Era Kuroko quien estaba frente a él en estos momentos. Podía verlo, lo había tocado hace un momento, por lo tanto no era algo que su imaginación le haya provocado. Sin embargo...
Miró de nuevo a su teléfono, en realidad sólo habían pasado uno o dos segundos pues el móvil seguía vibrando esperando a ser contestado, con el nombre, el nombre de Kuroko Tetsuya.
El silencio era más pesado o por lo menos lo era para el pelirrojo, su mano temblaba mientras sostenía el teléfono, y no creyendo lo que estaba viendo dirigía su mirada hacia aquel que estaba en la sala y ese nombre que se mostraba en sus contactos.
Y Kuroko, quien estaba en la sala ahora lo mirada en silencio, con aquellos ojos fríos, aquellos que no hacían ni el mínimo intento por parpadear. Kagami tuvo miedo, pero su mente le decía que esto podía ser una broma, ¡claro! tenía que serlo.
Kuroko había perdido su celular el sábado, por eso mismo no le había mandado mensajes el domingo o cual quier otro día, por eso no había llamado a su casa, por eso...debía ser la persona que lo tenía o la que lo encontró, seguramente quería devolverlo. Kagami suspiró aliviado y en el cuarto o quinto segundo apretó el botón de "contestar".
—Kagami-kun...
Kagami se quedó helado, no parpadeó y mucho menos respiró, ¿era la televisión lo que escuchó? Claro que no, ¿era Kuroko quien le había llamado antes? Le miró y este estaba viendo nuevamente la televisión, no era él...¿En ese caso?
La voz era idéntica a la de Kuroko, y sino fuese porque miraba a Kuroko frente suyo juraría que era Kuroko, pero este...no era sólo eso lo que le asustó si no la voz, aquel tono de voz.
Con sólo haberle nombrado la piel se le había enchinado y le recorrió un escalofrío por todos los músculos, la voz, la voz sonaba tan igual a la que escuchó cuando tocó a Kuroko y sin que este hablase le había escuchado, con ese tono de miedo, de debilidad, cansancio ¿qué más?
—Kuroko...—Contestó Kagami de forma inmediata.
Escuchó un suspiró por la linea, ¿qué era esto?.
—Kagami-kun...lo siento...de verdad lo siento, tienes...por favor... ayúdame...
La voz de Kuroko no sólo se escuchaba extremadamente baja, si no que igual jadeaba y parecía estar al borde de un desmayo, tenía la voz ronca y maltratada, no se escuchaba nada bien, se escuchaba con miedo y...¿qué estaba pasando?
—¿Kuroko?...en verdad...
—Kagami-kun, no hay tiempo...seguramente no hay tiempo...debo decírtelo ahora. No le creas, no le creas en nada de lo que te dice...por favor, es falso...
—De...de...¿de quien me hablas?
—De quien seguramente se hace pasar por mi. Necesito que me ayudes...por favor...Kagami-kun...
Kagami no podía procesar lo de apenas unos instantes ¿qué era lo que había dicho? ¿Quién se hacía pasar por Kuroko? Pero, si él estaba presente...¿no?
—¡¿Dónde estás?!—Le pregunta envuelto en el pánico.
—No lo sé...Kagami-kun, no lo sé, no me permite moverme, no puedo...hace frío...estoy cansando...está oscuro...esta mojado.
Kagami no sabe que hacer y la idea de salir de la cocina no es la indicada en este momento, de hecho bien quiera salir corriendo en estos momentos.
—Pero...necesito...te necesito...perdón...
—Ya, deja...Kuroko...si en verdad...¿qué paso? No lo entiendo...Kuroko.
—Hay mucha tierra, está húmedo, estoy abajo, es de noche...no escucho gente...
De repente las palabras de Kuroko parecen cortarse, Kagami ya no lograba entender las cosas que estaba diciendo, trataba de procesar cada una de ellas, pero la noticia le estaba cayendo como piedra en el estomago, esa parte racional de él le decía que esto era imposible, pero si así fuera ¿por qué escuchaba la voz de Kuroko? Por qué escuchaba como si fuese real, ¿por qué Kuroko estaba en linea y estaba también mirando la televisión en la sala?
Kagami se acachó con el teléfono en mano, las únicas cosas que podía procesar era "¿por qué?" y lo peor de todo es que nada le estaba respondiendo aquello.
—Kuroko, por favor, dime...no lo entiendo, ¡no es posible! ¡tú estás en la sala!
Hubo un silencio por parte de los dos, pero sabía que Kuroko seguía ahí, pues escuchaba su respiración chocar con el micrófono, su respiración totalmente irregular...y ese temor ¡Dios!
—Ese no soy yo...por favor, Kagami-kun tienes que irte de donde sea que estés, lejos de él...de verdad...y lo siento... lo si...
La llamada se corta.
Kagami de manera desesperada trata de llamarle de nuevo pero este ya no contesta, sus manos tiemblan, sus piernas no quieren responder, su pobre corazón quiere sufrir un infarto y esas preocupaciones salen disparadas por su cabeza chocando entre si y provocando dolor y angustia.
Mantiene el celular en la mano, y lo sostiene con fuerza mientras trata de procesar ahora si las palabras que había escuchado ¿qué día era? Viernes. Si, ¿cómo era posible? ¿desde cuando entonces?
—Kagami-kun.
La voz de Kuroko se escuchó en la sala, ahora, la duda...no, ninguna duda, ¿y si esa era la razón por la cual Kuroko era diferente? y si...¿y si realmente no era Kuroko?
—Kagami-kun.
Le volvió a llamar, ¡Dios cómo era posible! Era la misma voz, el mismo...Kuroko...
Siendo razonables...basándose en los hechos, si quien llamó hace unos momentos había sido el verdadero Kuruko, significaba que estuvo con uno falso todo este tiempo...pero ese falso tenía que ser alguien...¿quién? ¿quién es él entonces?
Kagami se levantó y rió nervioso.
—Encontré lo que se me cayó—Ay que risa más falsa...
Cuando Kagami se levantó y abrió la puerta de la cocina pudo ver que este Kuroko le miraba sin pestañear, la espalda derecha y la mirada completamente clavada en él.
—¿Con quién hablaste? Kagami-kun, pareces conmocionado.
Kagami no supo como responder, el aliento se le fue al momento y la piel se le tornó pálida, sintió frío, sintió miedo, ¿qué era lo que era verdad? Al ver Kuroko, que Kagami no contestaba se levantó bruscamente. ¿acaso ya sabía de quien se trataba?
Kagami gritó y casi se cae por querer dar pasos hacia tras, miraba a su teléfono y aún sin poderlo creer pensó que eso podía ser la respuesta a sus dudas...Kuroko.
—Kagami-kun por favor, dame tu teléfono.
—¿Para qué lo quieres?
—Dámelo.
Kagami negó con la cabeza como un niño pequeño y sostuvo su teléfono sobre su pecho. Kuroko caminó a paso veloz y el más alto entró en pánico ¡Ese no era Kuroko!
—Kagami-kun por favor, dámelo, no te muevas.
—¡Fuck Off!—Dio más pasos hacia tras—No creas que tú-
Kagami resbaló por el piso de madera laminada, su cabeza golpeó contra la pared y con ello la conciencia que aún había persistido hasta el momento.
¿Lo último que vio?
Kuroko estaba frente a él, y le mirada con rabia, era autentica rabia, sus ojos se habían tornado de un color brillante, como si fuesen focos sobre la oscuridad, ese no era Kuroko...
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Y...¿Quién es él?
FanfictionKagami ha ganado el concurso de hamburguesas en un carnaval, con el premio de ir a ver la aurora boreal el cual expira en dos semanas. Siendo amante de Kuroko desde hace un tiempo decide compartir ese viaje con él. Pero esa misma noche de tormenta s...