Maratón 3 de 5
—Abre por favor Fernanda, necesito hablar contigo, déjame explicarte.
—¡Vete Tomás! ¡Porfavor, no me hagas llamar a la policia!
Tomás se rindió, había estado toda la mañana tratando de que Fernanda le abriera la puerta, iba a encontrar otra forma.
Gian no se sentía con animo de hacer ningún ramo de rosas, así que comenzó a hacer los arreglos de funerales, se sentía como si su corazón estuviera enterrado en un cementerio.
Escuchó sonar la campanita de la puerta y su corazón se lleno de esperanza, pero en lugar de Fernanda se encontraba Tomás. Entraba con las manos en alto, como para evitar que Gian lo golpeara. Como si el delgado y débil de Gian pudiera producirle algún tipo de dolor al musculoso y bien formado de Tomás.
—Lo siento mucho, hermano. Andaba muy sensible y cualquier cosa, por más pequeña que fuera me hacía explotar.
—Esta bien— Dijo Gian con los dientes apretados, pero igualmente mantuvo la distancia, no confiaba en alguien que era capaz de hacer sufrir a alguien como Fernanda.
—¿Sin recentimientos?
Gian hizo un leve movimiento con la cabeza.
—Excelente, porque necesito que me hagas un favor. Necesito la mejor nota que hayas escrito en tu vida.
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/0\ Pobre Giannnn.
Que creen que dice, si o no?
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El chico de las flores
RomanceGian trabajaba repartiendo flores ese verano. Fernanda tenía una relación ese verano. Tomás quería regalarle flores a su novia ese verano. - Novela auténtica. Prohibido el plagio.