Capítulo 3

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Matías.

Observo a mis amigos divertirse con unas mujeres muy guapas, como me gustaría que Lily esté a mi lado disfrutando de lo hermoso que es Londres. Muevo la cabeza para dispersar su recuerdo de mi mente, porque al pensarle lo único que hago es estar triste y extrañarle como nunca.

Me sirvo un poco de whisky con un par de hielos, lo revuelvo con un dedo y me lo bebo de un sorbo; el líquido recorre mi garganta quemándola y saboreo lo amargo que es. Miro hacia el frente y me fijo que Diego viene con una sonrisa de oreja a oreja acompañado de Alanis.

— Mira el pastel de cumpleaños que te traje, Matías — dice en español para que ella no le entienda — esta noche tienes que desquitarte, esta muy buena. Y si no lo haces tú lo haré yo.

Alanis nos sonríe a ambos, es obvio que no entiende que Diego le ha invitado para que pueda deshacerme de la sequía que estoy viviendo hace meses. Le hago una seña a mi compañera de clases para que se siente a mi lado y ella con gusto acepta mi propuesta; me recuerda a las chicas con las que estuve en el pasado, se nota de lejos que es lo que quieren.

— Feliz Cumpleaños, Matías — dice en ingles —. Hace tiempo que estaba esperando la ocasión para acercarme a ti — acaricia sin temor mi mano. Echo un vistazo a nuestras manos tocarse, sus dedos son delgados y blancos que me recuerdan a la pequeña mano de Lily «otra vez te apareces en mis pensamientos».

— Gracias — miro la mesa y busco una escusa para no ser tan grosero y poder apartar mi mano de la suya — ¿Quieres un trago? — retiro mi mano y tomo un vaso. Ella asiente y espera con una sonrisa a que termine de verter el líquido en nuestros vasos — Salud — le dedico mi mejor sonrisa y le hago entrega de su trago.

— Salud — choca nuestros vasos y se lo bebe mirándome fijamente a los ojos, el profundo gris de sus ojos hace que me sienta incomodo y desvíe la mirada hacia mis amigos que están bailando hace un buen rato en medio de la pista; ni siquiera me di cuenta cuando Diego nos dejo solos — ¡Esta canción me encanta! — chilla, espera que deje de beber de mi vaso para luego quitármelo y dejarlo sobre la mesa, me toma de la mano y me lleva al medio de la pista junto con Jorge y Diego.

Bailo siguiéndole el ritmo a Alanis que se mueve muy bien, se me acerca con movimientos tentadores y se da la vuelta para rozar su trasero a mi hasta ahora bello durmiente. Por un buen tiempo me he mantenido alejado de las mujeres por esta razón, porque al estar en una fiesta es imposible impedir que chicas lindas como ella se acerquen de esa manera.

Alanis se da la vuelta para encontrase con mi mirada, se pasa la lengua por los labios y me besa con osadía; puedo sentir la suavidad de sus labios y el sabor un tanto amargo de su lengua por culpa del whisky. Me dejo llevar por su beso apasionado y por mis malditas ganas de sacarme por un momento a Lily de la cabeza, pero aunque bese a mil chicas en esta vida ella seguirá teniendo mis labios favoritos en todo el mundo.

Prometo amarte © | PA#3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora