Ya era la décima vez que Gian tocaba el timbre de Fernanda.
Entonces, cuando Gian estaba a punto de tocar el timbre una vez más, apareció en la puerta una despeinada Fernanda en pijama.
—¿Hola?
Fernanda se acercó directamente a las rosas ignorando el saludo de Gian y se puso a buscar la maldita nota. No se daba cuenta de donde colocaba las manos y comenzó a hacerse heridas con las espinas de estas.
—¿Que haces Fernanda? ¡Detente!
Pero la chica no escuchaba a Gian. Cuando por fin encontró la nota ya tenía todas las manos heridas.
Comenzó a leer la nota y al rato comenzó a reír como una verdadera loca. Estuvo a punto de romper la cuando se le ocurrió una idea mejor.
—¿Tienes un lápiz?
Gian le entrego un lápiz a Fernanda y esta comenzó a escribir en la parte trasera de la nota: "¿Y en que momento del día me pones los cuernos?"
Gian al leer la nota miró a Fernanda con tristeza. Pero ella solo le dio un puñado de monedas y le dijo:
— No quiero tu lástima, quiero que vayas a Los Troncos, casa número 52 y entregues esta nota, junto a un par de flores podridas que deben haber en tu tienda.
Luego se dio media vuelta y volvió a entrar a su casa dejando a un confundido Gian a su espalda.
>>>>>
Si este capitulo llega a un k de comentarios (que es algo casi imposible) hago una maratón.
ESTÁS LEYENDO
El chico de las flores
RomanceGian trabajaba repartiendo flores ese verano. Fernanda tenía una relación ese verano. Tomás quería regalarle flores a su novia ese verano. - Novela auténtica. Prohibido el plagio.