My Friend Of Misery (Metallica, Jameson)

Capítulo 34: Buenas y malas noticias.

En la noche luego de haber cenado, Lola se durmió en el sofá y nosotros nos quedamos bebiendo en la cocina.

—Oigan par de tarados— dijo Lars para que calmaramos las risas.

—¿Qué te pasa enano?— James siempre tan... James.

—Tenemos algo que decirles— dijo Kirk.

—¿Estás embarazado?— solté y reímos todos menos Hammett quien puso cara de culo.

—¡Nos casaremos!— gritó Lars feliz.

—No puede ser, no me jodan ¿De verdad?— James quedó boquiabierto y sonrió.

Yo estaba en shock.

Mi amigo, mi buen amigo Lars, se comprometería.

—¡Felicidades tarados!— dije levantándome y abrazándolos a ambos novio.

—Ya, mucho amor. Jason es mío— se quejó el rubio, me tomó de la mano y me acercó para plantar un beso en mí mejilla —Por cierto, felicidades maricas— Lars hizo un facepalm.

—Tú también eres marica— dijo.

—Pero tú lo pareces más, cara de niña— le sacó la lengua a modo de burla.

No cambias más Hetfield.

Kirk y yo nos miramos y rodamos los ojos.

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Dos semanas pasaron en las que fueron terribles.

Kirk estresado por la 'boda' y Lars estresado por Kirk.

Aclaro que ellos no quieren una súper fiesta así bien chula, sólo un compromiso secreto y tranquilo para ambos. Claro que los más íntimos conocidos y familiares sabían.

Deseaban casarse pronto para poder irse de luna de miel y por qué no, nosotros también hacernos un corto viaje por algún lugar.

—¿Qué falta Jase?— preguntó Lars en suma desesperación.

Miré la pequeña lista que me había entregado hace una hora, en la que verificabamos que todo iba bien.

—Mmm... Solo esperar el día amigo— me miró y sonrió.

Me acerqué a él y lo abracé.

—Mirate Lars, estás formando una familia con Kirk, esto es magnífico, te casarás maldito— golpeé su espalda amistosamente.

Él se limitó a reír.

—Joder jamás pensé que esto terminaría así. Desde que vi a Kirk juro que soñé con este momento. Estoy muy nervioso mierda— suspiró —Gracias Jase por rechazarme y presentarme a Kirk— dijo burlándose.

—Putas, me haces sentir mal, no digas eso Lars— ambos reímos.

Revolví su cabello y se quedó mirándome.

—¿Sabes? Deberías cortar tu cabello, quedaría mejor así— me sorprendí por su repentino cambio de tema.

—¿Qué tan corto?— amaba mi estilo así pero es cierto, estoy grande y debo admitirlo, no soy un puberto de quince años.

—Arriba de las orejas— lo miré.

—¡Ni de broma Lars, así está bien!— me separé y tomé su sedoso y fino cabello —Quizás tú deberías cortarlo antes de quedarte pelado— soltó mi agarré y me miró desafiante.