My Friend Of Misery (Metallica, Jameson)

Capítulo 20: Nuevo hogar ¿Otra vez?

—Lars ¿Qué sucedió? ¡Dime por favor!— comencé a entrar en desesperación cuando el danés solo me observaba.

—Jason no te alteres, será peor— trató de calmarme.

—Pero dime ¿Qué es esa cara y por qué él no está aquí?— tragó saliba y posó sus ojos verdes en los míos.

—Cuando me llamaron para decirme que estabas en el hospital, no dudé en decirle a James, es decir es tu novio y debe saber por lo que pasas— asentí dándole la razón. Gracias Lars —Él vino inmediatamente aquí conmigo y Kirk, buscamos a tu familia y estaban esperando. Danna se levantó a penas vió a James y comenzó a gritarle que por su culpa tú estabas así. Estaba tan cegada de odio que hasta quiso golpearlo, Mike trataba de detenerla— abrí mi boca y no podía creer lo que me estaba diciendo— Las aguas se calmaron y Mike preguntó a James quién era. Él les ha contado todo, ellos saben que son novios. Ambos se enojaron con James y no quieren verlo, no sé porqué han reaccionado de esa forma, se te ve más feliz con James. Él está bien y ha estado en su casa estos días, puedo decirle que venga si quiéres— me quedé procesando todo.

Joder, la he cagado de manera impresionante. Ahora odian a James y jamás me dejarán estar junto a él.

Esto no quedará así, es mi novio y me quedaré con él pase lo que pase.

—Si por favor dile que venga lo antes posible. ¿Ahora dónde están ellos?— el danés se levantó.

—Están haciendo unos trámites para ti, por eso me han dejado contigo. Iré a llamar a James para que venga— sonrió y se despidió para salir de la habitación.

—Oye Lars— llamé antes de que salga, éste me miró —Gracias—

—Para eso estamos los amigos— sonreí y se fue.

Luego de media hora había comido lo que trajo una enfermera, golpearon la puerta dos veces e indiqué que entrara.

La puerta se abrió y dejó ver a la persona que tanto amaba.

Sus ojos celestes estaban rojos al igual que su nariz.

Estuvo llorando, mierda.

—J-James— dije tartamudeando.

Él pasó y se sentó en la silla que había al lado mío, estaba serio pero se notaba triste.

—¿Cariño que sucedió?— murmuré. Tomó mi mano y su vista se posó en la mía.

—No podré verte más Jase, tus tíos me lo han prohibido— ¿Qué? Maldición no.

—¿De qué hablas James?— dije preocupado.

—Yo les conté sobre lo nuestro, tu tía cree que es mejor que no nos veamos más. Si eso te hace bien, entonces tendré que irme lejos de ti— seguía con su faceta seria, sus ojos celestes tomaron un color más oscuro.

—No me dejes James, tú eres mi hogar ahora y no puedes dejarme solo, contigo me siento más protegido que en mi maldita casa— apreté su mano fuertemente.

—Lo sé, pero no quieren que nos veamos más Jase, ¿Entiendes? No podemos estar juntos— fruncí el seño totalmente enojado.

—Me importa una mierda lo que digan mis tíos, ya estoy bastante grande como para hacer lo que quiera; acabo de decidir que iré a vivir contigo— me miró sorprendido —no quiero verlos más por un tiempo— un nudo se formó en mi garganta haciéndome perder el habla.