Sábado

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Kagami despertó con dolores no nuevos en los músculos, pero sí uno fuerte en la cabeza, le punzaba y aún lo mantenía desorientado, en seguida que pudo abrir los ojos dio un quejido de dolor y estiró sus brazos. Dio un salto y se tambaleó estando una vez en pie.

—¡Kuroko!—Gritó de forma automática.

No estaba más en la cocina, ni siquiera estaba en casa de Kuroko, pues se había levantado de su propia cama ¿acaso siempre estuvo ahí?¿acaso fue todo una clase de sueño horripilante? pero..no, no pudo haber sido eso. Se sobó la cabeza y podía sentirse un ligero chichón entre los cabellos, miró su teléfono pero este no tenía llamadas recientes...

No pudo haber sido un sueño, no pudo...quiero decir. Todo fue tan real, la voz de Kuroko en el teléfono, su tono de voz...el miedo que este parecía tener, y él, ese Kuroko que vio ayer...ese no era Kuroko, podía jurarlo...lo estaba jurando.

Pero en ese caso ¿cómo es que estaba en su casa? quiso llamar a los padres de Kuroko pero la falta de saber el numero le impidió hacerlo. Refunfuñó ¿Por qué no se los pidió antes?

Kagami estaba confundido, asustado y muy preocupado, no tardó en salir de casa e ir directo a la de Kuroko, tenía que aclarar todo, tenía que confirmar lo que había pasado, siquiera que las cosas que pasaron ayer eran reales y no se las había imaginado.

Se quedó diez minutos tocando la puerta hasta que la abrieron, era la madre de Kuroko quien soñolienta se tañó los ojos y trató de abrirlos lo más que pudo para ver quien estaba frente suyo. Estaba tan despeinada, eso le recordó a Kuroko, y por ello río un tanto nostalgico.

—Kagami...¿qué sucede?

—Perdone que la haya despertado...—Aunque era medio día ¿qué tan tarde había llegado la madre?

—Descuida, mi esposo y yo estábamos dormidos...estamos algo cansados, creo que fue por lo de anoche. Cuando regresé ya no estabas, pensé que te ibas a quedar a dormir ¿qué ocurrió?

En ese caso si había pasado anoche, por lo que significaba que si tuvo esa llamaba por parte de Kuroko, pero en ese caso ¿por qué no estaba en sus contactos? ¿acaso el otro la borró?

—Nada, sólo me sentía cansado también—Y cada vez se sentía aún más casado al respecto—Buscaba a Kuroko...para ir justos al entrenamiento de este sábado.

—Oh, lo siento, pero Kuroko se ha ido desde hace ya un rato...seguramente ya está en el entrenamiento.—Mientras la madre de Kuroko le respondió Nigou salió a ladrar a Kagami pero su tono era igual de cansado, incluso Kagami ni se asustó al verlo, ¿dónde había estado anoche? no lo vio por ningún lado. 

Nigou caminaba a pasado lento y el lomo encobrado, la madre lo cargó y automáticamente se durmió en sus brazos.

—¿Dónde estaba Nigou? No lo vi anoche.—Preguntó Kagami. 

—No lo creías, este chico en verdad es travieso, se quedó atrapado en el sótano, no tengo idea de como se metió ahí, pero lo encontré porque estaba llorando, seguro esta cansado por buscar una salida. Mejor ve con Kuroko, Kagami, algo me dice que no debes de dejarlo solo.

—Iré de inmediato, muchas gracias.

Kagami estaba en duda todavía, y es que si todo era verdad quería encontrar una lógica a todo esto, sin mencionar que se sentía inquieto por la llamada, trató de hacer unas de camino al entrenamiento, pero el celular permanecía fuera de servicio, ¿cómo es que había logrado llamar entonces? Nada le estaba ayudado a responder las dudas del momento, e incluso tuvo dolor de cabeza por esforzarse tanto. Una parte de él quería pensar que era mentira, que era su locura que estaba llegando a un nivel más alto, pero otra parte de él decía que todo esto era verdad. 

Y...¿Quién es él? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora