Prólogo

1K 75 29
                                    

Lilian.

Estamos sentados en medio del auditorio esperando a que anuncien a los próximos estudiantes que se van de intercambio a Londres para terminar el último año allá y formarse profesionalmente.

El rector de la universidad se levanta de su lugar para subir al escenario y acercarse al micrófono.

— Buenos días alumnos.

— Buenos días — respondimos todos.

Matías toma mi mano y besa mis nudillos uno por uno, le miro y le dedico una sonrisa; no estamos ni siquiera cerca de ser los escogidos para irnos ni a la China, hay tantos estudiantes que dudo que seamos uno de los cinco que emprenderían vuelo a ese país.

— Iré directo al grano así dejan de estar tan ansiosos y puedan irse a sus clases con normalidad — hace una pausa y mira el papel que tiene en la mano — los escogidos para terminar el año académico en London Metropolitan University son... — hace una mirada panorámica a todos los que estamos presentes y sonríe — Diego Gallegos — el novio de Agata, intento aplaudir pero Matías sostiene mi mano con fuerza.

— Es mi amigo, Mati.

— Lo sé, pero aun me cae mal — le fulmina con la mirada cuando lo ve subir al escenario.

— Amanda Valenzuela — no la conozco — Jorge Riveros — hace una pausa cada vez que dice un nombre y cuando el alumno ya está sobre el escenario continua con el siguiente — Clara Lagos — su grupo de amigas gritan emocionadas, ella sube a la tarima con una gran sonrisa en la cara. — Y por último Matías Corvalán.

Matías Corvalán.

Matías Corvalán.

Se repite en mi cabeza. Todo el sonido se apaga como si hubiese apretado mute al control remoto. Miro a Matías no se le ha movido ningún músculo de la cara, está tan impactado como yo. Aprieto su mano, él pestañea un par de veces y luego me mira; sus ojos demuestran tanto miedo como el que estoy sintiendo.

— Ve, Matías — digo.

Él asiente, se levanta de su lugar, empieza a caminar como un robot y mientras más se aleja termina por soltar mi mano. Siento mi pecho arrugarse como un papel y mi mirada se nubla; quiero llorar, pero me aguanto el lloriqueo al verle subir al escenario. Este es su momento, pero está tan pálido que parece que va ha desmayarse en cualquier minuto.

— Felicidades, chicos — les felicita el hombre que creo que odiaré por toda mi vida.

Todos se levantan de sus lugares y aplauden felices, excepto yo, me siento cómo si me quitaran el aire, cómo si me estuviesen robando una parte de mi vida; en realidad eso están haciendo.

Los anuncios terminan y el rector da la orden de que marchemos a clases. Espero a mi novio en mi lugar, él se hace abre camino desesperadamente entre la gente y corre hasta mi, hago lo mismo y me lanzo a sus brazos angustiada; mi corazón siente que le he perdido.

— No voy a ir a ninguna parte sin ti — toca mi cara con ambas manos, están heladas. — Prometí quedarme contigo por siempre — busca mi boca desesperado — renunciaré a ese estúpido intercambio.

Le detengo, sus ojos lucen tan abatidos que creo quebrarme en mil trocitos.

— No, Matías — unas lágrimas caen por sus ojos, seco esas gotas con mis dedos — Iras — afirmo. — Es la oportunidad de tu vida y tienes que aprovecharla — digo con el dolor de mi alma.

Me gustaría que todo lo que ahora nos esta pasando fuese solamente un mal sueño, una maldita pesadilla de la cual quiero despertar ¡AHORA! Pero no, esto es real.

Prometo amarte © | PA#3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora