Matías.
Definitivamente el amor no fue hecho para mí.
En toda mi vida jamás había deseado estar pegado a una mujer que no fuese Lily. Desde que le conocí sólo lo supe que quería estar con ella siempre, aunque ella quisiera mi amistad, simplemente aprendí a vivir con ello.
Tardé un tiempo en darme cuenta que lo nuestro no pasaría más de un abrazo cálido y un coqueteo sutil. Me encantaba aprender algo nuevo de ella cada día que pasaba, puede que su locura, su valentía y sus ganas de seguir adelante a pesar de todos los problemas que teníamos detrás.
Aun recuerdo el día en que me hizo admirarla y amarla mucho más, aunque ese momento fue el peor día de mi vida y quise olvidarlo pero ella se mostró tan fuerte, tan valiente que nunca pude sacármelo de la mente. Es día fue cuando se enfrentó a mi padre y le gritó sus verdades, siendo tan pequeña al lado de él supo como hacerle frente y eso me volvió loco.
Puede que quizás siempre la haya amado, sin embargo, el destino quiso que partiéramos por una amistad, que con el paso del tiempo se hizo cada vez más fuerte.
Quizás Agata fue mi primer amor reconocido, con ella aprendí muchas cosas sobre el amor que mi mejor amiga no me podía explicar. No obstante, mi primer amor imposible fue Lily, a quien amé, amo y seguiré amando hasta que deje de respirar.
— Llevo meses repitiéndote lo mismo — escucho a Diego hablar al otro lado de la puerta —. Lo sé, pero entiende que él no quiere saber nada de ti.
Se forma un nudo en mi garganta al retroceder el tiempo y recordar el momento en que me confesó su traición.
— Dale tiempo, le ha costado salir del puto hoyo en que le dejaste — siento como su tono de voz se vuelve molesto.
Ese día al salir del aeropuerto con el corazón en la mano y con un millón de promesas destrozadas, me encerré en mi habitación y lloré, sí lloré, los hombres también lloramos por amor... también nos duele el amor. Derramé lágrimas porque anhelé aquellos años en los que solo éramos amigos y sabía que le iba a tener para siempre en mi vida, pero ahora... siento que cada paso que doy me es difícil porque lo hago sin ella y así seguiré.
No pasé días llorando, solo fue esa tarde, luego tuve que seguir con mi vida porque si faltaba a clases perdería la beca de estudios y tendría que volver a casa donde se encontraba ella y verle no era justamente lo que necesitaba para sanarme de lo que me había hecho. Tampoco al día siguiente me acosté con una chica, de hecho, desde que Lily se fue no he salido con nadie y me no interesa hacerlo, hoy siento que debo olvidar pero sin la ayuda de una mujer.
— Intentaré decírselo pero no te aseguro nada, hasta luego Lily — aparece tras la puerta con el ceño fruncido.
— Era ella — afirmo.
Él asiente y se sienta a mi lado.
— Bro, no ha dejado de llamar un solo día en cuatro meses ¿no crees que es suficiente castigo?
— ¿Y crees que para mi no ha sido suficiente castigo tener que soñar cada noche con ella besando a ese idiota? Lo único que hice fue amarla y me pagó de esa manera — me empiezan a picar los ojos —. No quiero volver hablar de ella otra vez, Diego.
— ¿Sabes cuanto tiempo nos queda para volver a casa? Un mes.
— Puede que en un mes ya este curado.
— Cuatro meses no han hecho nada con tu dolor, menos treinta días lo harán — me da unos golpecitos en el hombro —. Ustedes aun se...
— No, Diego — interrumpo —. No voy a volver a estar con ella otra vez, no quiero volver a hablar de ella ¡Solo quiero olvidarme de Lily de una puta vez y de que la he amado!
~*~
Nota: Gracias por leerme, en serio, les adoro <3. Tengo un grupo en Facebook de mis lectoras... si les interesa busquen el enlace externo de este cap ahí esta el link, únanse si les gusta como escribo y eso. Gracias gracias y muchas gracias <3
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Prometo amarte © | PA#3
Teen FictionTercera parte de Cien días con Agata, y continuación de Quiero verte más. * Es importante leer ambas historias, antes de leer esta porque o si no te harías mucho spoiler. © All rights reserved, 2016 Safe Creative. Code: 1603056792326...