, una vez que se hubo librado de sus bragas negras, sus preferidas.
Abrió, suavemente, las piernas de la chica dándole pequeños golpes en sus rodillas mientras no dejaba de besarla y mimarla como si estuviera hecha de porcelana fina.
No hizo reparos en detener sus ansias y se introdujo en ella, hecho que Virginia agradeció. No solo echaba de menos su compañía, su carita de bebé o sus labios, sino también el sexo con él que, para que mentir, era maravilloso.
La pelirroja alzó sus piernas y las colocó encima de los hombros de Jungkook haciendo que su entrada en ella fuera más fácil, mucho más rápida y mucho más feroz.
Las estocadas del moreno se sucedían una detrás de otra al igual que los primeros gemidos de la pelirroja inundaban la estancia, Jungkook la miraba a sus ojos ahora cerrados, concentrados en el placer que le producía, la miró con deseo, deseo de besarla, tocarla, acariciarla y si, deseo de follarsela todas las noches.
Jungkook notaba su miembro palpitar ante la acogida del útero de Virginia en él, se adaptaba a él, como si hubieran estado hechos el uno para el otro. Sin pensarlo gimió auditivamente.
Lentos, pasionales y escasos fueron los minutos que pasaban mientras las estocadas del moreno continuaban, acompañados al ritmo de unos amantes, unos amantes que se miraban, se besaban, se deseaban y se amaban.
Pronto llegaron al clímax, alzando sus voces, proclamando el fin de su intenso placer. Cuando Jungkook hubo derramando todo en ella se separó, se tumbó a su lado y la chica se abrazó a el, frotando una de sus mejillas sobre su aún excitado pecho.
Jungkook sonrió, parecía un gatito dando mimos.
De repente una pregunta cruzó la mente de Virginia, miró a Jungkook a los ojos y este le devolvió su mirada dubitativa.
-Jungkook, si tú estas vivo… ¿A quien enterraron?
Jungkook rió, solo a ella se le podía ocurrir hablar de eso en esas circunstancias.
-Cielo, es tarde. Venga duermete.
Virginia frunció en ceño, no iba a aceptar un no por repuesta.
-Jungkook, quiero saberlo.
-De verdad cariño, no puedo contártelo mira ya mañana…
- Jeon Jungkook llevo desde el sábado llorando, mañana, tarde y noche. Llevo desde el sábado preocupada, rezándole a alguien para que te devolviera a mi lado. He aguantado una mudanza, ir a clases de preparatoria al parto sin ti, ecografías y lo peor de todo, he aguantado esas miradas que me echaba todo el mundo de “oh pobrecilla se le ha muerto el novio” así que si no me lo dices…
-Vale, vale, vale. Relaja fiera- dijo Jungkook a la vez que se incorporaba en la cama ante la atenta mirada de Virginia que colocaba su brazo a modo de apoyo para su cabeza, expectante.
-Soy todo oídos.
Jungkook suspiró, se frotó las rodillas pensando como empezar a relatar dicha historia.
-Lo de la pelea fue cierto- arrancó a decir Jungkook- pero no fui yo el que murió. No tuve la culpa ¿vale? Se ve que se enteraron de que uno del círculo de amigos de Suga estaba por el centro de la ciudad y vinieron a hacerse los importantes, empezaron a bacilar a todo el mundo, se creían algo importante. Yo pasé de ellos, hasta que… hasta que …- Jungkook volvió a suspirar, en ningún momento miraba a la pelirroja que seguía tumbada atenta a la historia- hasta que insultaron a Suga- su semblante se volvió serio- Empezaron a decirle que era un proxeneta, un camello de mala muerte, que sus amigos eran unos maricones con tutú y mallas- no supo muy bien por qué pero a Jungkook se le pasó la imagen de Jin por la cabeza- Me cabree, mucho… Pero no por eso empecé la pelea, solo les insulte. No hice nada malo, pero uno de ellos se sacó un arma y me apuntó entre ceja y ceja, me dijo… - por primera vez Jungkook miró a la pelirroja- me dijo que iba a secuestrarte, que sabía donde vivías, como te llamabas e incluso donde ibas a comprar el pan por las mañanas. Dijo que te cogería y te ataría a una cama, que te follaría mientras lo graba en vídeo y que me lo mandaría con una bonita dedicatoria donde pusiera “que te jodan capullo”…
Jungkook se quedó en silencio unos segundos, volvió a desviar la vista de la pelirroja.
-¿Por eso le pegastes?- preguntó Virginia.
Jungkook soltó una risa sarcástica, lo conocía demasiado bien.
-Si, le pegué. Le di tal puñetazo que se le saltaron varias muelas, y ahí empezó todo en pocos minutos todo se sumió en el caos, solo veía a gente atacando a otra gente, sacando sus navajas y sus pistolas, yo intentaba defenderme como podía, hasta que vino uno con una navaja de frente, le veía muy decidido a clavarmela en todo el corazón así que lo plaqué, pero él volvió a por mi esta vez con pistola en mano, logre deshacerme de su pistola a la vez que el volvía a intentar ensartarme con la navaja, la esquivé, se la quité y bueno… fue por inercia, defensa propia al fin y al cabo.
-¿Lo matastes?
Jungkook asintió.
-Lo mate. Al segundo de ver su inmóvil cadáver en el suelo supe que había obrado mal, tenía que ocultar eso como fuera, al fin y al cabo solo le provocaría mas problemas a mi, a Suga y a todos los que me rodean y eso te incluye a ti. No se me ocurrió otra cosa que fingir mi propia muerte cambiando papeles con ese desgraciado- Jungkook rió- ahora lo pienso y … me parece una idea rematadamente estúpida de verdad.
Virginia se incorporó quedando a su altura.
-Y lo fue Jungkook – el moreno la miró con carita triste- pero lo hicisteis por no causar problemas a nadie, por no perjudicar a nadie así que- Virginia depositó un fugaz beso en su mejilla- quedas perdonado Jeon Jungkook- dijo a la vez que se tumbaba en la cama dando palmaditas al colchón invitando a kook a tumbarse junto a ella.
Jungkook le obedeció y se tumbó a su lado sirviéndole de almohada a Virginia, la rodeó con sus brazos mientras la estrujaba detonando una gran sonrisa en su rostro.
-Te quiero- dijo Jungkook aún con una sonrisa de oreja a oreja.
-Y yo mi amor- concluyó Virginia.
Los minutos pasaron hasta que el silencio se instauró en la estancia, quedando ambos dormidos.1 día, 1 hora y 8 segundos para la vista
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Capítulo corto pero intenso
Desvelo por fin uno de los secretos de la trama.
La muerde de Jungkook o la no muerte (?).
Es uno de los menos importantes pero a partir de ahora habrán muchas revelaciones.
Espero que hayáis disfrutado del capítulo.
Son las 00:51 cumplí mi promesa xD.
PD: ese gif es ilegal para las noonas de Jungkook, Judith no lo mires Jungkook sigue siendo tu bebé *llora en una esquina*
Gracias por leer, votar y comentar.
Os quiere
Selli

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Were in danger. (Jimin)
Fiksi PenggemarCulpable. Dictó la juez. Dicho el culpable, dicha la sentencia. Caso cerrado. ¿Seguro?