—Hola Gian, quiero otro ramo.
Gian saludó a Tomás, ya le era tan familiar como el olor a hortensias frescas.
—¿Lo mismo de siempre?
—Si, toma, quédate con el vuelto.
Le guiño un ojo y se fue.
Gian sabía lo que significaba y se puso a pensar una frase que poner junto a las rosas.
"De las 24 horas del día, 16 pienso en ti y las otras 8 sueño contigo"
No era muy falso lo que en la nota Gian escribía, ya que esos últimos días había estado pensando bastante en la chica que recibía las rosas, encontraba que Tomás debía esforzarse más en hacerla feliz, porque con la pocas veces que la había visto, Gian notaba que lo merecía. Volvió a pensar en esos ojos cafés, pero luego recordó que pertenecían a Tomás y que alguien como Gian nunca podría competir con alguien como Tomás.
Volvió a dejar las rosas en la mesa de trabajo y se fue a dormir.
Fernanda veía con el corazón roto lo que le parecía una pesadilla, Tomás estaba besando a otra chica, Tomás estaba besando a su amiga, Carolina, la que había escuchado todas las cosas maravillosas que le pasaban y la que le secaba las lagrimas cuando algo malo le rompía el corazón.
Tomás no sabía que alguien lo estaba observando, bueno, no sabía ni que estaba haciendo, ya había tomado más de lo que debía y solo podía dejarse llevar por el deseo.
Esa noche los pocos que durmieron, tenían en el corazón un sentimiento de dolor y confusión. Una mezcla que no era nada sana.
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Shan shan shaaaaaaan
Corazones rotos por aquí, corazones rotos por allá😱😱💔💔💔💔
Que les parece?
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El chico de las flores
RomanceGian trabajaba repartiendo flores ese verano. Fernanda tenía una relación ese verano. Tomás quería regalarle flores a su novia ese verano. - Novela auténtica. Prohibido el plagio.